
La empresa Jomar, la histórica y emblemática tienda de bricolaje y electrodomésticos de Empuriabrava fundada en 1972, inicia este mes de julio una nueva etapa gracias al traspaso del negocio a una nueva generación de gestores. El relevo ha sido posible gracias a la implicación de los empresarios Edgar Colomer y su esposa Míriam Falgàs, que asumen a partir de ahora la gestión del establecimiento, evitando así su desaparición en un momento clave para el comercio local.
Jomar nació a raíz del crecimiento de Empuriabrava y se ha convertido en un punto de referencia en la comarca del Alt Empordà
Fundada por Josep Maria Martorell, electricista y hojalatero de formación, y su esposa Ulrike Müller, Jomar nació a raíz del crecimiento de Empuriabrava y se ha convertido en un punto de referencia en la comarca del Alt Empordà. En más de cinco décadas, ha crecido de los 100 a los 2.600 metros cuadrados y ha sabido mantenerse como una tienda de proximidad, comprometida con la calidad, el servicio y la atención personalizada.
Un relevo responsable para asegurar el futuro
Con motivo de la jubilación, los fundadores optaron por no vender la empresa a fondos de inversión ni cerrarla, sino buscar una salida que garantizara la continuidad del proyecto. El traspaso asegura no solo la preservación de un comercio emblemático, sino también el mantenimiento de los 18 puestos de trabajo que actualmente genera Jomar.
El traspaso asegura no solo la preservación de un comercio emblemático, sino también el mantenimiento de los 18 puestos de trabajo que actualmente genera Jomar
“El secreto del éxito ha sido la dedicación, la seriedad y un buen servicio al cliente”, explica Josep Maria Martorell. “Estamos muy contentos de haber encontrado relevo y garantizar que Jomar seguirá siendo un referente en el territorio. Nuestro eslogan ha sido siempre tenemos casi de todo, y nuestro activo más grande es la atención cercana y profesional”, subraya el fundador.
Compromiso con el comercio de proximidad
En un contexto de transformación del sector minorista y con el auge de la compra en línea, la pervivencia de negocios como Jomar representa una apuesta clara por la resiliencia del comercio local. La nueva dirección quiere mantener este espíritu, reforzando los valores que han hecho grande la empresa: atención personalizada, calidad de producto y servicio postventa.
“Nuestro objetivo es dar continuidad a un proyecto que funciona muy bien y tiene un gran reconocimiento en la zona”, afirma Edgar Colomer, nuevo gestor de Jomar. “Conozco bien la tienda, he comprado mucho como profesional del sector de la construcción, y sé de su potencial. Apostaremos por mejorar el servicio, renovar la imagen del establecimiento y ampliar la oferta, pero siempre manteniendo la esencia de un comercio cercano y familiar”. El proyecto cuenta con el apoyo de la asesoría Ricart de Roses.
Un modelo de negocio arraigado y solvente
Jomar forma parte de la cooperativa de ferreterías Optimus, la más grande a escala estatal, y trabaja con las principales marcas nacionales e internacionales. La empresa factura actualmente cinco millones de euros y ofrece una amplia gama de productos y servicios: ferretería, fontanería, electricidad, jardinería, electrodomésticos, servicio técnico, entrega a domicilio y mucho más.
Este traspaso no solo representa una historia de éxito empresarial, sino también un modelo a seguir para la preservación del tejido comercial local, en un momento en que el sector afronta grandes retos.