El Ayuntamiento de Barcelona ha llegado a un acuerdo para cerrar los presupuestos más altos de su historia para 2021. El total llega a 3.200 millones de euros, según el borrador que han pactado BComú, el PSC y ERC. La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, ha asegurado que el objetivo es "apostar al máximo por la inversión pública" para hacer frente a la crisis del coronavirus.
En esta línea, el documento destina 300 millones de euros a vivienda, infancia y economía local. El próximo miércoles se votarán los presupuestos en el pleno municipal, pero se prevé que las tres formaciones, que suman un 70% del consistorio, los aprueben sin imprevistos. Aún así, el primer teniente de alcalde del ayuntamiento, Jaume Collboni, ha recordado que todavía están abiertos a alegaciones, así que puede haber cambios.
Además de estos 300 millones de euros que irán destinados a vivienda, entre otros cosas, unos 50 millones serán para comprar el 30% de las viviendas de promociones privadas, para incrementar el parque de inmuebles públicos. Unos 30 millones más se invertirán en proyectos de proximidad, como la rehabilitación de equipamientos, mejoras del espacio público, etc.
A pesar de que todavía no se han dado a conocer los detalles de las cuentas públicas, también habrá un fondo para obras de rehabilitación, ampliación y mejora de los equipamientos escolares de la ciudad, al que se destinarán unos 26 millones de euros. Otro fondo, de 12 millones, será para la atención a la niñez, mientras que 12 millones más se dedicarán a reforzar las ayudas para el pago del alquiler de familias vulnerables, la atención domiciliaria y dispositivos específicos para dar respuesta a la pandemia.
Medidas covid en fiscalidad
Los presupuestos mantienen una reducción del 75% del impuesto de terrazas, una de las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis provocada por la covid-19. Aún así, esta rebaja se puede revisar a lo largo del año que viene. El pago de la tasa sobre las estancias turísticas en la ciudad se retrasa. Además, se reduce, también un 75%, el tributo de uso del espacio público por parte de mercados no sedentarios, ferias, quioscos de prensa, floristerías, churrerías y vendedores de castañas.
La intención, según ha explicado Collboni, es "no subir los impuestos, pero permitir inyectar hasta 500 millones de euros en inversiones". El empleo es otro de los pilares de estos presupuestos, ante la crisis económica asociada al coronavirus. Por eso, se destinan unos nueve millones de euros a planes de empleo con estímulos para contribuir a la recuperación económica de las empresas.
De estos, 1,5 millones serán ayudas para la digitalización; tres millones serán para los sectores más afectados por la crisis, tres millones más en bonos de consumo del comercio de proximidad y tres más en apoyo al comercio, el turismo y la restauración. Estos sectores también contarán con 20 millones de euros en inversiones para normalizar la actividad.