Cómo muchos empresarios, Josep Maria Cadena, de 78 años, no cambia de trabajo aunque pasen los años. Es el privilegio de aquellos en que el hobby coincide con la profesión. Es un privilegio de emprendedores, artistas, escritores y profesionales que pueden trabajar sin depender de un contrato laboral. Cadena ha hecho y hace periodismo, a pesar de que ha pasado por varias modalidades del oficio: informador, reportero, articulista político, directivo de redacciones, crítico de arte.
En esta última especialidad, Cadena es continuador de la manera de entender el género en la qué hicieron doctrina Eugeni de Ors o Rafael Santos Torroella. "Me he ido reciclando –dice-: cuando se acaba un trabajo paso a otra sin cesar". Fue subdirector fundador del diario Avui, jefe de sección a Diario de Barcelona, director de Hoja del Lunes, redactor en hacia El Periódico, miembro del Consejo de la Información de Cataluña.
Da conferencias, participa en mesas redondas, presenta libros y exposiciones. Acaba de poner a la venta el libro Opisso 1903-1912. Incluye los 466 dibujos que el más clásico de los ninotaires y caricaturistas de preguerra publicó en el semanario ¡Cu-Cut!. En esta obra, Cadena sitúa cada chiste gráfico en su tiempo. Da todo tipo de detalles para entender el qué pasaba. "No todo sale en los libros de historia" -dice él.
Cadena presenta de manera clara las circunstancias que motivaron cada una de las piezas de Opisso, obras maestras del costumisme y el humorisme gráficos del siglo XX. Para hacer esta tarea Cadena se pasa muchas horas revolviendo colecciones de diarios antiguos. Este verano, un golpe más, lo encontraréis trabajando. "Qué preparas ahora?" –he preguntado.
Su respuesta es para dejarnos boquiabiertos: "Preparo tres volúmenes con los 1.500 dibujos que Junceda publicó en el ¡Cu-Cut! –dice con naturalidad. Si miráis el libro que acaba de sacar sobre Opisso veréis las fichas tan detalladas que él incluye junto a cada dibujo. Un trabajo admirable. No pensáis, pero, que Josep Maria Cadena es de quienes no quiere dejar nada por los otros. "Se tiene que dara gente nueva –dice-, pero aquello que puedo hacer lo hago, y espero que otras lo completen si hace falta". Tiene un espíritu de senior activo que no persigue la exclusividad ni se lo mira todo desde arriba.