Inglés, profesiones y talento: los países que más saben del mundo

Barcelona es la primera ciudad del Estado español que entra en el ranking con un nivel alto, seguida de Madrid con un nivel medio

España tiene un nivel mediano de inglés en comparación con otros países | iStock España tiene un nivel mediano de inglés en comparación con otros países | iStock

El filósofo y escritor Umberto Eco decía que "el gran peligro de la globalización es que nos empuja a una megalengua común", pero es evidente que hoy más que nunca saber inglés es básico para ser competitivo, atraer talento y hacer proyectos a escala internacional. Europa cuenta con el nivel más alto de inglés, pero España continúa empeorándolo por quinto año consecutivo y se sitúa como 35o país a escala mundial en conocimiento de este idioma. Así se desprende del Índice Education First de nivel de inglés, que apunta que, en el mundo actual, "el inglés tiene un fuerte poder para propiciar la formación de redes: cuántas más personas lo utilizan, más útil es". Pero, ¿por qué es tan importando dominarlo? Para empezar, inglés e innovación van de la mano y cada vez se utiliza más en las relaciones laborales vinculadas, sobre todo, a la I+D. En una sociedad interconectada, es esencial conocer esta lengua como medio para trabajar, crear y evolucionar.

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Si bien es cierto que el inglés es necesario para el futuro tecnológico más inmediato, también lo es que la tecnología contribuye a su difusión. En este sentido, el informe destaca que se ha descubierto una correlación entre el dominio de esta lengua e indicadores de adopción tecnológica cómo, por ejemplo, las exportaciones de tecnologías de la información y la comunicación. La evolución de los puestos de trabajo, la globalización y la transformación digital han comportado que muchas profesiones utilicen el inglés como canal de comunicación. De hecho, son los directivos los que más inglés hablan por las relaciones laborales que tienen con otros países.

No es casual, pues, que sean los sectores más competitivos los que tienen un nivel más alto de inglés. Por continentes, Europa cuenta con más países en la franja alta de la tabla, pero, mientras que por ejemplo Francia mejora sus conocimientos, España e Italia están más abajo que la mayoría de países de la Unión Europea. Ocupan la 35a y 36a posición respectivamente -si sumamos varias regiones de la China que se han contemplado en varias posiciones del ranking- y los dos países han visto como un año detrás del otro iban disminuyendo sus niveles de inglés.

 

En la clasificación de las ciudades con más conocimiento de la lengua, las siete primeras son europeas. De las 20 que entran en el ranking, sin embargo, no hay ninguna ciudad española. El top 1 es para Àmsterdam, seguida de Estocolmo y Copenhague. Pero aquí también entran algunas ciudades asiáticas como Bombay, Manila o Kuala Lumpur.

 

En la segunda clasificación, sobre las ciudades con un nivel alto de inglés, encontramos Barcelona, a pesar de que cerrando la tabla. Por delante suyo, pasan otros como Nairobi, Buenos Aires o Lagos. El informe ya pone de manifiesto que Asia amplía la diversidad y, a pesar de que su nivel medio también empeora, es el continente que tiene más variedad en la clasificación con ciudades con muy alto nivel de inglés y otras de muy bajo pasando por todos los colores posibles.

Mientras tanto, y como ya se puede ver en este gráfico, América Latina mejora su conocimiento del idioma por segundo año consecutivo y, en muchos casos, se trata de una mejora representativa.

 

La segunda ciudad del Estado español que entra en el ranking es Madrid, pero ya lo hace dentro de la tabla de las ciudades con un nivel medio de inglés. De hecho, en el ranking de países, España se sitúa dentro de la clasificación de los que cuentan con un nivel medio del idioma. Eso sí, de Europa, el país con una mayor caída en este sentido es Luxemburgo, mientras que Azerbaiyán es el que tiene una puntuación más baja.

En el otro extremo, los Países Bajos son los que tienen la puntuación más alta de toda Europa y Portugal el país que más mejoras ha registrado. Pero Europa todavía supera al resto de los continentes en cuanto al conocimiento de esta lengua, impulsado por las herramientas digitales y, sobre todo, porque es evidente que hoy en día "los científicos e ingenieros no pueden permanecer al margen de la innovación mundial por culpa de las barreras lingüísticas". Y todo ello también fomenta el ecosistema colaborativo.

En esta tercera clasificación del nivel medio del idioma ya se ve que las ciudades europeas van desapareciendo dando paso a otras, sobre todo asiáticas, pero también alguna de la América del Sur donde, después de estar años estancados, "los planes para mejorar el nivel de inglés están cogiendo impulso".

 

Las ciudades africanas, de su lado, ganan terreno en la tabla de las ciudades con un nivel bajo de inglés. Las nuevas generaciones serán clave para generar nuevas oportunidades, nuevas generaciones que acompañan el incremento de la inversión extranjera en el continente sobre todo en proyectos comerciales y de infraestructuras. "Un mayor nivel de inglés reforzaría estas colaboraciones internacionales", subraya el informe.

 

El Oriente Medio todavía tiene que ponerse las pilas. La mayoría de ciudades con el nivel más bajo de inglés del mundo pertenecen en esta zona y, como África, los jóvenes son pieza fundamental para que se produzca este cambio. Mientras tanto, algunos de los países de Oriente Medio todavía se enfrentan a economías frágiles, conflictos persistentes y una dependencia a la ocupación pública, cosa que ralentitza su evolución en el terreno idiomático.

 

A escala mundial, la cosa va mejorando. La brecha por género se ha igualado en este sentido, el sector que se posiciona a la cola en conocimiento del idioma, que es el logístico, sólo está a 10 puntos del que más sabe, el farmacéutico y, lo que es más, cada vez queda más claro que hay una relación positiva entre el dominio del idioma y los indicadores del desarrollo humano y económico. Y es que el inglés es fundamental para los puestos de trabajo "modernos" que evolucionan con la tecnología, pero también para los altos cargos que tienen que relacionarse con sus homólogos otras partes del planeta.

De hecho, el inglés está vinculado a la productividad, al capital humano, al compromiso internacional y a la igualdad de género. Y es que, como decía Carlo Magno, "saber otro idioma es como poseer otra alma".

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