El juego del crecimiento

Jugando a tenis se aprende que un buen partido requiere de observación, estrategia, táctica y habilidades

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Hay que saber mirar la pelota y a uno mismo, como decía un entrenador mío, para así conocerte mejor y saber en cada momento que has hecho, para poderlo corregir seguidamente. Por otro lado, una estrategia definida te permite saber si jugarás al ataque y haciéndote la pista pequeña para  tí y larga para tu contrario o si, por el contrario, jugarás más atrás, haciendo que sea el rival quién falle. En tercer lugar, hace falta que tengas claro donde quieres golpear la pelota, donde te sitúas en cada momento y que harás en la siguiente jugada, por lo que tu táctica tiene que acompañar a la estrategia definida, para tener éxito. Y, finalmente, para poderlo hacer posible, te hacen falta habilidades compatibles con la estrategia y la táctica elegidas.

"Hay que saber mirar la pelota y a un mismo, como decía un entrenador mío, para así conocerte mejor y saber en cada momento que has hecho, para poderlo corregir seguidamente"

Escribiendo mi libro Crece y prospera (Editorial Profit, 2019) llegué a la conclusión que las empresas siguen un patrón muy similar, puesto que también les hace falta: analizar donde son y qué hacen (observación); definir sus prioridades (estrategia); pasar a la acción en consecuencia (táctica); y, por último, tener claras sus fortalezas (habilidades). Y es así como recomiendo a mis clientes que trabajen cuando quieren crecer y prosperar o, lo que es el mismo: acelerar sus resultados, aportar valor y dejar legado. Cómo? Haciendo que el crecimiento se convierta en un hábito, una rutina, que se desarrolle de manera natural a tu negocio, a través de los siguientes pasos:

En primer lugar, definiendo claramente el objetivo que perseguimos, ya sea económico (pasar de los dos a los diez millones de euros de facturación en los tres años siguientes) o de estilo de vida (retirarme de aquí a cinco años).

En segundo lugar, eligiendo bien los motores del éxito de este objetivo, para definir los que son prioritarios de cara a la estrategia que perseguimos. Entre otros, en mi libro hablo de:

  1. Salir a ganar y disfrutar de aquello que haces, porque cuando haces aquello que te gusta, todo es más sencillo.
  2. Un marketing basado en convertirte en un activo estratégico para los clientes.
  3. Un equipo ejecutivo que construya e implemente la estrategia de crecimiento de la empresa
  4. Un análisis de la información que vaya más allá de la contabilidad, y que controle aspectos comerciales, operacionales y financieros en tiempo real.
  5. Una oferta innovadora, que se avance al mercado, a los competidores y a los clientes.
  6. Bastante estructura para asumir el crecimiento que estás buscando.
  7. Un equipo comprometido con los objetivos de la empresa y sus propios.
  8. Un uso de la tecnología, pensado para aumentar la velocidad y la calidad de todo aquello que hacéis.
  9. Una sucesión clara para todas las personas clave de la empresa.
  10. Una mentalidad claramente proactiva, basada en la mejora continuada y la toma de decisiones.

Y, una vez elegida la prioridad, es hora de jugar, pasar a la acción, en aquellos motores que consideramos prioritarios y, para hacerlo, lo mejor es definir planes a 90 días, que son suficiente tiempo como para conseguir resultados, pero no demasiado, para pemetirnos ganar foco e intensidad en el juego.

"A las empresas les hace falta: analizar dónde estan y qué hacen (observación), definir sus prioridades (estrategia), pasar a la acción en consecuencia (táctica), y tener claras sus fortalezas (habilidades)"

Por último, como parte de esta táctica, tenemos que evaluar qué recursos tenemos y que nos haría falta para mejorar estilos diferentes, por lo que habrá que evaluar cuidadosamente los resultados obtenidos y las fortalezas que tenemos.

El crecimiento es divertido porque pone ante el espejo empresas y empresarios de diferentes estilos. Desde aquellos que desean crecer pero tienen miedo de manifestarlo, hasta aquellos que lo dicen constantemente pero no parecen desearlo, puesto que no actúan en consecuencia. Normalmente, nos encontramos en un punto intermedio que nos obliga a trabajar aspectos estratégicos y tácticos en diferentes proporciones, y es por eso que escribí el libro Crece y prospera, para ayudar a las empresas a elegir su juego y actuar en consecuencia.

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