La generación d'emprendedores se ha convertido en una prioridad para nuestro país. Por eso, la administración pública no ha parado de desarrollar políticas de apoyo a la emprendeduría inspiradas algunas de ellas en modelos nórdicos. No obstante, replicar algún modelo de éxito foráneo sin tener en cuenta las particularidades de cada zona, tiene algún riesgo.
En este sentido, a menudo se tiende a considerar un emprendedor como una vaca, tanto por la gestión que sehace, como por la finalidad que se le supone: ordeñarlo. Es decir, como tener cura de una vaca, fijando muy bien el que tiene que hacer, comer, yacer o pacer porque dé leche. Laevolución de las técnicas productivas a las granjas se han perfeccionado tanto, que se han establecido procedimientos milimetrados de cómo tienen que ser tratadas para sacar el máximo rendimiento. En efecto, el guion prefijado pacer-estable-ordeñar, me recuerda demasiado al que algunos organismos están aplicando, y dedo sea de paso, sin demasiado éxito. Fijémonos en el paralelismo emprendedor-vaca.
Cuando se detecta un emprendedor se le coloca un cartel muy grande en el frente con la L de empresario novel, es decir, al etiquetarlo se le pone un cencerro muy gordo, porque todo el mundo sepa quién es y por donde pasa. Cómo se comprensible, hacer negocios con esta presentación tiene que ser muy difícil, a ojos del empresario consolidado que no está por puñetas.
El segundo paso , es hacerlo volver experto en emprendeduría y en todo el que lo rodea en base de cursos y formaciones. Alimentación, complementos vitamínics, y la dosis justa de agua para hacer crecer la vaca. Los hacen tan especialistas al emprender, que algunos a medio proceso deciden hacerse conferenciados de estos temas, antes hastatodo de haber creado su empresa. De hecho, para la mayoría de emprendedores, esta sobredosis de conceptos farragosos y neófitos, acaban ahogando su espíritu aventurero, porque al fin y al cabo, el que los motiva es la idea y su desarrollo, no la burocracia, la legislación u otros temas que harán bien de fiar a un buen profesional.
Si los emprendedores han sobrevivido a las etapas anteriores, alguien los propondrá ir a unas instalaciones especialmente pensadas por ellos: viveros de empresas, incubadoras, etc.... es decir, siguiendo con la idea de la vaca, los ofrecerán un establo. Esto si, un establo con unos neones a la puerta de entrada donde pone "Espacio Emprendedor" y muy alejado de donde se desarrollan los negocios. En algunas zonas, estas instalaciones pueden tener sentido, pero es evidente el exceso de oferta y la poca adecuación de la mayoría de ellas. Muchas de ellas son vacías, cuando por otro lado, tenemos cascos urbanos históricos con locales vacíos, que serían una opción muy válida.
Al final, el emprendedor será ordeñado como una vaca. En general, un golpe conseguido el estatus de autónomo o haber creado la empresa, no hay nuevo empresario que no se queje de las cargas fiscales, burocráticas y administrativas a que es sometido. Y más si es de este país, puesto que comparativamente, somos los quesalimos peor parados.
Después de esta primera pulsada, a nivel personal y social, no tardarán a asociarle los valores negativos clásicos del empresario, y más si las cosas le van bien. Visto así, quizás no estamos haciendo bien esta tarea. De hecho el que hacemos es convertir el proceso con un procedimiento predissenyat y que tiende a desnaturalizar el hecho emprendedor y sobre todo a delimitar la evolución. No se puede emprender con una mentalidad fabril y dogmática, y mucho menos de "SIM CITY".
La improvisación y la conciencia de proceso se clave. Crear una empresa es un proceso sobre todo social, que incluye el learning by doing, y que más que recetas, necesita inspiradores y apoyos laterales, no centrales, que ponen un corsé desencoratjadora a quien todavía tiene coraje y conducen irremediablemente a seguir el rebaño.