Facebook ha anunciado que monta un centro en Barcelona para luchar contra las fake news, o noticias falsas, donde dará trabajo a unas 500 personas. El fenómeno preocupa a las plataformas y en los Gobiernos, porque nadie ha encontrado todavía la receta para acabar con las falsedades que pul·lulen por las redes.
La cuestión, pero, va mucho más allá de la proliferación de noticias –descripciones de la realidad- absolutamente falseadas. También hay usuarios falsos automatizados (bots) y usuarios con finalidades esvalotadores bajo nombres falsos (trolls). Pero también hay vidas explicadas de apariencia natural que en realidad son publicidad, y como tal con un componente de fake , falso, en el sentido de no real, sino ideal. Y también hay relaciones que se dicen de amistad que en realidad son simplemente conocidos, saludados, amigos de amigos que acepto no sé muy bien porque, bots automatizados de personas inexistentes que se presentan con fotografías sacadas de otro perfiles reales...
"El que es potencialmente fake no sólo es la información. De fake se puede generar, incluso, de un mismo"
El que es potencialmente fake no sólo es la información. De fake se puede generar, incluso, de un mismo. En efecto, y si mi vida online es todo un fake? Y si el fake no son las noticias, sino un mismo? Sí, aquella identidad virtual que cada cual se ha creado, a copia de decir me gusta, de poner aceptar, y de colgar fotografías que nunca habríamos hecho si no fuera porque buscamos generar un efecto particular en la red (que me hagan me gusta y pongan comentarios, que piensen que bien me lo paso, etc.). El injuriado algoritmo de la red social sólo ha necesitado, simplemente, tomar nota de nuestros gustos y nuestras preferencias. Y si nos han gustado una vez las fake news, en el futuro nos llegarán más.
Es buena noticia que Facebook ponga medios para evitar que la mentira corra impunemente: en el fondo, han sido estos suyos algoritmos los que han hecho grande la difusión de las fake news. Pero no menos responsables son cada uno de los usuarios cuando clicamos me gusta a una noticia falsa.
Si no lo hacemos nosotros, nadie nos protege del propagandista que traemos dentro. Por eso, sin necesidad de esperar que Facebook haga limpieza de falsedades desde Torre Agbar, hay algunos principios básicos que nos podemos aplicar:
- Haz dieta informativa: no hace falta que te atipis de información siempre. La red es un enorme self-service sin horarios donde siempre hay teca por endrapar. Igual que tienes horario por el alimento físico, ponlo por el alimento informativo. Tendrás más afinado el sentido del gusto.
- Mira la composición: toda noticia contiene una descripción y una interpretación. En la descripción es esperable la realidad (los hechos y los datos tienen que ser ciertos y completos) y en la interpretación es esperable el rigor (razonable a la luz de estos hechos).
- No bebas de cualquier fuente: Recuérdala siempre, la fuente de la información de donde consumes, porque si te engaña una vez, no lo pueda hacer una segunda.
"Las noticias que nos confirman en nuestra manera de ver el mundo funcionan como una buena cerveza"
En definitiva, consume responsablemente. Las noticias que nos confirman en nuestra manera de ver el mundo funcionan como una buena cerveza: entran muy bien, pero con un consumo moderado. Si no, uno acaba bebiéndose el agua de los jarrones (fake news) y de retruque coge una migraña de can el ancho.