La guerra de las hamburguesas

A inicios de los '80, Burger King inicia una estrategia publicitaria en que ridiculizaba explícitamente los productos de McDonald's con la intención de acabar con su hegemonía

El origen del conflicto se remonta a la propia fundación de Burger King | iStock El origen del conflicto se remonta a la propia fundación de Burger King | iStock

Episodio 1: Una nueva esperanza

Hace no tanto de tiempo, en una galaxia tan lejana como los Estados Unidos  las fuerzas rebeldes de las cadenas de hamburguesas buscaron la manera de acabar con la supremacía del imperio de McDonald's. Al frente de la insurrección se encontraba Burger King, que a principios de los '80 inició las hostilidades con el primer anuncio de la historia en que se hacía mención explícita a la competencia con desprecio. El ataque inició una escalada de violencia propagandística dentro de un periodo de más de 30 años que se conoce como La guerra de las hamburguesas.

El origen del conflicto se remonta a la propia fundación de Burger King. En 1953, los dos amigos de la Universidad de Cornell, James McLamore y David R. Edgerton, pararon sus coches en el primer local de McDonald's, en San Bernardino (California). Los dos quedaron sorprendidos de la línea de producción que había diseñado la marca y buscaron la manera de replicar el modelo. La respuesta la encontraron en la nueva franquicia Insta-Burger King, que había adquirido cierta fama en Florida gracias a sus hamburguesas cocinadas a la parrilla.

Burger King, el Rey de las Hamburguesas, nace como mascota de la marca en contraposición al siniestro payaso Ronald McDonald

Los dos amigos se hicieron con la licencia de la franquicia y abrieron su primer local en Miami. Ya con la propiedad de la empresa, en 1959 rebautizan la cadena como Burger King y buscan la manera de competir con el gigante que ya era McDonald's con tres armas: la calidad de sus hamburguesas cocinadas a la parrilla, la creación del Rey de las Hamburguesas como mascota de la marca en contraposición al siniestro payaso Ronald McDonald, y el lanzamiento del Whopper, su bocadillo insignia que basaba su éxito en su gran tamaño.

La estrategia permitió crecer a la empresa, que en 1967 contaba con 274 restaurantes en los Estados Unidos, pero Burger King todavía no hacía sombra al gigante que era McDonald's. Aquel mismo año, la Pillsbury Company compra la cadena por 18 millones de dólares y sube el tono de los ataques contra la competencia. Una escalada que tiene su punto culminando en 1982, con un anuncio en el que aparece la actriz Elisabeth Shue vestida de camarera de Burger King. El comercial empieza con una advertencia: "Burger King sugiere a todas las personas de McDonald's que, por favor, abandonen la sala", e inicia una oda a las excelencias de las hamburguesas a la parrilla de Burger King en comparación a las carnes fritas de McDonald's.

Episodio 2: El imperio contraataca

El anuncio escandalizó a la audiencia y enfureció a los directivos de McDonald's, que lo trajeron a los tribunales por publicidad falsa, alegando que en Burger King muchas de las hamburguesas se acababan recalentando en el microondas. La demanda fue archivada, así como el resto de denuncias que el imperio de las hamburguesas presentó contra anuncios de Burger King, como este en el que una niña considera "increíble" que las hamburguesas de McDonald's sean delgadas. El enojo del gigante era del tal magnitud que incluso actuó legalmente contra la actriz infantil del comercial.

McDonald's contraatacó creando una hamburguesa inspirada en la Whooper con el objetivo de hundir a Burger King

Más allá de llevar los anuncios de la competencia a los tribunales, McDonald's contraatacó creando una hamburguesa inspirada en la Whooper. Su intención era hundir a Burger King robándole su producto estrella, pero se impuso el dicho que explica como los consumidores siempre prefieren el original a la copia. La marca acabó retirando su nuevo producto después de haber gastado más de 100 millones de dólares en publicitar-lo.

Episodio 3: El regreso de McWendy

Los fracasos judiciales y comerciales de McDonald's animaron a otras marcas a unirse a la guerra iniciada por Burger King. En 1984, la cadena Wendy's lanzó el anuncio más recordado del conflicto. En él, tres señoras de avanzada edad miran con curiosidad un gran bocadillo. Cuando finalmente destapan la parte superior descubren un exiguo trozo de carne coronado con una ración ridícula de queso y un pepino. Sorpresas, se ponen las gafas, se acercan a la comida y se preguntan "where is the beef". Aquel "dónde está la carne" todavía hoy está presente en camisetas, tazas y todo tipos de productos.

Burger King será quien mantendrá vivo el conflicto durante años, siempre riéndose de la medida de las hamburguesas de McDonald's y con anuncios provocativos

A pesar de la aparición de Wendy's, Burger King será quien mantendrá vivo el conflicto durante años, siempre riéndose de la medida de las hamburguesas de McDonald's y con anuncios provocativos, como el que mostraba un desesperado Ronald McDonald comprando una hamburguesa a la competencia.

La realidad, pero, es que a pesar de los enfrentamientos judiciales y la escalada verbal, McDonald's nunca ha visto peligrar su posición de líder hegemónico. Quizás por eso, en 2015 Burger King planteó una tregua a través de una aplaudida campaña comercial en la que invitaba a McDonald's a crear una hamburguesa conjunta. En respuesta, el gigante emitió un comunicado rechazando la propuesta y aconsejando a la competencia que, el próximo golpe, en ninguna parte de tirar anuncios, "haga una simple llamada". Cómo dijo el maestro Yoda, "la guerra no hace grande a nadie".

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