Si hay un producto digital que, a pesar de tener casi seis años de vida, está sufriendo para normalizar su uso, este es el Bitcoin. Hay quién cree que la criptodivisa puede ser un sustituto del dinero ordinario, pero el cierto es que su naturaleza ya inspira duda y desconfianza. El último robo cometido este 5 de enero ha recordado la ausencia de control oficial y el misterio que rodea a los creadores de la moneda virtual.
Esta vez han sido 19.000 bitcoins valorados en casi 5 millones de dólares depositados al portal esloveno Bitstamp, quién paró su actividad durante cuatro días para solucionar el agujero de seguridad . Y a pesar de que sentir en la misma frase 'robo' y 'millones de dólares' hace poner el grito al cielo, la plataforma de intercambio de la divisa ha intentado amortiguar el golpe asegurando que es una parte insignificante ante el volumen de transacciones diarias que se efectúan.
Con el nuevo ataque, Bitstamp se suma a la lista que integran páginas web como MtGox, Flexcoin o My Bitcoin. Sin embargo, la mala publicidad que se deriva de estos episodios no es el único culpable del rechazo hacia la criptodivisa, sino que tiene un peso importando el mal hábito de "pensar que es mejor rechazar una cosa y no actuar cuando no se entiende como funciona". Lo critica Toni Parra, uno de los partidarios de la moneda virtual que quiere impulsar su utilización en Barcelona. Ahora mismo trabaja a traer a Barcelona la fiesta Calle Bitcoin que se celebró en Madrid en noviembre de 2014 para mejorar la reputación de la divisa. Y es que a pesar de ser un tema recorriendo desde el 2009, parece que las noticias en contra de la moneda pesan mucho más que la opinión de quienes ya lo usan con grato.
Fiesta a favor del Bitcoin
La capital ha roto el hielo en el Estado español, pero "la iniciativa no es nueva de Madrid", detalla Parra. Los Estados Unidos y el norte de Europa son los puntos donde se emmirallen, donde a pesar de haber un uso más extendido de la moneda, también hace falta este tipo de acontecimientos para fomentar el pago con Bitcoin a través de actividades y premios porque la sociedad vea como funciona y pierda el miedo.
A pesar de que el trabajo está todavía en fase inicial, el objetivo es superar, o cuando menos igualar, el que consiguió Madrid: aglutinar borde 40 comercios en menos de 500 metros a la calle Serrano. Tampoco hay la vía exacta donde celebrar la fiesta, pero todo apunta en qué será en el distrito de Ciutat Vella y en una ratio de 300 o 400 metros porque haya una mayor concentración de negocios . Además, se instalarán cajeros porque los clientes y los comerciantes puedan comprar y vender Bitcoins.
El que sí parece ser definitivo es la fecha, hacia el mes de marzo, cuando la organización quiere aprovechar la querencia del Mobile World Congress para "atraer los medios con noticias tecnológicas y con el Bitcoin". "Contamos que por la edición del 2015 haya 6 o 7 cajeros al salón y varios expositores con información sobre la moneda. Creemos que nos ayudará a transmitir el tema del Bitcoin en la calle", añade Parra.
Voluntariado y altruismo
Todo está organizado por voluntarios, como lo es Parra, quién trabaja con el mismo altruismo con el cual hace dos años que busca comercios que admiten la criptodivisa y recogiendo en el web Aceptamos Bitcoin. "Muchos de quienes participamos tenemos blogs con tiendas, webs sobre el tema, contactos...", explica, "así que sólo hay que cambiar el chip de hacerlo a escala nacional e internacional y para centrarnos en Barcelona".
A diferencia de Madrid, donde algunas empresas colaboraron con merchandising como camisetas y gorras, los voluntarios de Barcelona no cuentan con ningún apoyo. Esto implica pagar con dinero propio los folletines que ya están preparando para informar sobre la fiesta y prevén seguir así si no surge ningún negocio dispuesto a poner su granito de arena.
