
Se conoce como senbatsuru la tradición japonesa de regalar 1.000 grullas de papel atadas con hilos a aquellas personas a quienes queramos desear una vida larga o, más habitualmente, la recuperación de una enfermedad. Un mensaje de “salud, bienestar, felicidad y prosperidad” que hace años que guía la acción de la Fundació MGC, en palabras del patrón delegado de la entidad y presidente de MGC Mutua, Daniel Redondo. Lo hace prácticamente al pie de la letra, con iniciativas como Un origami, un euro, con la que se invierte un euro en investigación aplicada a la salud por cada grulla de papel donada a la entidad; pero también es la filosofía que impregna todas las acciones que lleva a cabo la fundación. “Hace unos años, el patronato decidió centrarse en nuestro entorno más inmediato y en proyectos que ayuden a mejorar la salud de las personas. Es aquí donde podemos y debemos marcar la diferencia”, ha declarado Redondo. Y la demostración más reciente de este pensamiento es el recién estrenado centro de rehabilitación y fisioterapia Epsilon Physio.
Ubicado en la sexta planta de la sede de MGC Mutua en Barcelona, en la céntrica calle de Tuset, Epsilon Phyisio se presenta como un centro que quiere cambiar para bien la manera como se hacen las cosas en el mundo de la restitución física. “En Mútua General de Catalunya creemos que una rehabilitación y fisioterapia mejores son posibles. Hay que tratar al paciente globalmente, no como lesiones particulares, y dedicarle todo el tiempo que sea necesario, tema que, desgraciadamente, a veces los profesionales no podemos hacer”, ha explicado el líder del proyecto, el doctor Oriol Domènech, durante el acto de presentación de las instalaciones este martes por la tarde. Esta visión implica necesariamente romper con la tendencia existente dentro del sector: sustituir las sesiones grupales y las altas ratios de pacientes por médico, por atenciones personalizadas en sesiones que pueden alargarse hasta una hora y media de duración.
Para conseguirlo, MGC se ha asociado con Barnaclínic+, la rama privada del Hospital Clínic, para montar un equipo de “profesionales de primerísimo nivel” dirigidos por la doctora Conxita Closa. “La solidez profesional, técnica y alta cualificación del equipo médico y facultativo nos permitirá conseguir el propósito que nos hemos planteado”, ha asegurado Domènech, que no es otro que “aspirar a la excelencia en el tratamiento y en el servicio”. Un hito que Domènech tiene claro que “no es incompatible con un espacio físicamente atractivo”, y esto es precisamente lo que ha demostrado ser Epsilon Physio.
Amplitud, comodidad y pericia
La calidez es probablemente la sensación que mejor describe el centro de rehabilitación en todos sus aspectos. Se nota desde el primer paso dentro del recinto, a través de la iluminación y los claros colores grises y beiges de las paredes y de la omnipresente madera con la que se ha fabricado la mayor parte del mobiliario. Lo transmiten también las diferentes estancias de que se compone: a la entrada encontramos una amplia sala de espera, y muy cerca se encuentra un segundo espacio diáfano, a medio camino entre cafetería y zona de coworking, en que los visitantes podrán desde hacer llamadas de negocio hasta comer algo —siempre bajo la etiqueta healthy— mientras esperan su turno.
Estos rasgos característicos los comparten también las múltiples salas que se encuentran a continuación, unas habitaciones o cubículos que se separan en tres modalidades. Por un lado, las salas de consulta, espacios sorprendentemente amplios y con luz exterior, equipadas con los utensilios básicos para los primeros contactos entre profesional médico y paciente. En segundo término, se encuentran las salas más especializadas, unos espacios de medida más reducida que incorporan tecnología de vanguardia para hacer todo tipo de pruebas y tratamientos: máquinas de radiofrecuencia para hacer tratamientos Indiba para la regeneración de tejidos, microondas para calentar estos mismos tejidos y reblandecer la musculatura, aparatos de magnetoterapia o bien zonas para el drenaje linfático, ideal para combatir la acumulación y retención de líquidos.

Entre los dos espacios se encuentran dos salas reservadas para la Unitat privada de Medicina de l'Esport, una iniciativa conjunta de Barnaclínic+ y el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona que hace seguimiento y tratamiento de deportistas tanto amateurs como profesionales, encargados de la salud deportiva de atletas del Futbol Club Barcelona o del CAR de Sant Cugat. Después de 10 años operando desde el carrer de Numància, la Unidad ha decidido trasladarse a Epsilon Physio para aprovechar las sinergias que se crearán entre ambas entidades: el proyecto de ambos hospitales ofrecerá su pericia en podología, nutricionismo deportivo o traumatología, así como la ejecución de pruebas de esfuerzo, mientras que el centro de rehabilitación proveerá a los clientes de la Unidad de los aparatos tecnológicos de que dispone.
Epsilon Physio combina las salas de consultas y de máquinas de tratamientos con un gimnasio adaptado a las actividades de rehabilitación
El último tercio del centro es ocupado por el gimnasio y sus vestuarios, que siguen la misma visión estética que el resto de salas. En este caso, el gimnasio se empleará en dos fases de la recuperación de los pacientes: una primera destinada a los ejercicios de reeducación postural y de cura de fracturas óseas, y una segunda de ejercicios de fuerza personalizados, orientados a la ejecución de objetivos establecidos por los profesionales médicos. El espacio se diferencia de un gimnasio tradicional por la presencia de maquinaria especializada en la rehabilitación, y también por el papel de los fisioterapeutas, que diseñan los ejercicios de manera personalizada para lograr funciones muy específicas pedidas por la vida cotidiana o deportiva de los pacientes. Esta personalización y atención al detalle, presente en todo el proceso, es la que el personal del gimnasio reivindica como factor diferencial respecto a otros centros de fisioterapia: “Normalmente, los ejercicios se hacen de manera protocolaria, con pautas marcadas por el tipo de lesión, pero que no tienen en cuenta las particularidades de cada paciente. Aquí se hacen valoraciones personalizadas para saber exactamente qué tipo de músculos se tienen que trabajar con cada uno”.
Personalización, personal altamente cualificado y cuidado en el apartado estético son los tres valores por los cuales la Fundación MGC ha apostado para posicionar Epsilon Physio como el nuevo centro de rehabilitación de referencia de la capital catalana. Los dos primeros todavía se tienen que demostrar, pero del tercero ya se han sentido comentarios durante el acto de presentación que hacen pensar que avanzan por el buen camino: “¡Esta consulta parece el comedor de casa!”.