Igual que el arte y la cultura, la gastronomía se consolida como uno de los principales símbolos de la capital catalana. Tanto es así que, según el Observatorio del Turismo en Barcelona, elaborado por el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio y el consorcio de Turismo de Barcelona, seis de cada diez turistas que visitan Barcelona con el objetivo de descubrir la oferta gastronómica de la ciudad repiten la visita, gastando, en promedio, cinco veces más que el resto de turistas. De esta manera, Catalunya adopta una posición destacada en el mercado mundial del turismo gastronómico, un mercado que superó los 800.000 millones de dólares en 2022 y se espera que alcance los 2.100 millones en 2028.
El mercado del turismo gastronómico superó los 800.000 millones de dólares en 2022 y se espera que alcance los 2.100 millones en 2028
En este contexto, el portal de viajes TitanTravel ha desarrollado el Food lovers' index, el ranking sobre los mejores lugares del mundo para disfrutar de la gastronomía. La oferta culinaria de Barcelona ocupa el segundo lugar, con una puntuación de 9,64 sobre 10, justo detrás de París (9,93). “La ciudad acoge una gran cantidad de alimentos locales e imprescindibles para los amantes de la gastronomía, y ha influido en la apertura de restaurantes tradicionales catalanes, que suelen ser empresas familiares”, apunta el informe.
El podio del listado lo completaría la ciudad de Miami que, con una puntuación de 9 sobre 10, se aleja del resto de territorios que componen este top 10, como Ámsterdam (7,86), Taipei (7,28), Denpasar (7,14), Kuala Lumpur (6,71), Nueva York (6,57), Londres (6,5) y Las Vegas (6,36). Asimismo, el listado quedaría, en este orden, ordenado por grandes bloques en cuanto a la esfera gastronómica: Europa, Asia y Estados Unidos.
¿Puede Barcelona avanzar a París?
Si bien el ranking valora muy positivamente de la capital catalana la apertura de negocios familiares y tradicionales, así como la oferta de restaurantes veganos y con atención infantil, prioriza la cantidad de restaurantes de lujo y con estrella Michelin de la capital francesa, que es hasta cuatro veces superior en comparación con la de Barcelona.
Los turistas gastronómicos que acuden a la capital catalana gastan por persona y día 341,25 euros
Este hecho, sin embargo, no evita que la cocina tradicional catalana sea una de las mejor valoradas en el mundo, como lo demuestra el ranking de TitanTravel, así como los datos de Turismo de Barcelona, que indican que los turistas gastronómicos que acuden a la capital catalana gastan por persona y día 341,25 euros, frente a los 67,34 euros que gasta un visitante promedio. Pero, nosotros, ¿qué les recomendamos?
La escudella, el icono de la cocina catalana
El Centre d’Estudis d’Opinió ha recogido en su Barómetro de Opinión un listado de los platos más representativos de nuestra cocina según los catalanes. Un 20% de los encuestados considera que la escudella es el icono de la cocina catalana, lo que lleva este plato a liderar el ranking. A continuación, la butifarra, longaniza y los garbanzos (17%) ocupan la segunda posición, justo por encima del pan con tomate (14%) y los calçots (13%).
La crema catalana y los canelones han sido elegidos ambos por un 5% de los catalanes como el plato más representativo de la cocina catalana, seguidos de la paella y la fideuá (3%), el fricandó (2%), la escalivada (2%) y los caracoles a la llauna (2%). Y, precisamente, para todos aquellos que se preguntan cuáles son los mejores lugares para descubrir estos símbolos de la cocina catalana, la periodista Lourdes López lo responde de manera quincenal en la sección Ticket Restaurant, con las últimas novedades de la gastronomía en Barcelona. Estos, son tres ejemplos:
Restaurant Banquet, lo nuevo de Sergi de Meià
Sergi de Meià, cofundador del movimiento slow-food en Catalunya, vuelve a Barcelona con Banquet, un nuevo restaurante desde el cual se ha propuesto defender la cocina catalana tradicional en un territorio tan inhóspito como la Rambla. ¿Qué espera? Atraer a los locales con sus platos de siempre. ¿Por qué hay que ir al Banquet? Porque comer unos buenos canelones, unos caracoles fritos o un bacalao a la llauna es ya casi exótico en nuestra ciudad. “Nuestra cocina es la que acaba siendo excepcional en Barcelona”, sostiene de Meià.
L'Olivé, cocina catalana modernizada
Clásico de la cocina catalana y mediterránea, siempre hay buenos motivos para volver al restaurante L'Olivé. Uno de ellos es su bacalao a la llauna, o el que sirven con samfaina, dos de sus platos estrella. "El plato más vendido es, sin embargo, el espatlle de cabrito y el rape a la donostiarra (Rape entero)", advierte Oriol Olivé, consejero delegado del grupo.
La carta, que en la cocina defiende César Pastor, ha sufrido en los últimos años significativas innovaciones bastante satisfactorias. Mantiene platos tradicionales como el morro de bacalao con suave samfaina, el canelón de pularda, el rape a la donostiarra o la presa ibérica, a los que suma elaboraciones mucho más contemporáneas: el tartar de lubina, el tataki de atún a la brasa o el canelón de cangrejo. Entre los postres el restyling también es más que notable. Si aún hay lugar, su milhojas con fresas y crema siempre es una buena idea. Los clásicos continúan mandando.
Masía Canaletes, calçots en plena Rambla
Si habláramos de Barcelona con un turista, la Rambla sería una de las calles marcadas en rojo en su mapa de visitante ocasional. Muchos restaurantes en esta arteria y sus calles adyacentes son prescindibles, aunque hay honrosas excepciones. Bajo el concepto de "masía urbana", el restaurante Canaletes explota un interiorismo rústico que no se espera cuando uno pasa por la puerta: utensilios en las paredes, alfombras de esparto enrolladas en el techo para crear ambientes, azulejos… Pero, más allá de la impostura estética que pueda atrapar al visitante, su cocina respira autenticidad casera.