Tampoco se han puesto en contacto con ningún organismo público, ni lo contemplan como nada viable a estas alturas porque, según Parra, "ven la moneda como una ruina, como una cosa que no pueden administrar ni gestionar". Conciben, en cambio, las cooperativas de comerciantes como uno de los posibles partners: "Imagina que un presidente, o una persona con influencia, se atreve a mirar con otros ojos el Bitcoin.... Sería de gran ayuda!". Y es que el voluntario remarca que el trabajo más pesado no es buscar locales que participen en la fiesta o prepararlo todo, lo es el hecho de "convencer algún nuevo propietario que no sabe qué es la moneda, no se refia".
Bitcoin, un imán para nuevos clientes
Más allá de dar la imagen de modernismo e innovación, usar Bitcoin tiene otro beneficio: "Publicidad gratuita". Los voluntarios recogen en sus plataformas los negocios que admiten la moneda y estos son fácilmente cercables a Google . Por lo tanto, si una persona busca lugares donde poder pagar con la divisa virtual, encontrará estas listas y ya de entrada descartará los comercios convencionales.
Pero porque una tendencia se consolide y genere beneficio, hay que estar preparado. Y Barcelona , según Parra, no lo está: "Nos escriben muchos turistas diciendo que vendrán de vacaciones y quieren saber donde pagar con Bitcoin. Cómo que no hay ningún hotel ni restaurando que acepte la moneda, los tengo que redirigir a Destinia , que sí lo admite". Por lo tanto, "los clientes que un negocio gana son nuevos clientes que sería imposible tener si no admitiera la moneda", recoge a guisa de conclusión el organizador de las iniciativas.
Lo puede ratificar el propietario de la franquicia Nostrum de la calle Aribau de Barcelona, Narciso Jufres, quien permite cobrar con la criptodivisa desde el 1 de septiembre. Es uno de los pocos que ha abierto la puerta a esta apuesta disruptiva y reconoce que tampoco es demasiada conocida entre los usuarios de la cadena de comidas preparadas, por el que aplaude que se celebre en Barcelona una Calle Bitcoin.
En cuanto a las sensaciones extraídas en estos quatres meses, remarca que el pago con la moneda virtual no es "mayoritario", pero que "hay bastante gente para estar satisfecho" –cuenta alrededor de 15 las personas que han pagado con este medio hasta ahora. Este tipo de cliente se caracteriza para ser joven, de entre 20 y 40 años, y "mayoritariamente hombres que están en contacto con la informática y las nuevas tecnologías". Recibe tanto ciudadanos de Barcelona como turistas, los cuales venden en gran medida empujados por los portales de Internet que mencionaba Parra.
Cajeros para facilitar el cambio a euros
Más allá del cajero temporal que se instaló en el centro comercial Diagonal Mar con el MWC 2014, la capital catalana sólo tiene uno al Makers Of Barcelona. Está fabricado por la empresa BTC Point, la única de todo el Estado español que crea, y explotada por ellos mismos. Esto significa que son ellos quien fijan la comisión por el cambio entre euros y Bitcoin, y quienes se lo llevan. Es un caso "excepcional", dice el CEO, Borja Rossell, "para ver como funciona y enseñar qué es el Bitcoin".
La compañía sólo crea y comercializa las máquinas para venderlas después a particulares. Hay tanto propietarios de tiendas como forofos a la moneda que compraron a los inicios del bum y hoy han visto multiplicada la inversión . Son ellos quien gestionan la máquina, desde fijar la comisión –la cual no puede ser demasiado elevada o haría que los usuarios buscaran otros cajeros con una tasa más baja-, hasta asegurarse de que siempre hay euros para hacer el cambio.
Ahora piensan en el segundo cajero. Rossell afirma que, antes del anuncio de la Calle Bitcoin catalán, ya tenían previsto instalar otro. Con la fiesta, pero, tienen también la tarea de buscar nuevos compradores que estén dispuestos a poner máquinas por la fiesta y facilitar a los comerciantes la conversión de la moneda.
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