La campaña de trufa negra ya se ha dado por terminada y la producción en Catalunya se ha situado en torno a las tres toneladas, según informa el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC). La falta de precipitaciones y las altas temperaturas han impactado fuertemente en esta campaña en todo el Estado, aunque desde el CTFC aseguran que la producción ha podido mantenerse en Catalunya "gracias al cultivo y al riego de apoyo". El bajón de la producción a nivel global ha hecho incrementar a los precios y se ha llegado a pagar un precio medio de 500 euros el kilo a los productores.
La producción de trufa en Catalunya se concentra mayoritariamente en Lleida. Según los datos de la Cambra de Comerç de Barcelona, Catalunya representa cerca de un 32% de las exportaciones de trufa fresca y un 57% de la trufa en conserva de todo el Estado. Por otra parte, Lleida tiene una cuota de mercado de casi el 70% de las exportaciones catalanas de trufa fresca. Los principales destinatarios son Francia y Estados Unidos.