Gabriel Espín (Aticco): "Cuando viene la ola, ya tienes que estar con la tabla de surf en el mar"

El CEO de Aticco explica cómo pasó de tener 700 metros cuadrados de coworking a tener, seis años después, más de 33.000

Gabriel Espín, cofundador y CEO d'Aticco | Marc Llibre Gabriel Espín, cofundador y CEO d'Aticco | Marc Llibre

Gabriel Espín fundó Aticco junto con Franz Palleres Juan Carlos Morales en 2016, después de haber vivido la experiencia de estar alojado en un coworking como emprendedor. Le sedujo la comunidad y las conexiones que se forman entre los emprendedores de diferentes empresas. Y por eso creó Aticco, en un ático de Barcelona -de aquí proviene el nombre- de solo 700 metros cuadrados, que en aquel momento era mucho. Pero su negocio escaló, en línea con la expansión del mercado, hasta posicionarse como uno de los principales operadores de coworking del país, lo que en cifras se traduce en 33.000 metros cuadrados de cotrabajo en Barcelona y Madrid. En plena pandemia, además, abrieron dos nuevas líneas de negocio y se lanzaron al coliving (covivienda), donde ya han logrado una cuota considerable -350 habitaciones- en un mercado todavía pequeño y atomizado. También crearon Aticco Lab, una plataforma de apoyo al emprendimiento que desarrolla programas de aceleración e innovación.

¿Cómo pasaste de ser un coworker a montar un coworking?

Juan Carlos y yo habíamos fundado una startup, Anyplast, y trabajábamos en un coworking. Yo en aquel momento era un emprendedor novel y, cuando tenía una duda, salía a la terraza a hablar con unos y otros, y de manera natural, compartíamos aprendizajes, dificultades, soluciones... Cuando tuvimos que dejar aquel espacio -porque habíamos crecido y necesitábamos más metros- lo que me daba más pena era dejar atrás toda aquella comunidad, todo aquel valor que habíamos construido entre los emprendedores... Así que, sin dejar Anyplast, decidimos montar un coworking.

De hecho, el primer cliente de Aticco fuisteis vosotros mismos.

Así es. Con Anyplast. Juan Carlos y yo nos juntamos con Franz, que tenía conocimientos del sector, convencimos a unos cuantos inversores, recurriendo a las tres F (friends, family and fools) y conseguimos captar 100.000 euros. Nuestro primer espacio, de 700 metros cuadrados, estaba ubicado en la ronda de Sant Pere, en el centro de Barcelona y, para montarlo, teníamos un presupuesto bastante ajustado. Tuvimos que pencar mucho: reformando el espacio, pintando paredes, montando muebles... De hecho, al principio solo teníamos 20 sillas y, cuando conseguíamos un nuevo cliente y firmábamos el contrato, aquel mismo día comprábamos las sillas y las montábamos para que el cliente las tuviera al día siguiente.

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¿Os imaginabais tener seis años más tarde 33.000 metros y estar en camino de los 45.000?

No, no nos lo esperábamos. Ni nosotros, ni tampoco los inversores. Incluso siendo optimistas, esperábamos llenar aquel primer coworking y, como mucho, duplicar el espacio incial. De hecho, los primeros inversores ya dudaban que pudiéramos llenar los primeros 700 metros. El modelo del coworking no era todavía muy conocido.

La entrada de Wework a Barcelona nos ayudó, en el fondo, a dar a conocer el modelo

El cojtrabajo se concebía como un modelo para freelances, autónomos y startups muy incipientes, pero ahora ya forma parte de la cultura laboral del país. ¿Cuándo hizo el salto hacia la gran corporación?

 

A finales de 2016 empezaron a sumarse a este modelo las grandes compañías. Nosotros tuvimos nuestro gran cliente de 30 personas -que ahora ya sería considerado mediano o pequeño- y recuerdo que estuvimos debatiendo mucho qué precio les queríamos ofrecer, porque nos interesaba mucho captarlos.

Gabriel Espín, en el centro de Aticco Bogatell, en Barcelona | Marc Llibre
Gabriel Espín, en el centro de Aticco Bogatell, en Barcelona | Marc Llibre

También entraron grandes operadores internacionales a la ciudad, como Wework.

La entrada de Wework fue una arma de doble filo, porque, más allá de ser competencia, nos ayudó, en el fondo, a dar a conocer el modelo. Todo el mundo conoció el mundo del coworking.

¿Y su caída no os hizo vulnerables?

