Nos han engañado con el 'Black Friday'?

Si usted es una de las personas que han quemado su tarjeta de crédito durante la semana del Black Friday le aconsejo que no siga leyendo este artículo, especialmente si ha comprado una televisión o un juego de neumáticos aprovechando las "ofertas" de la semana del 25 de noviembre. Un estudio de la OCU monitora los precios de diferentes cadenas comerciales entre el 24 de octubre y el 25 de noviembre de 2016, demostrando que los precios medianos han aumentado en la mayoría de las enseñas analizadas. En 17 de las 19 cadenas seguidas los precios se incrementaron durante este mes, llegando incluso a aumentos superiores al 4% en dos de estas, de las más conocidas y con mejor reputación del mercado español.

Si se analizan categorías, especialmente los televisores y los neumáticos han sido los artículos que más han subido su precio durante este mes, así como otros productos como cadiretes de bebé, planchas o cafeteres. Este estudio también destaca que si se comparan los precios del domingo 20 de noviembre con los del viernes 25, sí que se puede observar un descuento en los precios alrededor del 1,1%, aspecto curtterminista que aprovechan los responsables de fijar precios de estas cadenas para anunciar sus ofertas.

España ha sido uno de los países en los cuales ha tenido más éxito el Black Friday, obligando casi a todos los comerciantes a anunciar descuentos para esta celebración consumista que busca que los comercios pasen de los números rojos a los negros, a un mes de Nadal. Estos se ven obligados a actuar y publicitar sus ofertas si no quieren quedarse sin visitas durante estos días, mientras nosotros, como consumidores, cada vez nos estamos acostumbrando más a no comprar los artículos al precio oficial.

Ahora vamos de "outlets", aprovechamos los descuentos de los "daily deals" o compramos nuestros regalos de Navidad en Black Friday y nos sentimos contentos e inteligentes cuando aprovechamos estos "chollos", aunque a veces estas ofertas no sean tan reales. Este estado de promoción continua se ha instalado durante la crisis económica y sigue perdurando, especialmente en aquellos consumidores que los sabía mal gastar dinero en productos no básicos, justificando con el descuento la oportunidad con fecha de caducidad que obliga a un comportamiento menos racional, así como la inyección de endorfines que nos provoca en el cerebro.

Los datos de la investigación de la OCU pueden hacer concluir que nuevamente nos han tomado el pelo, igual que aquellos anuncios de dietas milagrosas con fotos de la antes y el después.
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