En tiempo de dificultades, toda
economía empieza a reducir
gastos en aquellas partidas que no están estrechamente ligadas al beneficio y no suponen una necesidad para seguir saliendo adelante. Las familias acortan o adaptan sus vacaciones y se pasan a las
marcas blancas, por ejemplo, y las empresas, desgraciadamente, dejan de invertir en aquello que no consideran imprescindible como las políticas sociales.
Si bien durante los primeros años de la
crisis, muchas
compañías optaron por esta opción, otras, con una
estrategia planteada además largo plazo, consiguieron cambiar la forma de hacer
Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Estas decidieron que había que diferenciarse, había que jugar a la liga de las grandes y seguir creando
marca a través de la implicación social y de este modo apostaron para fomentar las acciones de respeto por el medio ambiente o incrementar la contratación
de colectivos en riesgo de exclusión, por ejemplo. Incluso un buen grueso entendió que la
economía social era un camino a seguir y que el
negocio con valores podía convertirse en el adn de una
compañía sólida y con perspectivas de crecimiento
, y así hicieron de su
producto o servicio un activo socialmente responsable.
Antes las
compañías cumplían con la RSC porque existía cierta obligación, ahora este concepto se ha transformado hasta el punto que puede convertirse en la clave del éxito y es que ofrecer al
cliente un valor añadido, un producto de calidad comprometido con la sociedad, puede marcar la diferencia, incrementando las
ventas, haciéndonos más competitivos y ayudándonos a superar la crisis..
Muchas de estas
empresas, que hicieron y están haciendo este paso, participarán a partir del próximo 7 julio y hasta el día 12 a la
5ª Semana de la RSE en
Cataluña, que abrirá sus puertas al Borne Centro Cultural de Barcelona
para dar un año más el protagonismo que se merece a la responsabilidad social dentro de la
empresa.Instituciones,
compañías, organizaciones, agentes sociales y ciudadanía podrán participar a conferencias de buenas prácticas y a una feria para
hacer networking, así como conocer de primera mano experiencias y recursos en torno la RSC..
Además, este golpe la jornada, que organiza Ingenieria Social y la Asociación Responsables, con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona
, la Diputación de Barcelona, la Generalitat de Cataluña
y la Obra Social de "la Caixa", vendrá marcada por la capitalidad europea del voluntariado de Barcelona, con la presentación de la nueva Oficina del Voluntariado Corporativo, e incluirá un taller de formación de la Oficina Catalana de Cambio Climático para
empresas que quieran incorporar la reducción de emisiones a su
estrategia global.
Pues, tan si sois usuarios como profesionales del mundo de la
empresa, os recomiendo pasar en algún momento por este encuentro donde podréis comprobar que el beneficio económico y el compromiso con la sociedad no están reñidos en absoluto, porque se puede hacer bien el
trabajo haciendo "el bien" con
el trabajo.