Ejecutivos a 40°: como sobrevivir con traje y corbata

Sólo las empresas más jóvenes apuestan para dejar al armario el clásico conjunto oscuro

El calor y el traje de hombre son dos elementos incompatibles con la llegada del verano. Las altas temperaturas de esta estación hacen que, a menudo, la elegancia de la americana se convierta en un suplicio.

Así lo explica Joan Crees, banquero, que día detrás día se pone el traje y la corbata para ir al trabajo. "Estás deseando llegar a la oficina y notar el ambiente frío del aire acondicionado, si tienes la suerte de encontrártelo en una buena temperatura", comenta. Una situación que no pasa a todas las empresas, puesto que algunas evitan hacer un uso excesivo. Entonces, cuál es la solución ante el calor? La apuesta más lógica pasa para cambiar los hábitos de vestimenta, pero a cada empresa es diferente.

Trajes para todo el año

"Ahora se buscan tejidos menos gruesos para unificar el vestuario", explica Isabel Fernández, dependienta de la cadena de ropa Nino Álvarez. Cómo que el aire acondicionado y la calefacción permiten regular la temperatura ambiental de las oficinas, muchos ejecutivos prefieren comprar trajes que sirven tanto por el invierno como por el verano. Se evitan las lanas gruesas y se buscan teles sintéticas que se arruguen poco. De este modo, la misma ropa sirve por todo el año.

A pesar de que estos trajes son una tendencia clara, todavía hay quién se desmarca y va más allá. "Cada vez hay más empresas que quieren diferenciarse y apuestan por alternativas atractivas como traer ropa informal los viernes o permitir a sus trabajadores no llevar corbata", matiza Fernández. Son medidas que, en verano, se ven más, pero siempre en negocios jóvenes.

Tejidos frescos y un estilo más informal

Ser el afortunado que no lleva americana no es por elección propia, sino que depende del tipo de empresa donde se trabaje. Un caso claro, el de banqueros o abogados: "Por mucho que me quiera sacar la americana, no puedo, por mí no es normal", afirma Cruces. Este es el caso de una compañía conservadora, uno de los tipos de filosofía que define Domingo Obradores, director general de la marca de ropa Macson. "Mantienen el concepto del traje, ya sea verano o invierno, porque pretenden dar una imagen de seriosidad", argumenta.

Al lado opuesto hay las compañías que buscan un estilo urbano. Utilizan pantalones de algodón, camisas de lino y americanas más ligeras, especialmente en verano. Son empresas con una mente más abierta y que, según Obradores, dan más seguridad ante los clientes, puesto que no marcan una diferencia de estatus.

Este es el estilo de Macson. En verano, los empleados que no están de cara al público visten bermudes y camisas de lino. La ventaja: "Vas cómodo, no pasas calor y trabajas más y mejor". Pero hay que matizar que esto sólo pasa a la oficina, puesto que los trabajadores que están de cara al público continúan trayendo el traje. "Nosotros intentamos implantar este nuevo concepto más deporte, puesto que, al fin y al cabo, el hábito no hace el monje", añade el director de la cadena de tiendas.

Protocolo corporativo

Por lo tanto, independientemente de la época del año, los valores y la imagen de la compañía marcan las pautas de todo. "Esto es el protocolo corporativo, la impresión que se quiere transmitir a los clientes y al exterior", explica Montse Sánchez, asesora de imagen personal y corporativa. Según la experta, el estilismo cambia poco porque es el protocolo de empresa quién escoge la forma de vestir. Según Sánchez, "la flexibilidad a la hora de elegir la ropa es un aspecto que varía mucho en función de la actividad del negocio", una idea que comparte con el responsable de Macson. Pero, en general, cuesta liberarse del estilo austero, detalla Sánchez.

Y las mujeres ejecutivas? "Ellas son más atrevidas y llevan estampados pequeños y colores luminosos, más cálidos y frescos", comenta la asesora de imagen personal. Aún así, continúan trayendo faldas y pantalones rectos, tanto en verano como el invierno. La conclusión? Sólo se puede hacer frente al calor con el aire acondicionado y tejidos ligeros, siempre que respeten la filosofía corporativa.

Ahorrar en electricidad

A pesar de que son pocos, hay casos donde la rigidez y la seriosidad pasan a un segundo término. "Algunas compañías permiten cierta relajación cuando no hay contacto entre el ejecutivo y el cliente", explica Sánchez. Cómo es el caso de Macson. Esto permite a los empleados trabajar más cómodas y, por la empresa, puede suponer regular el aire acondicionado y ahorrar en la factura de la luz.

Este es el motivo principal por el que Acciona da vía libre a sus trabajadores para vestir con ropa informal. De este modo, la temperatura de la oficina se puede situar entre los 23 y 24 grados sin que los trabajadores pasen calor. Una acción que se traduce en una disminución de entre el 5% y el 10% del consumo de luz.

El Japón es uno de los países donde más tendido está esta práctica. De hecho, el gobierno japonés permite que sus funcionarios visten con polos o camisas de manga corta y dejen al armario las chaquetas y la corbata. Esta campaña, denominada cool biz, empezó el 2005 y consiguió que el gasto en electricidad se llegara a reducir un 20%. Todo un éxito que los ha traído a utilizar la misma fórmula en invierno con el warm biz: platos calientes, ropa de abrigo y limitar el uso de la calefacción.

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