
El próximo domingo, 1 de septiembre, Salvador Giner, 79 años, cederá a Joandomènec Ros, 67 años, la responsabilidad de presidir el Instituto de Estudios Catalanes (IEC), la corporación académica, científica y cultural fundada en 1907 por el presidente Enric Prat de Orilla con el propósito de asegurar la investigación en todos los ámbitos de la cultura catalana.
Deja el cargo de presidente por imperativos estatutarios. Ha cumplido dos mandatos de cuatro años. En esta corporación de altos estudios sólo se puede ser reelegido consecutivamente una sola vez. No es, pero, el único académico que ha sido al pie del cañón en una institución que requiere a todos lo suyos miembros bastantes de voluntad, ambición científica y motivación altruista. Quienes fueran candidatos en anteriores elecciones, Joan Martí, 68 años, y Ricard Torrents, 76 años, han trabajado y trabajan al IEC con la lealtad institucional activa y crítica que caracteriza a la gente sabia y honrada.
El sociólogo Giner, como la inmensa mayoría de miembros del IEC, es un senior con los ojos puestos en el presente y en el futuro sin perder el sentido de la historia. Publicó hace poco un libro sobre la economía capitalista. Hace afirmaciones que pueden sorprender a aquellos que leyeron una de sus primeras obras, La sociedad de masas (1961), en lo referente a Cataluña de cierto pensamiento de izquierdas. Dice ahora que "el capitalismo es el sistema más dinámico e innovador de la humanidad".
Doctorado en la Universidad de Chicago, y con experiencia docente e investigadora en Cambridge y otras universidades inglesas, Giner aboga porlaausteridad ética de raíces saxones que se injertó en las formas de vida catalana. "La austeridad no significa pobreza –afirma-. Con austeridad hay escuelas, hospitales, un buen nivel de vida." Lo remarca y ejemplifica: "No olvidamos que muchos capitalistas –los calvinistes, por ejemplo- practicaban la austeridad y el amor al trabajo".
Es de quienes confía en un porvenir regenerado del sistema capitalista. "Se producirán cambios muy notables en varios terrenos, como el de la proliferación de microempresas o la multiplicación de las empresas medianas, en contra de quienes asumían que los monopolios y oligopolios acabarían con ellas" –comenta cuando le preguntan sobre las ideas que expone en su libro más novel.
Es un sociólogo que no se resigna a describir la realidad. Afana en transformarla. Una de sus iniciativas, el Instituto de Estudios Sociales Avanzados, que fundó al CSIC, es una proyección pública de su capacidad de integrar las mutaciones –también las personales- en un programa de acción que los años no paran.