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"El cliente de un centro educativo no es la empresa, es el alumno"

La selectividad vuelve a poner sobre la mesa un debate recurrente, el de si la formación en casa nuestra está adaptada a las demandas del mercado laboral y de las empresas del territorio

    Varios alumnos haciendo prácticas de electricidad a un instituto
    Varios alumnos haciendo prácticas de electricidad a un instituto
    11 de Junio de 2015
    Act. 11 de Junio de 2015

    La formación en casa nuestra está adaptada a las necesidades reales del tejido empresarial o esto supone un peligro de mercantilització de la educación superior? El binomio formación-emprendida no siempre ha ido totalmente de la mano, pero hoy en día parece condenado cuando menos a entenderse. En Cataluña hay centros universitarios donde este vínculo entre empresa y formación se ha dado de forma prácticamente natural. Es el caso de la Escuela de Ingeniería Igualada, adscrita a la UPC y creada a los años 50 a raíz de las necesidades de formación de la industria de la piel a la comarca.

    Este sector se ha beneficiado y se beneficia en la actualidad del conocimiento, la innovación y la investigación que se da entre las paredes del recientemente inaugurado Campus Universitario de la capital de la Anoia. El ejemplo más visible de esta transferencia de conocimiento hacia las empresas es la Cátedra A3 en Innovación de la Piel, el Textil y la Moda. "Hemos ido adaptándonos y desarrollándonos en función de las necesidades territoriales. Uno de nuestros objetivos es que la formación que damos sirva realmente porque los estudiantes sean capaces de ir a trabajar a cualquier de las industrias que tenemos en el territorio", afirma la directora del Campus Universitario y de la Escuela de Ingeniería de Igualada, AnnaBacardit.

    La universidad, un aliada en innovación y competitividad empresarial
    Por Bacardit la lucha contra el paro obliga a una responsabilidad compartida entre universidades y empresas. "Tiene que ser un cambio de funcionamiento de la universidad, pero también un cambio de mentalidad de los empresarios el hecho de ver que la universidad está a su servicio. Las empresas lo tienen que percibir como una aliada para mejorar en innovación y competitividad", añade.

    Una prueba más de esta vocación para adaptarse a las demandas ocupacionales de la comarca y cercanías, es que el Campus ofrecerá el próximo curso la doble titulación de ADE Industrial gracias a un acuerdo de colaboración entre la UPC y la UOC. No será la única novedad formativa, puesto que también se recuperan los estudios de enfermería. "Estamos intentando ofrecer una formación muy diferenciada del resto de Cataluña. En Enfermería, por ejemplo, nos especializamos en recursos públicos y tendremos integradas las prácticas al 4D Health de Igualada".

    La universidad es una opción por la cual optan una gran mayoría de jóvenes catalanes, a pesar de que la formación profesional ha ampliado su oferta formativa los últimos años y ofrece buenas perspectivas de ocupación. En un informe reciente de la OCDE, que analiza el sistema de formación profesional de una veintena de países, la reputación de los ciclos formativos es alta a países europeos como Alemania o Suiza donde dos de cada cinco individuos de entre 20 y 45 años ya posee una titulación de formación profesional. Una situación que en España estamos lejos de conseguir, no sólo porque el número de matriculados en Formación Profesional no llega a niveles europeos, sino también por el número alarmante de "ninis" que se sitúa en un 23%.

    Los prejuicios hacia la Formación Profesional
    El presidente de TIC Anoia, Jaume Catarineu, cree que hay que acabar con los prejuicios hacia la formación profesional, vista tradicionalmente como la hermana pobre del bachillerato. "A nivel de país, la FP está mal ver, tiene una imagen de poca calidad y la gente le otorga poco valor. Esto es una cosa a corregir de todos juntos", apunta Catarineu. Este cambio de percepción es justamente uno de los objetivos de la Ley de Formación Profesional aprobada hace una semana por el Parlamento Catalán. La ley, que se tiene que desplegar los cercanos tres años, quiere incrementar la oferta formativa y adaptarla a la realidad económica actual.

    Por el director del IES Milà y Fontanals de Igualada, Juan Manuel Linares, esta ley es un "primer paso", pero se muestra cautelós a la hora de valorar si conseguirá los ambiciosos hitos que se ha marcado a largo plazo. Linares recuerda que el cliente del centro educativo no es la empresa, sino el alumno: "Hay un punto de partida que no se tiene que perder de vista: la formación no busca que el alumno se inserte exactamente en las necesidades de las empresas, sino aportar un bagaje de conocimiento que lo permita adaptarse a las diferentes situaciones que se encontrará en suyo futuro profesional".

    Los desequilibrios entre oferta y demanda profesional
    El IES Milà y Fontanals de Igualada ofrece actualmente 25 ciclos formativos, además de bachillerato, y el año pasado empezó la formación en régimen dual en el grado mediano de mantenimiento electromecánico. El próximo mes de septiembre los alumnos de este ciclo podrán completar su formación a una quincena de empresas de la comarca gracias a contrato laboral. Más allá de la percepción social que se tiene de la FP, dual o básica, el principal problema que se tiene que afrontar no se encuentraa la FP, según Linares, sino en la educación primaria y secundaria y tiene un alcance cultural. "Una empresa no sólo quiere conocimiento, quiere responsabilidad y esto es el que se tiene que transmitir al sistema educativo desde bajo", mantiene.

    Más allá de este clásico debate entre universidad y FP, hay una realidad que afecta a las dos vías y es el desequilibrio entre oferta y demanda en ciertos sectores laborales. En Igualada, por ejemplo, la ingeniería química es uno de los estudios con más salidas laborales. Con un índice de ocupación laboral de un 95%, se hace un llamamiento porque los jóvenes se animen a estudiar estos estudios en el campus igualadí.

    Una situación parecida pasa en el sector de las TIC, con una necesidad urgente de incorporar perfiles de técnicos informáticos, y dónde no se acaba de producir una ensambladura equilibrada entre oferta y demanda a pesar de que es un mercado que podría nutrir el IES Milà y Fontanals gracias a sus módulos de formación profesional de Informática.

    "Tenemos un problema de atracción de talento. El Anoia es la segunda comarca de Cataluña con tejido TIC por habitante y, por lo tanto, la concentración de empresas tecnológicas es ligeramente superior a la media, pero no hay bastante. Un disparo diferencial es la carrera profesional que se ofrece a los trabajadores y los sueldos. Probablemente las empresas tienen que hacer un pensamiento en este sentido, porque hasta que esto no mejore no seremos capaces de retener talento", reconoce el presidente de TIC Anoia.