Norma Editorial, la embajadora catalana del noveno arte

La empresa celebra el 40è aniversario con un modelo basado en la edición, publicación y distribución de cómicos que los permite mantenerse en pie a pesar de la crisis y el consumo tecnológico

Desde que Norma Editorial inició su recorrido, ha tenido una ambición muy clara: "Publicar los mejores cómicos de autores de todo el mundo". Es la filosofía que el actual director general, Óscar Valiente, heredó del fundador del negocio, Rafael Martínez, el 1977 y que hoy todavía define aqueta emprendida embajadora del noveno arte al mundo.

"En España había autores buenos que trabajaban para editoriales extranjeras, eran obras que después no se venían aquí. Si afuera funcionaba, por qué no tener una edición en castellano?", reflexiona. Con esta estrategia, la compañía se hizo un nombre en el cómico europeo y adquirió un liderazgo al mercado que todavía mantiene como editora, la cual cuenta con más de 10.000 títulos publicados.

Un negocio de 360°
Pero el que los ha permitido llegar a su 40è aniversario con un negocio estable -sin haberse financiado nunca con capital de terceros, siempre con fondos propios, y aguantando las crisis de los 90 y del 2008-, ha sido la apuesta por un modelo 360°: producción, edición, publicación y distribución con almacén de obras europeas, americanas y japonesas, y también revistas.

El salto hacia la distribución de su propio producto se hizo al inicio de la década de los 80. En aquel momento ni la venta a los quioscos ni a las librerías era una salida, por el que fue una apuesta para escoger sus puntos de venta. Con el tiempo, esta es una batalla ganada. Según Valiente, el efecto tecnológico y Amazon han traído las librerías a aglutinar "muchas pequeñas especializaciones", puesto que vivir sólo de bestsellers o libros de texto no es viable. "Antes no se veían novelas gráficas ni cómicos que no fueran Asterix y Obélix o Tintín, mientras que hoy han tenido que ampliar la oferta para atraer gente joven y niños", añade.


Óscar Valiente, socio y director general de Norma Editorial. A. Corón

El último paso se hizo con la apertura de Norma Cómics el 1983, un espacio para la venta de títulos publicados por ellos mismos y otros de editores de todas partes que año tras año ha ido creciendo en oferta y en metros cuadrados. "Se concibió como un tipo de showroom, ayuda a posicionarte y tener un contacto directo con el lector", explica el director general, quien recuerda que ha sido el escenario de una de las siete únicas tiendas al mundo de Tintín. Ahora ocupa cerca de 600 metros cuadrados, donde se incluye el restaurante Glups abierto hace sólo un año para ser concebido como un lugar de encuentro por los amantes del noveno arte.

Para Valiente, esta apuesta estratégica de crear, publicar, distribuir y vender los ha dado "una visión completa de todos los jugadores". "Nos podíamos poner a la piel de todos, saber qué problemas tenían, qué carencias había al mercado... Es una visión que hemos tenido hasta hoy y que ha sido importando para no perder el foco completo del negocio", concluye. Y que los ha situado como uno de los equipos más grandes de Europa, con 50 trabajadores, dentro del campo de las editoriales.

Cómicos que cruzan el Atlántico
La pata principal del negocio es la editorial. Representa cerca del 60% del negocio y cuenta con España como el mercado principal, seguido de Latinoamérica y después Europa. Las ganancias de la tienda Norma Cómicos son un pequeño segmento, pero es un canal que Valiente asegura que incrementa año tras año su facturación.

Con la querencia de la ecommerce, quieren explotar el mercado online. El objetivo es potenciar la tienda digital a través de Norma Cómics durante el 2017, como también incrementar el número de títulos del portal Cimoc, creado para hacer frente al uso del móvil y las mesitas. En este sentido, el director recuerda que siempre han cuidado su imagen en el mundo online, donde afirman que son "líderes en redes sociales con más de 100.000 seguidores sólo a Facebook".

Parecería que otra pata son los acontecimientos y salones del Manga y del Cómico como el que se celebra el próximo fin de semana en Barcelona. Años atrás, estas dos citas obligatorias -impulsadas por Norma y otros editores agrupar a Ficomic- por los fans de las viñetas suponían un punto importante en el gráfico de ventas anuales. Hoy, en cambio, no representan ni el 1% de la cuota de negocio, se conciben más como acontecimientos donde promocionar las novedades y la marca. Una situación resultante de la cantidad de canales de venta varios que tiene el consumidor.


Estand de la editorial en uno los salones de Barcelona. Cedida

Un banco de pruebas constante
A lo largo de la historia de la compañía, Norma Editorial se ha embarcado en proyectos que han acabado fracasando. Valiente valora estas experiencias como "parte del ADN de intentar cosas nuevas y seguir innovando", por el que el hecho de no haber salido bien no los pone trabas para iniciar nuevos proyectos.

Destaca el intento de abrir una nueva vía de negocio con el estudio de animación Norma Animation. El punto de partida era una serie que contaba con la red europea Eurovisión como co-productor, pero que topó con la crisis y no salió adelante.

La última apuesta es un sello infantil para llegar al público más joven y "inculcarlos la pasión por el cómico para tener futuros lectores". Un segmento que, según el director general, los editores no han sabido trabajar estratégicamente y donde hace falta una promoción totalmente diferente para llegar a los padres y a los más pequeños.

Una crisis para poner las cosas a su lugar
El 2007 fue el año récord en términos de facturación para el equipo de Norma Editorial, formado entonces por más de 65 trabajadores. El año siguiente, con la recesión económica, fue el primero de un periodo de recortar en inversiones, proyectos y plantilla.

La lección que Valiente extrae es que "se demostró que crecer para crecer es una locura". "Con el boom que había habido, muchas empresas perdieron el norte. Si no crecías, era un fracaso", afirma, "cuando esto el que hacía es que nos obsesionáramos y no disfrutáramos". Por este motivo, los socios cambiaron la gestión de la empresa: "Decidimos priorizar hacer un trabajo útil, atractiva y que nos guste. Los resultados ya vendrían después". Y vinieron, porquee l 2016 han cerrado con una facturación de cerca de 13 millones de euros, a niveles de la del 2007, y con un éxito superior al de aquel momento en todas sus divisiones.


Tienda de Norma Cómicos. Cedida

En los próximos años el director de Norma cree que la revolución digital acabará llegando al sector y que hasta ahora sólo ha afectado la novela porque el lector de cómicos "vive mucho del libro como objeto". De aquí que quieran fortalecer su presencia online y seguir apostando por tendencias al mercado como Juego de Truenos, Harry Potter o Metallica para ampliar el catálogo.
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