
Ni togas, ni birretes. Ni disturbios estudiantiles. La inauguración del curso académico 2013-2014 en la Universitat Pompeu Fabra se ha hecho, como siempre, sin pompa ni circunstancia, y sin aspavientos. Se pone todo el énfasis en la lección. Este año ha sido densa y profunda, erudita y trabajada, y a la vez amena, atractiva y entendedora, y por lo tanto provechosa.
Teníamos ante un profesor con solidez académica y a la vez con expertesa profesional. Es el doctor Albert Carreras de Odriozola, 58 años, ahora secretario general del Departamento de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña, y desde hace años catedrático de Historia e Instituciones Económicas de Pompeu Fabra. Nos anunció en el título de la sesión que expondría "algunas lecciones de la historia y para la historia".
Tenía al lado y ante suyo alumnos muy atentos: el rector de Fabra, Jaume Casals, 55 años; la empresaria Núria Base, presidenta del Consejo Social de la Universidad que nos reunía; el secretario de Universidades e Investigación de la Generalitat, Antoni Castellano; invitados relevantes, como por ejemplo Narciso Serra -de un tiempo acá lo encuentro por todas partes, más que nunca-; y rectores y vicerrectores, catedráticos, profesores, amigos, y un buen puñado de estudiantes.
Carreras señaló una primera lección de historia económica: "No se tiene que repetir el error del banco central de los EE.UU. (la Reserva Federal) después de 1929, que dejó que los bancos quebraran y no compensó la destrucción de crédito y la deflación subsiguiente con una política de expansión del crédito o, como mínimo, de la cantidad de dinero en circulación."
Carreras invocó a Milton Friedman (1912-2006), el experto en política monetaria que arreció su prestigio al convencer todo el mundo de un remedio por aquella crisis: "Si la Reserva Federal hubiera dispuesto de un objetivo de crecimiento moderado de los precios nos habría ahorrado la gran depresión mercedes a políticas monetarias y creditícies expansivas". La conclusión de nuestro profesor fue conversada: "No podemos prescindir del crédito, pero tampoco podemos prescindir de una buena regulación del crédito". Espoleó, hacia el final, a perseverar en las virtudes del trabajo: "El crecimiento económico no es un tesoro escondido. Nos obliga a emprender aquello que sedice reformas estructurales, y estas hacen mucha pereza".
El rector Casals remachó el clave. Nos animó a salir del vallado de la pereza. "Se trata –dijo- de esventrar las murallas de la Universidad y abrirla de una manera definitiva al porvenir del en torno a innovación y transferencia que se desarrollará en Barcelona durante los próximos años".
La empresaria Núria Base ya había abierto aquella mañana un esvoranc a la muralla universitaria: -"Os exhorto –había dicho- a traer a la sociedad los valores y los conocimientos que obtengáis en la universidad".
La historia ver por Carreras contribuye a intervenir con garantías sobre la actualidad económica, pero también nos abastece de metáforas para sacarnos de sobre la resignación, la pasividad y la pereza.