Siete vinos blancos espectaculares por menos de veinte euros para disfrutar del verano

Entre los 7 y los 19,20 euros, vinos para todos los gustos | Cedida

En verano nos vemos más, preparamos la mesa y disfrutamos de las largas sobremesas. A menudo tiramos de despensa pero, ¿y si hacemos una selección de vinos blancos fáciles y otros con cierta potencia que nos acompañen por estos meses de calor? Entre los 7 y los 19,20 euros, vinos para todos los gustos.

1. Granit 2021 (Montsant, Josep Grau Viticultor), la mineralidad del Montsant embotellada

Siete meses en barrica de roble austríaco hacen que este blanco sea lo más complejo y elegante de la bodega. Es una viña de garnacha blanca situada en Marçà, a 330 metros de altitud; una pequeña finca dividida en tres bancales de suelos argilo-calcáreos, aunque su particularidad son las grandes cantidades de granito descompuesto que hay y que son inspiración para su nombre. El granito favorece el drenaje del suelo y el aprovechamiento de la escasa lluvia que recibe, una circunstancia que se suma a la hidratación que recibe la planta gracias al Garbí, el viento que llega directamente desde el Mediterráneo. Ecológico y con prácticas biodinámicas, buscando la más transparente transmisión de las condiciones de la finca y la añada al vino, la uva destinada a Granito se prensa muy ligeramente para obtener un mosto que pasa directamente a un foudre de roble austríaco de 2.000 litros de capacidad. Con el uso de este recipiente, Josep Grau busca el menor impacto posible de la madera en el vino y la salvaguarda de los aromas primarios de la uva consiguiendo, al tiempo, volumen y estructura que permitan una buena evolución en la botella. Su crianza es de unos siete meses sobre lías en este mismo fudre, para conseguir una textura sedosa y ganar complejidad aromática (toques florales y silvestres) potenciando su marcado carácter mediterráneo.

Granito 2021, Montsant, Josep Grado Viticultor

 

2. Neolític (Parés Baltà), un sumoll del Penedès con altura

Parte de las viñas de la bodega familiar Parara Baltà –uno de las primeras bodegas en certificarse en agricultura ecológica (2002) en la zona y biodinámica (2013) en toda la península– se encuentran a 700 metros de altitud, en la zona más alta del Penedès. La bodega es uno de los referentes en la elaboración de vinos orgánicos del Penedès. Con una larga tradición vitícola que data del 1790, en los últimos años sus enólogos han experimentando con variedades ancestrales casi olvidadas como las Moneu o las Forcada. Algunas han demostrado ser altamente resistentes a la sequía y de ciclo largo. Como resultado de estas microvinificaciones, vio la luz Neolítico 2021, un monovarietal de Sumoll, con una limitadíssima producción de 400 botellas. Es un sumoll joven de la parcela Coster de la Masía dentro de la finca Els Valls, donde los suelos son francos, profundos y pedregosos con buen drenaje y orientación Norte. Vinos duros en acidez y aspereza, que nos evocan al Penedès más salvaje, pero ligeros en color y cuerpo, y esta autenticidad se aprecia cada vez más.

3. Les Sorts blanco (DO Montsant), una garnacha blanca con crianza de madera

Con más de 100 años de historia, Bodega Masroig es uno de los referentes dentro de la Denominación de Origen Montsant, en la comarca del Priorat. Trabajan la Garnacha Tinta y la Carinyena. Esta última es la base de todo el proyecto. En el caso del vino que nos ocupa, pero, es un monovarietal de garnacha blanca con fermentación y crianza de seis meses en madera, un vino que destila aromas complejos y frescos a albaricoque, cítricos y especies dulces con cierta estrutura en boca y versatilidad en mesa.

Las Suertes blanco (DO Montsant)

 

4. Can Matons Pansa Blanca 2020 (DO Alella), un blanco de viñas viejas

Can Matons Pasa Blanca 2020 es un vino que pretende mostrar la expresión de las parcelas más singulares de la D.O. Alella: plantadas en espaldera y en vaso, las más viejas, y el característico suelo de sauló, pobre en nutrientes, con poca retención de agua y pH moderado. La uva se prensa entera y se la somete a una fermentación muy lenta a temperatura controlada de 16 grados en depósitos de acero inoxidable. Todas las parcelas fermentan por separado en frío con las pieles que son más dobles para protegerse del viento y la salinidad marina. Es un vino amarillo con reflejos verdosos y aromas de fruta blanca y de hueso con ligeras notas florales. En boca tiene volumen sedoso y un largo post-gusto.

5. Casa Mariol (DO Terra Alta), vinos con calidad-precio imbatible

El 100% Chardonnay de Casa Mariol es un vino con el que siempre quedaréis bien. La fermentación a baja temperatura exalza los aromas de esta variedad reina de una de las regiones vinícolas más prestigiosas del mundo, la Borgoña. Casa Mariol, bodega con 77 años de trayectoria, bautiza sus vinos según su variedad y edad. Además en su etiquetado representa la idea de proximidad y familiaridad— utilizan elementos de gráfica doméstica muy entendedora y sacando casposidad a la lírica del entendedor. Marta y Josep Maria Vaquero, tercera generación de la familia arraigada en Batea, son la cara visible de este refrescante proyecto. En el vino que nos ocupa, encontraréis un color amarillo dorado con reflejos verdosos y un carácter afrutado intenso, con aroma de melón, pera madura, plátano y piña. Un vino apacible, largo y divertido que desplegará todo su encanto alrededor de una mesa.

Casa Mariol (DO Terra Alta)

6. Oda Blanco (DO Costers de Segre)

Un Macabeu, Chardonnay con fermentación y crianza de siete meses en botas nuevas de roble americano y francés de la bodega más antigua de Catalunya en la elaboración y etiquetado de vinos con crianza. Se trata de un vino clásico joven, de viñas viejas con crianza con sus propias madres donde la madera aporta un toque más potente, volumen y cierta cremosidad que, junto con la marcada acidez, os ofrecen la garantía de una cierta longevidad. Y todo esto a un precio muy interesante.

7. Via Edetana Blanco (DO Terra Alta)

Joan Ángel Lliberia elabora vinos de referencia de la DO Terra Alta, principalmente con uvas de las variedades autóctonas, como la garnacha blanca y garnacha peluda, en una bodega sobre la llanura de Gandesa. Los barcos insignia, Edetana y Edetaria Selección, son unos vinos de finca de pequeña producción muy reconocidos por la crítica y una gamma de una relación calidad precio excepcional. Via Edetana blanco está elaborado con Garnacha Blanca 70% procedente de viñas de más de 40 años y Viognier 30%. En la boca, es un vino amplio y potente, cremoso y fresco con una mineralidad elegante. Después de la fermentación separada, se acoplan las dos variedades y se madura la mitad del mosto con sus madres finas para extraer la máxima expresión varietal y, el resto, se afina con una crianza de cuatro meses en botas de 300 litros.

Vía Edetana Blanco (DO Terra Alta)