Hotel Lago Resort (Vía de Circunvalación, 5, Cala en Bosch, Menorca) es el tipo de eco-hotel que uno esperaría encontrar en Mallorca e Ibiza, pero no en Menorca. O esa primera impresión es la que arroja su apellido resort. Nada que temer. No estamos ante un resort al uso. Uno no viene aquí a encerrarse, bañarse y pulular con la pulserita, hasta que el día de salida anuncia el check out con el equipaje en recepción. Sus 14 restaurantes darían para quedarse dentro indefinidamente -sí, hemos leído bien: 14-. Diríamos que es el resort más gastronómico de toda la isla; pero también es un hotel con un pueblo anexo o bien un pueblo dentro de un resort de lujo en el popular puerto recreativo de Cala en Bosch.
Hotel Lago Resort es el resort más gastronómico de toda la isla
El complejo, que rige el vallisoletano Grupo Moga, se divide en las Suites del Lago Eco Hotel & Thalasso Pool, Las Casas del Lago, Villas del Lago y Los Bungalows del Lago. Alojamientos adultsonly o villas y apartamentos familiares, según se prefiera. Todos, con espacios individualizados donde pasarlo bien y desconectar. Que las posibilidades no nos despisten; aquí lo importante es pedir un gin amb llimonada al llegar al mostrador (la pomada es el nombre que toma esta popular bebida de Maó a Ferrerías). Y, luego, dejarse aconsejar sobre dónde comer y cenar (la oferta inicial por marca se desdoble en hasta 24 restaurantes de los precios más variados, pero nos ocuparemos de los gastronómicos).
¿Quién dijo que Menorca es solo playas?
La isla balear es el destino favorito de muchos españoles cuando aprieta el calor y, aunque las calas de ensueño son su reclamo, la gastronomía –cada vez más- es también pilar fundamental de este destino. Y, más allá de los restaurantes referenciados en guías donde podemos disfrutar un pedazo de la gastronomía isleña, año tras año tenemos la suerte de encontrar propuestas migradas del talento peninsular en forma de restaurante. En este sentido, Lago Resort Menorca apuesta por ser el hogar de cuatro restaurantes gastronómicos: un peruano con aire de beach club, un japonés que mima el producto local, un restaurante thai a la altura de cualquier gastronómico asiático de una gran urbe y un restaurante “de puerto” dedicado a los arroces, la langosta local -que puedes “pescar” tú mismo del acuario- y el producto del mar.
Godai, el viaje a Menorca vía Japón de Julián Mármol
Los 10.330 kilómetros que separan Tokio de Cala en Bosch se quedan cortos cuando uno se sienta a la mesa de Godai. La propuesta japo-menorquina del chef Michelin Julián Mármol respeta el producto de la isla –trabaja con especies autóctonas como el Cap Roig, la Gallineta o suculentas carnes como la Vedella Vermella menorquina– y lo trata con las técnicas de corte más depuradas que este chef autodidacta ofrece en su popular restaurante de Madrid, Yugo The Bunker. Las recetas de Mármol se degustan de un bocado con la misma mano si se quiere y –sobre todo– sin añadir soja. Por eso, no veréis por la mesa ningún recipiente con la adictiva salsa negra: “No tiene sentido y me enfada mucho cuando me lo piden”, señala el cocinero. No lo haremos. Del codium en tempura con kizami wasabi y sichimi togarashi –me hubiera gustado usar la posidonia local, pero está protegida- al delicado nigiri de gamba roja y jugo de coral con ajillo japonés o el adictivo futomaki tempurizado de langosta con una reducción de salsa de caldereta de su coral, uno entiende que la cocina de Godai no necesita ningún complemento. Quizás, únicamente, alguna copa de chardonnay local, como el de la bodega Binifadet (Sant Lluís). Nigiri a nigiri, gyoza a gyoza, el menú degustación que ofrece Julián Mármol sella un concepto inédito en la isla, muy original y difícil de encontrar también fuera de ella. (Ticket medio: con carta 85 euros, menú degustación: 150 euros).
