No quiere que se le diga mecenas. Y tiene razón. Antoni Vila Casas, 83 años, farmacéutico de formación y empresario relevante que fue en este sector industrial (fundador el 1960 de Laboratorios Prodes/Prodesfarma, fusionados el 95 con los Almirante), es mucho más que un mecenas.
Vila Casas es un prestigioso, reconocido, activo e inquieto promotor y coleccionista de arte. Por eso edita una serie de publicaciones titulada El arte de coleccionar. Y nos invita a todos a conocer obra contemporánea en sus museos en Barcelona (Can Framis y Espacio VolART), Palafrugell (CanMario ) y Torroella (Palau Solterra).
Lo impulsa todo desde la Fundación Vila Casas.despliega una constante tarea de suplencia en la investigación y difusión de valores contemporáneos en pintura, fotografía y escultura . Son los tres vertiente de su pasión por la creatividad artística catalana. No le gusta que le digan mecenas. No lo es a la manera antigua, pasiva, fría. Lo es, pero, en un sentido ético y moderno del término: generosidad y a la vez acción, participación, compromiso, iniciativa.
-Vengo del mundo farmacéutico. Quiero poner remedios a las carències de apoyo público a los creadores de ahora –me dijo en el transcurso de una conversación muy agradable a Can Felip, de la calle Ausiàs March, 22, de Barcelona, una mansión modernista andamio el 1905 por un indià.
Es la actual sede de la Fundación. A la grande sala comedor destaca el vitral no religioso más grande de Cataluña. El hogar de fuego es una escultura en madera de Eusebi Arnau, autor de toda la abundosa ebanistería de la casa.
A la planta baja hay las salas del Espacio VolART. Hasta el cercano 21 de julio podemos visitar la exposición de reconocimiento a la trayectoria de Lita Cabelludo. Es autora de una obra penetrante, corprenedora, sacsejadora. Comprendo que Antoni Vila Casas le apetezca. Es una pintura que impacta a quienes valoramos sentimientos, sensaciones humanas, aventura intelectual.
Por este motivo, Vila Casas elige para sus espacios el trabajo de artistas con mordent: Antoni Clavé, Salvador Alibau, Luis Marsans, Xavier Valls, Enrique Asensi. Hace poco presentó su fondo de fotografías de Agustí Centelles. Es la única colección de este fotoperiodista que ha quedado en Cataluña en manos privadas. Por el año próximo prepara un reencuentro con la obra de Antoni Pixot.
Antoni Vila Casas tiene una idea inclusiva, universal, de la actividad artística. El arte descansa sobre tres patas: artistas, galeristas y coleccionistas-afirma. Da mucho valor a los coleccionistas. Recuerda que Balzac los definió como "los hombres más apasionados del mundo". En el ciclo sobre bonos coleccionistas, publicado por la Fundación y coordinado por el crítico Daniel Giralt-Miracle, 68 años, hay Rafael Tous, 73 años; Felip Massot, 62 años; Sisita Soldevila, 62 años; Josep Maria Civit, 66 años; Juan Ybarra, 75 años; Antoni Puig, 89 años.
- Sin coleccionistas nohabría vida de arte –dice Vila Casas.
Predica con el ejemplo. Me habló con satisfacción del lugar de honor que tiene reservado a su encuentro de obras con la bandera catalana dominante. De la que me habló con más gozo y emoción es una de las de Grau Chaparral. Es una pieza que aprecia mucho. Lo heredó. Forma parte del patrimonio espiritual de una catalanidad cultural con raíces familiares.