El Port derrocará el IMAX este año para acoger el Liceu Mar

Damià Calvet considera el proyecto "una palanca para afrontar un cambio más ambicioso" en el Moll d'Espanya

El presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, el director de Puerto Viejo, Joan Colldecarrera y el arquitecto Sergi Carulla | EP El presidente del Port de Barcelona, Damià Calvet, el director de Puerto Viejo, Joan Colldecarrera y el arquitecto Sergi Carulla | EP

El Puerto de Barcelona derrocará el IMAX antes de 2023 para hacer espacio para la segunda suyo del Gran Teatro del Liceo, el que se conocerá cómo Liceo Mar. El presidente del organismo Damià Calvet ha anunciado que el espacio se derruirá cuando el proyecto del equipamiento cultural salga a licitación y se adjudique, cosa que espera que se produzca "más bien que tarde". El patronato del Liceo se reunirá a tal efecto durante el mes de abril.

Según el presidente Calvet, la segunda sede del Liceo servirá como "una palanca para afrontar un cambio más ambicioso sobre el Muelle de España" que, según la autoridad portuaria, tendrá que hacerse más accesible, con más visión de la lámina de agua y que sirva como reivindicación de la "cultura portuaria".

Calvet ha asegurado, además, que el Maremagnum no tardará a derrocar sus antiguos cines para abrir el espacio al exterior, a pesar de que no ha podido confirmar si esta obra se producirá durante el ejercicio presente. También ha comunicado que el proyecto para la reordenación del Moll dels Pescadors está acabado, y permanece a la espera de licitación, que se producirá de cara en verano.

Islas climáticas

El Port de Barcelona ha inaugurado también siete nuevas islas climáticas en el Port Vell. La acción ha supuesto una inversión de 300.000 euros, y tiene efecto sobre unos 3.000 metros cuadrados de superficie portuaria. En este sentido, Damià Calvet ha defendido que la intervención tiene como objetivo "hacer Barcelona desde el Puerto".

Las islas climáticas están distribuidas entre Portal de la Pau, Moll de Bosch y Alzina – con dos cada zona – y el passeig Joan de Borbó, con tres instalaciones. En las áreas afectadas se han plantado árboles y espacios verdes, y se han instalado nebulizadores que templarán la zona con expulsiones regulares de vapor de agua. También cuentan con un pavimento de bajo índice térmico, que reduce la temperatura ambiente en hasta cuatro grados.

Según Calvet, el proyecto del Port tiene que estar en un contacto más intenso con Barcelona. "Esto no se puede quedar aquí – ha anunciado el presidente de la infraestructura – tenemos que ir hacia más intervenciones, siempre con este objetivo que el puerto sea más abierto a la ciudad". En este sentido, ha defendido que la ciudad reivindique "con orgullo" su Port.

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