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Jaime Martín Puchol, la experiencia diplomática

Jaime Martín Puchol
Jaime Martín Puchol
Josep Maria Casasús
15 de Noviembre de 2013 - 01:30

Es el más veterano de los cónsules que representan la República Checa en España. Coincido con él a menudo en actas y encuentros relacionados sobre todo con la cultura y la economía. Me refiero a Jaime Martín Puchol, 60 años, licenciado en Derecho, licenciado en Ciencias Empresariales y máster MBA por ESADE, diplomado en Informática. Ejerce de cónsul honorario de Chequia en Barcelona desde hace nuevo años. Lo compatibiliza con el trabajo de su bufete de abogado, que abrió hace años con su esposa, Raquel Grau de Castro.

Martín Puchol
ocupa un lugar clave en el cuadro de representantes consulares en Cataluña. El país que representa es de los más vinculados a nuestra actividad empresarial. "El 70 % de las relaciones comerciales de Chequia con España se generan en Cataluña" –me dijo en un tono optimista y esperanzado. Es cierto que el sector del automóviltiene un peso relevante. No podemos olvidar los vínculos de la marca checa Skoda, integrada ahora en el Grupo Volskswagen, con los planes de la factoría SEAT en Martorell.

Esto no lo dice todo, pero, de las oportunidades que por los inversores y negociants ofrece el horizonte checo: un país estable; una moneda con margen de maniobra, como es la corona; unos profesionales y técnicos muy preparados, una población con altos índices de cultura, sobre todo en materia de música, teatro, bellas artes y literatura. La gente más grande de 60 años habla ruso y la juventud lo hace en inglés con fluidez.

Chequia
comparte algunos de estos disparos con Cataluña. A las empresas checas siempre encuentras más de una persona que sabe inglés. Por este y otros motivos Cataluña es el país de la Península Ibérica más cercano en la República Checa. Lo favorecen también las comunicaciones. Cada vez hay más quieres diarios entreelaeropuerto del Prat y Praga .

El hecho que el actual República Checa nasqués del "divorcio de terciopelo" con Eslovaquia no tiene que animar, pienso, el independentismo catalán más allá del qué es razonable. Son dos evoluciones nacionales fuerza diferentes. Aquel divorcio se aconteció de mutuo acuerdo entre los políticos que tenían la sartén por el mango. Me lo explica en detalle Jaime Martín Puchol. Tomo buena nota de alguna de las suyas remarcas. Sobre el euro, por ejemplo. "La República Checa no ha entrado nunca en el espacio del euro, y no tiene interés al hacerlo" – me recuerda el cónsul Martín Puchol. Y añade: "El presidente Václav Klaus no creía en el proyecto europeo ni con otras cosas, como el cambio climático, ponemos por ejemplo."

Chequia
tiene unas ventajas que nos hay que atender desde la perspectiva de las relaciones exteriores de Cataluña. Martín Puchol, el hombre que enlaza ambos países con la discreción propia de un diplomático, conoce bastante bien estas ventajas: desarrollo económico rápido y ágil a partir del turismo; industria muy dinámica, en sectores donde tiene prestigio, como el automóvil, la cerveza o la cultura. Cataluña puede aprender de los checos como potenciar capacidades genuinas y como emanciparse de manera habilidosa, sosegada: fortaleciendo la cultura, la emprendeduría y la formación de la juventud.