En verdad no cayó Wework en sí. Cayó su valoración y, por lo tanto, tuvieron que parar su crecimiento y repensar muchas cosas. Pero su caso nos ayudó a explicar nuestro modelo de crecimiento, basado en la rentabilidad de nuestros espacios. Nuestra filosofía es máximo crecimiento, pero siempre dentro de la rentabilidad.

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¿Qué piensas de la gestión de Adam Neumann -el fundador de Wework-?

Adam Neuman creó Wework del nada. Consiguió levantar mucho capital y expandió el coworking por todo el mundo, en muy pocos años. Ahora bien, también es cierto que se centró en hacer crecer el negocio, quizás sin tener en cuenta la rentabilidad, como se puede ver en la serie WeCrashed; y esto les pasó factura. En cualquier caso, es una historia de éxito como fundador, aunque salió de la empresa, y Wework sigue funcionando por todo el mundo.

"En las rondas de inversión, tu business plan es juzgado, lógicamente, y tú tienes que saber defenderlo, tener firmeza en aquello que quieres conseguir y no darte nunca por vencido"

Los medios de comunicación acostumbramos a tratar las rondas de financiación como casos de éxito, pero ¿qué no vemos de las rondas? ¿Qué hay detrás de esa captación?

Lo que no se ve a simple vista es que es un proceso largo, a veces demasiado, que puede durar tranquilamente entre 9 y 18 meses. Puede convertirse en un trabajo full time para el líder de la organización. Y te encuentras con personas que saben mucho, y que te cuestionan tu negocio y tus perspectivas de expansión. Tu business plan es juzgado, lógicamente, y tú tienes que saber defenderlo, tener firmeza en aquello que quieres conseguir y no darte nunca por vencido. Las rondas son un éxito, sí, pero quizás no tanto por la valoración que puedes conseguir, sino por el potencial de crecimiento que te da el capital que entra a la empresa.

¿El del coworking es un sector agresivo?

Sí y no. Competimos, pero a la vez colaboramos, y aprendemos los unos de los otros. Supongo que como en muchos sectores. Hay operadores de todo tipo y también clientes. Y a pesar de que hay clientes que valoran el precio, hay otros que valoran la calidad. Y, al final, ¿un coche de alta gama es caro o no? Depende de las prestaciones que tenga. No hablaré del Twingo y del Ferrari pero...

Ya que nos hemos metido en este jardín... ¿Qué coche sería Aticco?

Pues no lo sé. ¡Sé más de coworkings que de coches! Depende de qué es lo que valoras. Nosotros tenemos buenas ubicaciones y los mejores edificios, con espacios grandes, amplias terrazas, luz natural, muchos servicios, espacios de recreo, gimnasios, cafeterías, incluso tenemos una piscina... Hacemos una apuesta clara por el diseño, pero como esto lo puede tener todo el mundo, nos enfocamos en los servicios y en la comunidad, en hacer que pasen cosas en todos estos espacios.

"Emprender es gratificante, pero también es muy duro y tienes que tener unos buenos compañeros de viaje"

¿Qué quieres decir?

Hay operadores que invierten en un sofá de diseño. Pero nosotros quizás compramos un sofá más económico y, en cambio, invertimos para que realmente pasen cosas en aquel espacio. ¿Cómo? Organizando eventos, formaciones y actividades, conectando los emprendedores y las empresas entre sí, ayudando a las empresas a tener sus equipos más felices... Al final la magia del coworking es justo esto.

¿De qué manera os impactó la covid-19?

Su impacto tuvo dos caras. Evidentemente, la pandemia fue una época dura y las oficinas se vaciaron. Nosotros las manteníamos abiertas para las empresas de sectores esenciales, pero evidentemente se pararon las nuevas contrataciones de espacios y se fueron muchos clientes.

¿Con qué ocupación os quedasteis?

Nos mantuvimos en el 40% de ocupación, cuando nosotros siempre estamos por encima del 90%. Y es destacable positivamente porque aquellas empresas no podían venir al coworking, pero querían continuar formando parte de Aticco, porque les estábamos ofreciendo un valor añadido, con eventos en linea y manteniendo viva la comunidad.

Gabriel Espín, cofundador y CEO de Aticco | Marc Llibre
Gabriel Espín, cofundador y CEO de Aticco | Marc Llibre

¿Tuvisteis que cerrar centros?

Sí. Tuvimos que cerrar uno. Justo cuando empezó la pandemia acabábamos de abrir un edificio y, además, dos días antes del estado de alarma habíamos firmado el contrato de nuestro primer espacio en Madrid. La pandemia fue una situación nueva por todos, donde aprendimos muchas cosas y tuvimos que tomar decisiones duras para garantizar la supervivencia del negocio.

