Behabitat, del totxo a la lana

La empresa leridana construye viviendas con madera y lana de oveja como aislante, en sólo 4 meses y que sólo gastan 300 euros anuales en climatización

El objetivo de Behabitat era hacer accesible el concepto de casa pasiva
El objetivo de Behabitat era hacer accesible el concepto de casa pasiva
03 de Enero de 2017
De la experiencia adquirida trabajando en la dirección de obras de los proyectos constructivos, a la empresa leridana Behabitat le surgió la inquietud de mejorar el proceso, ofreciendo soluciones racionales que redujeran sus costes ambientales y económicos. Así surgió la compañía, formada por tres jóvenes emprendedores, aparejadores de profesión, que se ha convertido en la primera constructora en el ámbito estatal que realiza viviendas unifamiliares y plurifamiliars al centro urbano de las ciudades. Sus edificios, autosuficientes desde el punto de vista energético, están construidos con madera.

Uno de los socios de la firma, Oriol Aubets, explica que uno de los objetivos fundacionales de Behabitat era hacer accesible el concepto de casa pasiva. "La idea de inicio era poner al alcance de todo el mundo la casa pasiva de consumo casi cero, demostrando con ejemplos que ni en el momento de construirla ni cuando ya lo está resulta más cara que una tradicional". A este beneficio, se suma el hecho que las viviendas se finalizan en cuatro meses y sólo consumen 300 euros anuales en climatización.

Claves en mano para nuevos clientes
"Queríamos romper con el que está establecido y cerrar todo el proceso para ser capaces de ofrecer una casa pasiva con el sistema de claves en mano", recuerda Aubets. La estrategia de Behabitat implica avanzarse a las necesidades del mercado y eliminar las barreras mentales que todavía hay entre construir con totxo y hacerlo con madera. "Tendría que ser el mismo un material que el otro y además ponemos en marcha un camino que tendría que estar finalizado el 2020, cuando la normativa establece que todas las obras tienen que estar auditadas con la calificación energética A".

Desde la constructora leridana están aprovechando el cambio de mentalidad de los ciudadanos. "Ahora, el ahorro energético es una convicción, no una vocación". Con estos elementos, Aubets añade que "nuestro perfil de cliente es muy amplio, puesto que se trataría de una persona de entre 25 y 60 años, concienciado y que quiere una casa personalizada a su gusto".

La lana de oveja como aislante
En su día a día, Behabitat busca introducir las casas de madera a los cascos urbanos de las ciudades. En un contexto donde la construcción está repuntant, después de un largo periodo de estancamiento y parálisis en la actividad, Aubets señala que "la recuperación tiene que venir a través de las casas eficientes, tanto en su proceso constructivo, como en el mantenimiento". Las casas que monta Behabitat generan un gasto anual media en energía muy baja.

Para hacer todavía más sostenible todo el camino, la firma leridana está en busca de madera autóctona. Además, uno de sus disparos diferenciadores y que utilizan a menudo es la lana de oveja del Pirineu leridano como aislante. Aubets precisa que "el aprovechamiento de sus propiedades nos permite cumplir mejor los criterios de conductividad térmica, la resistencia a los cambios de temperatura y supone un menor impacto ambiental a la hora de producirse como material".

Con el objetivo de desmontar algunos de los mitos que todavía se mantienen sobre este sistema productivo, Aubets señala que "no hacemos casas prefabricadas, sino que industrializamos su proceso de construcción. Las estiércol a medida y gusto del cliente, incluso con fachada de cerámica, aunque sí que es verdad que damos prioridad a las tecnologías de construcción en seco por un tema de rapidez". Así, el plazo de ejecución es de cuatro meses de media.

800 euros por metro cuadrado
Desde el punto de vista económico, el precio mediano del metro cuadrado se sitúa en los 800 euros. Más allá de su valor, el socio fundador de Behabitat destaca que "nuestras viviendas no producen costes medioambientales y reducen el consumo energético respeto los tradicionales. Son ahorros importantes".

Después de haber proyectado varios edificios en la ciudad de Lleida, Behabitat trabaja en una casa unifamiliar pasiva en el barrio de la Bordeta de la capital del Segrià, dos más al barrio residencial de Ciutat Jardín y otro al casco urbano de un pueblo de Girona. Todas ellas, de carácter y tipologías diferentes, responden a la filosofía única de la compañía leridana "de conseguir edificios racionales que aporten felicidad a las personas que los habitan".