El año pasado Consum facturó 3.378,9 millones de euros y obtuvo unos resultados de 67,9 millones de euros de beneficios. Actualmente, su red de establecimientos supera los 850, de los cuales un 54% son propios y el restante son franquicias. Tiene presencia en la Comunidad Valenciana, Catalunya, Castilla-La Mancha, la Región de Múrcia, Andalucía y Aragón y mantiene la sexta posición en el ranking nacional de empresas de distribución por superficie, ocupando el 4,4% de la cuota del mercado estatal. Los hitos, que muestran un Consum muy diferente en cuanto a tamaño del que se encontró Juan Luis Durich cuando entró en la compañía, en 1983, son una muestra de que "el modelo de economía social funciona y lo hace muy bien", asegura un Durich orgulloso que acumula casi 30 años al frente de la cooperativa.
Siete años después de que Consum abriera su primer supermercado en 1975 en Alaquàs, Valencia, Durich entró a trabajar en la cooperativa, con la carrera de Económicas bajo el brazo y casi cuatro años de experiencia exclusiva en cadenas de supermercados: Coaliment y Continente -que primero se fusionó con Pryca y después se convirtió en Carrefour-. 10 años transcurrieron hasta que el economista valenciano fue nombrado director general de la empresa que, en aquel momento, ya formaba parte del Grupo Eroski y contaba con 134 establecimientos de supermercados, una plantilla de 1.710 trabajadores y unas ventas de 374 millones de euros.
De hecho, la ruptura con Eroski es uno de los mayores retos que Durich asegura que ha afrontado al frente de la compañía, El acuerdo se había firmado en 1990 -deslumbrados por ser Eroski también una cooperativa- pero las estrategias de crecimiento de ambas cadenas de supermercados no fueron alineadas y acabaron rescindiendo la alianza en 2004, momento en el que Consum recuperó el protagonismo que había perdido estando en la sombra de Eroski.
Durich: "Veníamos de una época donde las personas habían perdido el protagonismo, como si se hubieran quedado relegadas"
A continuación Consum experimentó una época dorada, un crecimiento espectacular. "Veníamos de una época donde las personas habían perdido el protagonismo, como si se hubieran quedado relegadas, y había una sensación de desaliento, de falta de reconocimiento", relataba hace una década Durich para la revista Los que dejan huella de KPGM sobre el episodio con Eroski. Pero consiguieron recuperar los ánimos: "Empezaron a ver el proyecto como algo suyo y a trabajar con uñas y dientes".
Para Durich, "las personas que forman Consum son el centro de todas nuestras decisiones y su bienestar es lo más importante". Es el noveno año consecutivo que ganan el sello Top Employers y no es en vano: "Apostamos por las personas y por su bienestar, fomentando la conciliación de la vida familiar".
En parte, esta filosofía se explica porque Consum es una cooperativa de trabajadores y consumidores. En la cadena valenciana, los trabajadores y los clientes no son simples colaboradores, son socios y socias y esto significa que participan en el capital, en la gestión y en los resultados de la empresa. Es por eso que su organización tiene un doble objetivo estratégico: por un lado, "proporcionar a los trabajadores las mejores condiciones laborales, consiguiendo así su máximo compromiso" y, por el otro, ofrecer a los consumidores los productos con la mayor calidad posible para conseguir su máxima satisfacción.
Bajo su liderazgo, hay más de 18.200 profesionales, aunque él no habla de liderazgo, sino de "responsabilidad". Le reconforta contar con nueve personas en el Consejo de Dirección, con quien trabaja "conjuntamente para que Consum continúe creciendo como hasta ahora, sin prisa pero sin pausa". Según Durich, "en Consum el talento no entiende de etiquetas, sino todo el contrario, habla de competencias, habilidades, experiencias, conocimientos, valores y actitudes diferentes aportadas por personas que se complementan para crear un equipo competitivo."
"Calculamos que durante el 2022 tendremos un sobrecoste de electricidad muy superior a los 25 millones de euros"
Los riesgos para la mancha de aceite
Preguntado sobre los retos que viven hoy en día las cadenas de supermercado, Durich señala el conflicto bélico ruso, el desabastecimiento de materias primas en Europa, el precio de la energía y, hasta hace poco, la pandemia, que ahora "ha pasado a un segundo plano". Mientras mantiene la estrategia de expansión en forma "de mancha de aceite", espera que la diplomacia europea sea capaz "de convencer a Rusia para que cese el conflicto, puesto que las consecuencias humanitarias son evidentes, además de las económicas".
"Calculamos que durante el 2022 tendremos un sobrecoste de electricidad muy superior a los 25 millones de euros", apunta Durich, asegurando que eso nunca "supondrá un incremento de precios, sino que irá contra nuestro margen, de forma que tenemos previsto ganar menos que en 2021."
La covid-19 ya no es un tope para su crecimiento, pero reconoce que ha provocado un impacto en el consumidor: "Determinadas tendencias que han venido con esta crisis se quedarán, como la preocupación por la salud, pero también por la sostenibilidad, el incremento de la compra en linea y una mayor exigencia de higiene y seguridad".