'Nigiri' a 'nigiri', 'gyoza' a 'gyoza', el menú degustación que ofrece Mármol sella un concepto inédito en la isla
Kaypa, el Perú más auténtico de Omar Malpartida
Los ceviches son los grandes protagonistas de la fresca propuesta del chef Omar Malpartida en este restaurante de alma mestiza que celebra el legado del país inca. Su popular restaurante en Ibiza, Maymanta, cuyo nombre significa “origen”, le ha catapultado en las baleares. En su propuesta en Kaypa destacan, entre los segundos, recetas típicas como el tiradito bachiche, la causa limeña menorquina, el lomo saltado o los anticuchos de espárragos peruanos. Para Malpartida el secreto de una cocina peruana moderna como la suya es “unir el mejor producto fresco peruano con el mejor producto de proximidad menorquín, explotando al máximo la esencia peruana en cocina”. La coctelería es fundamental como en todos sus proyectos. Tomar un pisco clásico o beber un chilcano acompañando el menú es la mejor apuesta. Por cierto, “KayPacha”, en la lengua quechua, significa “el aquí y el ahora”, por eso Kaypa es un lugar para desconectar y reconectar con el momento. (Ticket medio: 70 euros).
Thai Garden by Enarena Beach
Emilio Carcur es el perfecto anfitrión de este auténtico tailandés expatriado a las baleares. Carcur revolucionó hace más de 25 años Madrid con el auténtico Thai Garden, un local pionero en esta desconocida cocina a la que muchos locales aún no se han asomado. En esta nueva sede, la cocina tailandesa se enmarca en una terraza de madera al aire libre decorada con orquídeas naturales y acompasada por la brisa del Mediterráneo. En la carta, sabores auténticos y una puesta en escena genuina. Entre los entrantes, el Tod Man Pla -albóndigas fritas de pescado, turmerico, hierbas thai y cilantro- y el Som Tam –deliciosa ensalada de papayas verdes con langostino, cacahuete, hierbas thai, zumo de lima y guindilla fresca roja-. Uno de los best sellers de la carta que Emilio cocina personalmente para todos sus invitados es el curry Paneng Kai, suave y cremoso con pollo. Aunque Tailandia no es país de postres, vale la pena probar el Khao Niao Mamuang. Tradicional postre Thai de mango maduro con arroz glutinoso y bañado en leche de coco templada; un viaje directo al corazón de Tailandia, el país de la eterna sonrisa. (Ticket medio: 40 euros).
Uno de los 'best-sellers' de la carta que Emilio cocina personalmente para todos sus invitados es el curry 'Paneng Kai'
Aquarium, el corazón marinero del Port de Ciutadella
Bajo la antigua muralla medieval del muelle de Ciutadella, en una impresionante cueva natural, se esconde un minúsculo mostrador de langostas recibiendo a los comensales. Aquarium Port Ciutadella es el restaurante más tradicional del grupo y tiene 20 años de historia. Es todo un reclamo para degustar la cocina menorquina de siempre –y algunos platos más actuales y premiados-. Se trata del restaurante marinero con especialidad en arroces, pescados y mariscos donde podréis “pescar” vuestra propia langosta. El Japo-taco de atún, ganador de la mejor tapa de atún rojo de España 2023, sería el perfecto entrante y el más cosmopolita. Después de eso, llegarán a mesa las croquetas de gamba roja de Menorca o el gallo San Pedro preparado frito con ajos y la Caldereta de langosta (sirven una receta original del año 1962). Los arroces son marca de la casa, pudiendo escoger entre suculentas opciones de siempre –y otras no tan habituales-. Por ejemplo, el mar y montaña con lubina del Atlántico, confit de pato desmigado y mayonesa de kimchi. Es canónico acabar esta comida en el puerto con un sorbete de Gin amb Limonada en mano mientras miramos mecerse los barcos anclados en el muelle. (Ticket medio: 55 euros).
Far d’Artrux, un faro de 1895 con la mejor puesta de sol de Menorca
Otra forma de subir el nivel de este pedacito de paraíso local es cenar iluminados por una puesta de sol menorquina en el Far d’Artrutx –para algunos, las mejores de la isla–. Es el punto más al suroeste de la isla y lugar de peregrinación siempre para hacerse las fotos. El faro, que data de 1858, fue una fuerte apuesta del Grupo Moga que logró la concesión hace ya unos años y que invirtió en su reforma y en la puesta a punto de un restaurante gastronómico tradicional. En su carta encontraréis opciones para compartir y platos más contundentes como el cachopo galardonado como El Mejor cachopo de Baleares 2022 o la espectacular langosta frita con patatas y huevos que el cliente puede elegir. Para cenar o para disfrutar de una copa viendo al caer la luz en el horizonte, será el momento de poner en marcha el time-lapse del móvil, relajarse y dejarse fluir porque Menorca, vista de desde cualquier ángulo, aún da para mucho. (Ticket medio: 50 euros).