Luces y acción contra la crisis del cine

Mientras baja la facturación y el público en las salas, algunos cines invierten para ofrecer experiencias alternativas

Un millón y medio menos de espectadores, 7,6 millones menos de facturación y 17 salas de cine que bajaron la persiana. Es el balance del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales con que los cines catalanes cerraron en 2012 en comparación al curso anterior; son datos que ponen sobre la mesa el agujero negro que sufre buena parte del circuito cinematográfico catalán. Pero no todo es negro: hay varios ejemplos de cines que abren las luces y hacen acciones por no sólo nacer y sobrevivir en tiempos de crisis, sino crecer y mirar el futuro con perspectivas optimistas.

Diferenciación contra el problemas
Las descargas ilegales y la ampliamente criticado aumento del IVA hasta el 21% son dos vallas más a saltar por los cines catalanes. "No podemos concebir el cine como antes, tenemos que crear una experiencia nueva, diferente". Son palabras de la directora de marketing de los Cines Hoja HD de Cornellà de Llobregat, Laia Marsal. Las salas ubicadas en el centro comercial Splau! se han convertido en poco más de dos años y medio de vida en los según cines con más espectadores de todo el Estado español.

Después de arrancar con fuerza, este pasado mes de julio los cines cornellarencs invirtieron  cuatro millones de euros más debe de nuevas salas. Marsal cree que la clave para crecer pasa para "potenciar la calidad, cuidar todos los detalles y trabajar fuerte por fidelitzar el cliente con varias propuestas". "Tenemos que ofrecer un servicio diferente, mejor que el resto, que motive el espectador a venir y pagar una entrada".

Pantallas corves, salas de pequeño formato para multiplicar la experiencia sensorial, palomitas seleccionadas expresamente después de cruzar el Atlántico u horarios de mañanas para los niños son algunas de las alternativas que proponen los Cines Hoja HD de Cornellà.

La apuesta por el valor añadido
Con un modelo diferente, pero con una finalidad parecida trabajan los Cines Girona de Barcelona. La emblemática sala surgida en 1936 fue reabierta el marzo de 2010 con un nuevo impulso. El responsable y socio fundador de los cines, Toni Espinosa, asume que "los cines son una ventana más que tiene que convivir con otras muchas plataformas, luchando para llamar la atención dentro de esta pluralidad". Cómo hacerlo? "El que no se puede pretender es poner un póster y pensar que la gente vendrá como antes. Los tiempos han cambiado, tenemos que presentar algo diferente, que sólo pueda encontrar al cine y que lo mueva hasta aquí".

Si los Cines Hoja HD de Cornellà se caracterizan por el perfeccionamiento de la estructura -el hardware-, los Cines Girona plantean alternativas en el software, como describe Espinosa: "Trabajamos enfocados a los contenidos. Tenemos que ser diferentes, darle vueltas a las proyecciones, hacer debates invitando autores, directores y actores porque el público los pueda hacer preguntas". En definitiva, aportar valor añadido: "Nuestro público no viene sólo a ver una película, viene a un acontecimiento cultural. decimos cines, pero somos un espacio de cultura audiovisual amplia".

Fidelitzar el cliente
El pasado mes de julio, los Cines Girona tuvieron que afrontar la digitalización de sus salas. Ante el reto, idearon una tarifa plana por la cual por 30 euros permitía disfrutar de todo el cine de la sala durante un año. La propuesta se saldó con un récord absoluto: 3.600 abonos en cinco días. En este sentido, cerraron el agosto con un crecimiento de público del 70% interanual. Desde su nacimiento en 2010, Espinosa explica que han sido moviéndose en incrementos del 30% anuales en términos de espectadores hasta los 80.000 por año con que ahora cuentan.

Ofrecer contenidos exclusivos
Quien también ha apostado por los festivales de cine, ciclos y conferencias son los Boliche Cines de Barcelona. Después de unos años cerrados, han reformado las cuatro salas y las han reabierto con una cartelera permanente, la única de la ciudad en versión original subtitulada en catalán. Es una manera de diferenciar la oferta, en opinión de uno de los dos promotores de la iniciativa, Rafael Dalmau. "Si se quiere es patriotismo, pero también se ha querido coger un elemento comercial que hasta ahora no existía", argumentaba al ACN. "Durante el año pasado sólo se estrenaron dos películas con subtítulos en catalán y es una vergüenza. Es 20 veces más barato subtitular que doblar".

Actuar contra la crisis
Un ejemplo más que la gente quiere cine. Cine como experiencia, con valor añadido, ya sea en estructura o contenidos, para merecer una entrada que se acerca a los diez euros. La afluencia en las salas baja año tras año, la facturación de los cines se hunde y muchos tienen que plegar, pero también hay otros casos de cines que nacen, sobreviven y crecen a pesar de la crisis, a pesar de las descargas y a pesar del IVA del 21%. Cines que impulsan alternativas. Hay que actuar: luces y acción contra la crisis.
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