'Her', enamorados de la tecnología

El film de Spike Jonze analiza el poder de las innovaciones digitales y como pueden afectar irreversiblemente al hombre

La evolución tecnológica es una constante en la historia humana. Últimamente, pero, vemos como muchos de estos cambios modifican nuestra vida de arriba abajo. Redes sociales, teléfonos inteligentes... En este entorno no se hace difícil imaginar dar un paso más allá y esto es el que la película Her (Spike Jonze, 2013) ilustra.

El original y cautivador film de Jonze nos sitúa en un futuro próximo donde Theodore (Joaquin Phoenix), un solitario hombre acabado de separarse de su pareja, compra un sistema operativo dotado de Inteligencia Artificial diseñado para complacer las necesidades del usuario que responde al nombre de Samantha (la voz de Scarlett Johansson). ¿Quién no querría tener una casa inteligente? La perfección del sistema programado hace que Theodore se acabe enamorando de él y sustituyendo la vida material y tangible por una de digital pero más profunda.

Dependencia tecnológica
Her nos dibuja un futuro donde el hombre está absolutamente ligado en la tecnología, donde ésta se ha convertido en un elemento imprescindible para su existencia. Esta tendencia es, sin duda, muy actual. Cada vez más vemos como la tecnología evoluciona a un ritmo superior al del hombre, con una innovación constante y la aparición de nuevos gadgets que hacen más sencillo nuestro día a día. Incluso Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google y futurista respetado, asegura que "una inteligencia artificial al nivel de Samantha es factible".

La película explora la potencia que puede llegar a lograr la tecnología y refleja hacia donde nos puede traer este boom digital. Así como nosotros seguimos la voz de un sistema de navegación que nos guía mientras conducimos, Theodore establece una conexión emocional con una tecnología inteligente, su media naranja artificial.

Las empresas y ciudades del futuro
A pesar de que el elemento central del film es el vínculo entre el hombre y la tecnología , Her también muestra pinceladas de cómo puede ser la empresa del futuro. Lo vemos en la compañía donde trabaja Theodore, dedicada a crear postales de celebración personalizadas. Cuando trabaja, podemos ver un entorno altamente tecnificado. El formato digital ha sustituido el papel y un entorno cálido y tranquilo ocupa el lugar de las oficinas estresadas.

También se aprecia como el espacio público se ha transformado en un lugar inteligente. Al metro, en la playa, a la feria o en un restaurante, los habitantes sólo interactúan con sus dispositivos móviles y el espacio está adaptado en la tecnología. La apuesta que ciudades como Barcelona hacen para convertirse en una smart city de referencia acentúan esta tendencia.

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