El Maresme, un pie en tierra y un pie a mar

El desplomament del textil y la irrupción de la crisis obligan el Maresme a reconvertir su tejido económico

En el Maresme, las cifras no son alentidores: es la comarca con la cuarta tasa de paro más elevada del país (18%) y su capital, Mataró, la ciudad de más de 50.000 habitantes con mayor porcentaje de parados (22,8%). Son unas 15.000 personas sin trabajo. La crisis económica global ha torpedinat la cuarta comarca más poblada de Cataluña.

En época de vacas grasas, ya presentaba una vía de agua caudalosa: "Partíamos con un handicap importante por la caída del textil, y la irrupción de la crisis ha acentuado nuestros males", admite Esteve Vilaseca, gerente de la empresa textil Vilaseca, una de las supervivientes del sector en el Maresme. El hundimiento de este sector, motor histórico del territorio, ha dado obligado a buscar nuevos modelos económicos, basados en el conocimiento, los servicios y el turismo.

Zona textil
Pero, mientras las heridas de la recesión cuezan, es complicado demostrar la validez de los nuevos caminos económicos del Maresme. El género de punto, gran signo de identidad del Maresme, ha desaparecido. La llegada masiva de productos confeccionados en la China no le ha dado escapatoria. Buena parte de las grandes empresas y las marcas más emblemáticas han quedado borradas del mapa. Eso sí, el textil y la confección mantienen un peso nada despreciable: "Las grandes firmas de toda la vida han desaparecido, pero hay de pequeñas que, a pesar de que han trasladado la producción al extranjero, se mantienen vivas en el territorio", explica Pere Lleonart, del Gabinete de Estudios Económicos, autor de numerosos análisis sobre el Maresme.

El textil maresmenc representa hoy en día más del 20% del conjunto de la provincia de Barcelona. El sector lo abanderan firmas punteras como Punto Roma, Boboli, Canada House o DB Apparel y se ha visto reforzado por la instalación en Tordera del centro de distribución internacional de Massimo Dutti, de la multinacional española Inditex. A este conjunto hay que sumar otro activo, Cetemmsa, un centro de investigación de materiales y dispositivos inteligentes que se aplican principalmente en tejidos.

Pequeñas
Más allá de las supervivientes del textil, el industria tiene pesos pesados en el sector químico y farmacéutico , con firmas como Procter&Gamble, Hartmann, Bioibèrica o Alcon Cusí. Por dimensión y facturación, el líder del Maresme es el grupo Sehrs, una corporación de 63 empresas dedicadas a la logística, el turismo, la producción alimentaria, los servicios y las nuevas tecnologías. Aunque la comarca no se define precisamente por las grandes firmas.

Se trata de la tercera comarca de Barcelona con mayor presencia de microempresas , con una dimensión mediana de 7 trabajadores por empresa, unos tres puntos por debajo de la media a las comarcas barcelonesas. La industria, pero, ya no marca la pauta: tan sólo genera un 16,2% de los puestos de trabajo.

La economía del Maresme es hoy básicamente terciaria, escorada en el sector servicios, donde se engloba cerca del 75% de las empresas de la comarca. Sectores históricos como el hortícola y la floricultura también han quedado desdibujados. La comarca ha puesto todos los huevos al mismo cesto, cosa que es vista con cierta preocupación. "No podemos vivir exclusivamente del sector servicios, necesitamos una economía más equilibrada, con mayor pes de sectores como la industria o la agricultura", dice Vilaseca.

Comarca dormitorio
El dominio del sector servicios, el retroceso industrial y la proximidad de Barcelona han convertido el Maresme en una comarca básicamente residencial y con una fuerte dependencia verso la capital catalana. Diariamente salen del Maresme unas 62.000 personas que trabajan fuera la comarca, pero tan sólo unas 15.000 hacen el camino inverso'p. "El saldo de la movilidad laboral en el Maresme es muy negativo, y lo empuja a convertirse en una comarca dormitorio", defiende Lleonart.

El crecimiento demográfico experimentado durante los últimos años se ha desvinculado de la dinámica productiva. Según datos del 2010, el Maresme concentra un 5,7% de la población catalana, pero su economía tan sólo representa el 3,7% del PIB catalán. La crisis del totxo ha frenado en seco la construcción de primeras y segundas residencias.

La crisis del totxo
Entre las víctimas figura Caja Laietana, la desaparecida entidad de ahorros del territorio, muy expuesta al sector de la construcción y a los negocios inmobiliarios. Como consecuencia del desplomament del sector, se ha generado una importante bolsa de paro, que se suma a la proveniente del sector del género de punto. Ambas están formadas por un perfil de parado de baja formación y poca experiencia en otros sectores que hace difícil su recolocación.

Desde el ámbito sindical, consideran que la única vía para generar ocupación es dar nuevo vigor a la industria. El nuevo secretario general de CCOO en el Maresme, Gonzalo Plata, cree que "hay que crear un nuevo tejido industrial que recupere la pérdida que ha sufrido el territorio en este ámbito" y reforzarlo con "estrategias de innovación e internacionalización".

Hoy por hoy, la principal apuesta que ha intentado articular el Maresme para promover la reconversión de su tejido económico obsoleto ha sido la creación del TecnoCampus, el parque tecnológico, empresarial y universitario ubicado Mataró. Un intento de vehicular proyectos compartidos por el conjunto de la comarca, una misión bastante complicada atendiendo a la diversidad geográfica y socioeconómica del Maresme. En la comarca conviven pueblos como Alella, Cabrera o Teià, con porcentajes de paro por debajo del 10% y lavas per cápita entre las más altas de Cataluña; con municipios como Mataró, Tordera o Pineda que superan el 20% de parados.

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