200 años para volver a Moragas

La Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País celebra su segundo centenario de la mano de Isidre Fainé y con la Fundación 'la Caixa' como fruto principal de sus "semillas"

El presidente de la Fundación 'la Caixa', Isidre Fainé | EP El presidente de la Fundación 'la Caixa', Isidre Fainé | EP

"La Fundación 'la Caixa' es un gran árbol, con ramas fuertes y muchos frutos". Su presidente, Isidre Fainé, celebra la solidez del ente que representa a 117 años de su creación, en 1904, como Caixa de Pensions per a la Vellesa. El que fuera presidente de CaixaBank , más de 40 años después de su primera vinculación con la entidad, ha explorado en la celebración del 200 aniversario de la Societat Econòmica Barcelonesa d'Amics del País el crecimiento del gigante que es hoy el banco catalán. La SEBAP fue, como recuerda el mismo Fainé, una de las "raíces" del árbol, y un acompañante durante el turbulento siglo XX que ha ayudado a "no perder los valores fundacionales". El presidente de la Sociedad, Miquel Roca i Junyent , se enorgullece, de hecho, de sus vínculos con la historia de 'la Caixa', que demuestra que "hace 117 años ya había gente que entendía que detrás del hecho empresarial hacía falta una acción social".

Fainé, presidente de CaixaBank hasta el año 2016 – antes director general, antes subdirector – esgrime cuatro décadas de conocimiento y liderazgo en el principal banco catalán para reivindicar el papel de la SEBAP en la construcción de unas finanzas sociales en el país. La Sociedad, según el presidente de la Fundación, "ha sido siempre una fuente de inspiración que proporciona nuevas ideas, tanto para la actividad empresarial como para la obra social" – un binomio "no solo complementario sino necesario" que, según el directivo, está grabado en el ADN de la entidad. Roca, en este sentido, celebra que la influencia intelectual y práctica del organismo que preside haya llevado a una actividad económica de país – en CaixaBank, pero también en otras muchas entidades, empresas e instituciones – que "justifica la rentabilidad para financiar la función social que ha asumido".

Fainé: "Una cosa es ganar dinero y otra invertirlo bien en obra social"

Más de un siglo después, asegura Fainé, la Fundación 'la Caixa' y su obra social demuestran que el banco "permanece fiel a los principios y la misión con qué había nacido". Estos principios rectores han hecho, según el presidente, que la actividad empresarial y financiera de la entidad sea indestriable de su obra social – una máxima que llega desde la misma constitución de la entidad, cuando se decide dedicar los beneficios después de reservas a acciones solidarias. Tanto es así, afirma, que en la otra cara de la moneda de la Fundación se encuentra CriteriaCaixa, el holding de inversiones de la entidad. "Una cosa es ganar dinero y otra invertirlos bien en obra social", avisa, y en la conexión entre fundación e inversiones rae el equilibrio entre las dos partes.

"Hemos vuelto a Moragas", reivindica Fainé, arreciando que la Fundación, en la actualidad, es más fiel que nunca a los propósitos fundacionales. El primer director de la Caixa, Francesc Moragas, decía a sus empleados, narra el ponente, que la visión de la entidad se resumía en "con el trabajo en la cabeza y la gente en el corazón", una combinación entre servicios financieros y acciones sociales y solidarias que, según defiende el directivo, llega hasta la actualidad "en su sentido más amplio". Esta combinación, además, no se concreta mediante la transición de capitales entre acciones separadas – ganar dinero e invertirlos bien – sino en la actividad misma no solo de CaixaBank, también de sus participadas. Las empresas de la cartera de CriteriaCaixa – Naturgy, Telefónica o Agbar, entre otras – "han ofrecido numerosas facilidades a sus clientes más vulnerables" durante la pandemia, y colaboran con sus propias acciones con los horizontes de la obra social. "Priorizamos aquellos proyectos con gran impacto", reitera.

Cuando al país se le deja hacer

"Nos va razonablemente bien", ironiza Fainé, que ve un camino de crecimiento exponencial entre las primeras inversiones al germen de la Caixa de Pensiones y la actual medida de la Fundación 'la Caixa'. "De la colecta que llevó a nuestra creación – 87.800 pesetas, unos 526 euros – a un patrimonio actual de 20.000 millones de euros". Un siglo a un crecimiento real del 10 % anual, que responde, según el presidente, a la eficiencia interna de trabajadores y equipo directivo y a la gestión "rigurosa" de unas inversiones rentables y con impacto social. Con cerca de 100 entidades absorbidas a lo largo de más de un siglo – un especial vínculo une la presentación con la Caixa d'Estalvis i Mont de pietat de Barcelona, anexionada en 1990, que también tiene la SEBAP a sus raíces – CaixaBank ya es el primer banco de la península Ibérica, con gran influencia sobre organismos cómo el World Savings Bank Institute, que preside el mismo Fainé. La Fundación, por su parte y desde su separación de la entidad, es una de las más grandes del mundo, equiparable a gigantes de su sector cómo la Bill & Melinda Gatas. Los retos, recogiendo el pasado olímpico de la entidad de la mano de Joan Antoni Samaranch, son tres: "Más rápido, más alto y más fuerte".

Roca: "Este país tiene iniciativa, y siempre que le han dejado hacer cosas, ha hecho muchas"

El crecimiento, tanto en actividad como en alcance geográfico, tiene una máxima para Fainé: mantener los principios sociales. El progreso entendido en términos económicos, en que se incluye tanto la actividad de Fundación como la del banco, si no hace suya esta perspectiva, "no será ni sostenible en el tiempo ni aceptable moralmente". En este sentido, el presidente hace suyas las tres R que definen la misión del WSBI: retail – proximidad con el cliente – roots – arraigo en el territorio – y responsible – compromiso social.

"La regla de oro es tener capacidad para adaptarse al entorno sin dejar de ser fiel a los valores fundacionales", avisa Fainé, que augura para los próximos años un "crecimiento fuerte" y un aumento del impacto en el entorno de sus inversiones y su actividad. El presidente, en este sentido, confía que la SEBAP "pondrá todo el esfuerzo y el talento para ayudar al gran árbol de 'la Caixa', porque es una semilla propia". El mismo Miquel Roca ha dado fe de este compromiso, reivindicando la actividad de la Fundación como "la gran realidad de hoy creada en 1904". "Este país tiene iniciativa, y siempre que le han dejado hacer cosas, ha hecho muchas", concluye el presidente de la Sociedad.

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