Las comarcas de Lleida han dado el pistoletazo de salida esta semana a la campaña de cosecha de almendra con la previsión de alcanzar producciones "altas" y buenos calibres en la mayoría de las variedades de los campos de regadío, según ha indicado el responsable de fruta seca de JARC, Xavier Cullerés. En el lado opuesto están las fincas de secano, que todavía arrastran los efectos de la sequía con árboles muertos que no se llegan a replantar. En cuanto al precio de la almendra, se ha recuperado respecto a la campaña pasada y actualmente se sitúa alrededor de los cuatro euros. Según el informe del Departamento de Acción Climática de junio, la previsión de cosecha de almendra en Lleida se sitúa en unas 24.000 toneladas, unas 6.570 más que el año pasado.
Sin incidencias climáticas ni afectaciones por el frío o el calor, la campaña de cosecha de almendra en fincas de regadío ha comenzado en las comarcas de Lleida con la previsión de que todas las variedades, excepto la Vairo, alcancen buenas producciones y calibres. "Este año la almendra se ha desarrollado bien", ha señalado Cullerés.
En el lado opuesto están las fincas de secano, que todavía arrastran los efectos de la sequía con árboles muertos que no se llegan a replantar
Por el contrario, en las zonas donde los agricultores no tienen la posibilidad de regar todavía sufren una sequía "importante", y Cullerés considera que cultivos de este tipo serán "testimoniales" si el agricultor no invierte en instalaciones de riego. "Cada año las fincas llegan más empobrecidas, los árboles se mueren y la gente no los replanta", ha explicado el responsable de fruta seca de JARC.
Por otro lado, la campaña ha comenzado con precios que se sitúan alrededor de los cuatro euros, uno más que el año pasado y la cantidad mínima para cubrir los gastos. Por ello, ha destacado Cullerés, "si la producción es la adecuada, estaríamos por encima de los costes".
Los agricultores han comenzado la cosecha con variedades tempranas como la Vairo, que este año no tiene una gran producción. Posteriormente, el sector trabajará con otras variedades como la Constantí, que tiene un índice de producción más alto.
La apuesta por la almendra, en aumento
Durante los últimos años, la tendencia de los agricultores que han optado por cambiar cultivos de fruta de hueso por almendros ha aumentado. "La almendra necesita poca mano de obra", ha explicado Cullerés, quien también ha señalado que, mientras que en una explotación de fruta de hueso de unas 20 hectáreas se necesitan entre 10 y 15 personas para cosechar, podar y aclarar, en el caso del cultivo de fruta seca estas tareas están mecanizadas. "Una sola persona puede hacerlo tranquilamente y le sobra tiempo", ha dicho Cullerés.