Imagen de un parque de Sant Cugat del Vallès | Tot Sant Cugat
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El alquiler en Sant Cugat se dispara un 60% en 10 años

Sant Cugat es el quinto municipio catalán con el alquiler más elevado

El precio del alquiler de una vivienda en Sant Cugat se ha disparado casi un 60% en diez años: el 2014 era de 801 euros y el 2023 se situó en los 1.269. Una realidad que ha situado Sant Cugat cómo el quinto municipio catalán con el alquiler más elevado, solo superado por Sant Vicenç de Montalt, Cabrils, Matadepera y Alella. Es uno de los fenómenos que explica la expulsión del santcugatenc por motivos económicos, cómo quedó constatado en el estudio sobre las dinámicas residenciales y los riesgos de sustitución de población a Sant Cugat de los geógrafos Oriol Nel·lo y Joan Checa. Una de las conclusiones es que un 10% de los santcugatencs que se han ido del municipio han ido a Rubí, donde actualmente el alquiler mediano es de más de 500 euros menos.

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¿Cuáles son los motivos?

Bajo la opinión de Guifré Homedes, director general de Amat Immobiliaris, hay dos factores que influyen en el incremento del precio del alquiler: la falta de oferta de viviendas en alquiler y la poca cantidad de vivienda de protección oficial. Además, critica que hace años que se señala "como especuladores y los causantes de esta situación a los propietarios de inmuebles de alquiler, la mayoría pequeños y medianos".

Población extranjera

Xavier Soler, de Finques Soler, apunta otra realidad que tiene consecuencias en el mercado de alquiler en Sant Cugat, cómo es la llegada de extranjeros de perfiles económicos elevados que vienen para trabajar en las grandes multinacionales del municipio: "El exponencial incremento de demanda extranjera ha incrementado el precio del alquiler".

"La población santcugatenca sufre cómo pocas la gentrificación que imposibilita, en especial a los jóvenes y mayores con menos ingresos, seguir viviendo al municipio", alerta Soler, que añade que cada vez más gente se ve obligada a compartir piso: Cada año la vivienda es más inaccesible".

La ley del alquiler

El gobierno español aprobó este 2023 una nueva ley de la vivienda que busca facilitar el acceso y frenar los incrementos de precios del alquiler. Además, en 2021, Catalunya también estableció una ley propia que ponía un límite en el precio del alquiler, que fue derogada. Guifré Homedes considera que los diferentes cambios normativos que buscan frenar el precio del alquiler han hecho reducir la oferta.

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"Si solo nos limitamos a regular o topar el precio del alquiler, tampoco resolveremos el problema del acceso a la vivienda", alerta el director general de Amat Immobiliaris, que asegura que limitar los precios provoca que menos propietarios quieran poner su piso en alquiler. Xavier Soler también se muestra crítico: "No solo no han servido para regular ni abaratar precios, sino todo lo contrario: han puesto a la defensiva propietarios e inquilinos, han provocado que los precios suban para defenderse de futuras limitaciones". "El primer problema al acceso no es el precio, sino la falta de oferta, y el segundo problema sí que es el precio. Se pueden topar los precios, pero los inmuebles tampoco estarán", concluye Guifré Homedes.

Un Sant Cugat "roto" por el elevado precio del alquiler

El Sindicat de Llogaters de Sant Cugat alerta que el incremento "desorbitado" de los precios del alquiler en los últimos años ha provocado un movimiento de "desahucios invisibles" de santcugatencs que han tenido que marchar de la ciudad: "Los precios expulsan los vecinos de su casa". "La afectación es transversal, pero en los jóvenes se hace más evidente por la imposibilidad de emanciparse en la ciudad donde te has criado", denuncia Mariona Bota, del Sindicat de Llogaters.

Para Bota, el éxodo obligado de muchos santcugatencs por el precio de la vivienda "rompe el tejido asociativo y comunitario de los barrios": "Hace que tengamos un Sant Cugat sin conocimiento entre vecinos, donde se vive de forma aislada e individualista". Además, las personas afectadas ven cómo se alejan de su entorno.

¿Sant Cugat, un lujo?

Mariona Bota denuncia que muchos santcugatencs que se ven obligados a marchar lo hacen en silencio: "Las personas viven con cierta culpa el hecho de no poder vivir aquí y marchan de forma silenciosa". En este sentido, denuncia que se ha creado un "imaginario" de un Sant Cugat "idílico y benestante, donde solo los que se lo pueden permitir pueden vivir". "Se ha hecho ver que sea un lujo vivir en Sant Cugat", resume.

Con todo, se muestra escéptica con que la nueva ley de vivienda española pueda servir para hacer bajar los precios, puesto que no contempla un régimen sancionador a los propietarios si no cumplen la legislación. Para el Sindicat de Llogaters, hay un problema de raíz que hace que "la vivienda se entienda cómo una mercancía y no cómo un derecho". 

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