Un nuevo escenario que, de hecho, replanteaba las oficinas en sí, tanto las tradicionales como las flexibles. ¿Sufristeis por Aticco?

Sufrimos, sí. En el sentido de no saber cuánto duraría aquella baja ocupación, pero no por el modelo. Además, este mismo replanteamiento de las oficinas también fue positivo. Las empresas se cuestionaron si necesitaban todos aquellos metros de oficinas tradicionales que tenían alquilados hasta entonces, o si, en cambio, necesitaban un modelo con más flexibilidad.

El coworking salía reforzado.

Totalmente. Por un lado, tanto empresas como trabajadores empezaron a priorizar la flexibilidad. Pero, además, después de haber estado aislada en casa, la gente tenía ganas de volver a conectar, de volver a formarse, de ir a eventos y de recibir contenidos.

La pandemia para vosotros también fue una época de creación.

Sí, lanzamos Aticco Living y Aticco Lab, nuevos modelos de negocio pensados para los mismos clientes: el emprendedor, la empresa, el freelance. El propósito de todas las unidades de negocio del grupo es empoderar a los emprendedores, ayudarlos a crecer y que puedan estar 100% centrados en su negocio, sin tenerse que ocuparse de cosas que les quiten del foco. Los tres comparten filosofía, comunidad, servicios, eventos...

"No puedes estar en la playa mirando la ola, porque te la pierdes"

Con el coliving (Aticco Living), además, diría que empezáis también en un momento en el que el mercado en Barcelona todavía no está consolidado, como os pasó con el coworking.

A veces estás haciendo surf en la playa y no viene ninguna ola, pero cuando viene, tienes que estar preparado con la tabla en el mar para surfearla. No puedes estar en la playa mirando la ola, porque te la pierdes. Y en los dos casos, nosotros estábamos dentro del agua, remando, con el neopreno y la tabla de surf. Creo que una parte importante del éxito de los dos negocios ha sido que, cuando ambos modelos se expandieron por España, nosotros estábamos allí haciéndolo también.

Y en Aticco Lab, ¿les enseñáis a estar ya en el mar? ¿Es propiamente una aceleradora?

Lo entendemos como una iniciativa de apoyo al emprendimiento y la innovación. Y tiene, por un lado, programas de aceleración para pequeños grupos de empresas emergentes y, también, programas de innovación para grandes corporaciones, como Cellnex, el grupo de seguros Das o el mismo Ayuntamiento de Barcelona. Los acercamos a la innovación y a la startup.

""Es importante tener un equipo con quien después quieras ir a hacer unas cervezas"

Con tantos años conectado al ecosistema emprendedor, debes de ver continuamente startups que funcionan y que incluso triunfan, pero también debes de ver muchas otras que se quedan a las puertas. ¿Qué tienen en común aquellas que lo consiguen?

Evidentemente es importante el producto, el modelo de negocio, la dimensión del sector, la recurrencia, los competidores, la escalabilidad, la tecnología, etc., pero para mí el equipo es lo más fundamental. Que esté compensado, que sea profesional, que conozcan el sector y sobre todo que tenga 'hambre', ganas de comerse el mundo. Es muy diferente un equipo fundador que quiere ver si su idea funciona, que el equipo que tiene hambre, que lo dará todo, trabajará 20 horas al día y no se rendirá hasta que lo consiga. Y aun así, evidentemente, el éxito no está asegurado.

Gabriel Espín, cofundador i CEO d'Aticco | Marc Llibre
Gabriel Espín, cofundador y CEO de Aticco | Marc Llibre

Y a la hora de configurar tu equipo actual, que ya no sois tres cofundadores sino 60 trabajadores, que tienes en cuenta?

Nosotros tenemos claro que queremos hacer cosas realmente difíciles. Y para hacerlas, necesitas un equipo unido, ilusionado y con cultura del esfuerzo. Somos una empresa people centric y ponemos al equipo y la comunidad en el centro de la empresa. Ahora bien, también estamos orientados a los resultados. Por lo tanto, son básicas las buenas energías, el esfuerzo, la responsabilidad, la innovación, estar dispuesto a aprender y mejorar, querer tener un impacto positivo en la sociedad... Y estos valores los tenemos presentes todo el equipo y los transmitimos, además, a nuestra comunidad de emprendedores, coworkers colivers.

Emprender es gratificante, pero también es muy duro y tienes que tener unos buenos compañeros de viaje. Es importante tener un equipo con quien después quieras ir a hacer unas cervezas.

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