Acuerdo entre el Grupo Griñó y GAP para renovar la planta de deyecciones Tracjusa de Juneda

Las dos compañías quieren hacer un centro de valorización de materia orgánica para producir combustibles renovables

Acord entre el Grup Griñó i GAP per renovar la planta de dejeccions Tracjusa de Juneda Acord entre el Grup Griñó i GAP per renovar la planta de dejeccions Tracjusa de Juneda

El Grupo Griñó y la Cooperativa GAP (Gestión Agroramadera de Ponente) han firmado un acuerdo para renovar la planta de deyecciones ganaderas Tracjusa de Juneda (Garrigues). En un comunicado, afirman que la alianza se hace para contribuir a la descarbonización y transición energética en Espanya y en este sentido también quieren apostar por la economía circular y la sostenibilidad ambiental. El objetivo que plantean en el proyecto es transformar la planta en un centro valorización de materia orgánica para la producción de combustibles renovables y biofertilizantes. Otros proyectos relacionados con la planta Tracjusa han despertado rechazo ante a la posibilidad que implicaran la quema de residuos contaminantes.

El Grupo Griñó centra su modelo de negocio en la transformación de residuos en recursos y al promover la transición hacia una sociedad neutra en carbono, y GAP es una cooperativa agraria que reúne cerca de 160 ganaderos de las Garrigues. El acuerdo que han firmado lo sitúan como "estratégico" para el desarrollo de la planta de transformación de deyecciones ganaderas Tracjusa.

Quieren apostar por la economía circular y la sostenibilidad ambiental

En este sentido, afirman que Griñó aportará experiencia y conocimiento en el desarrollo, construcción y operación de plantas de biogás y biometano, y en tecnologías de tratamiento y purificación de gases. GAP cooperativa es la impulsora del proyecto de Nueva Tracjusa y aseguran que el objetivo es mejorar y optimizar la gestión de los residuos ganaderos a escala territorial, así como para hacer una gestión adecuada, efectiva, meticulosa y sostenible de los excedentes de deyecciones ganaderas.

Las dos compañías afirman que el objetivo común del proyecto se desarrolla en diferentes líneas. La primera es optimizar la actual planta de biogás. El proyecto apuesta por incrementar la capacidad de digestión anaeróbica del tratamiento de deyecciones ganaderas y otros residuos orgánicos. El gas producido será depurado mediante un proceso de upgrading para obtener biometano, que será inyectado en la red. Esto se haría para contribuir a la descarbonización y a la producción de energías alternativas para sustituir el combustible fósil.

El objetivo es mejorar y optimizar la gestión de los residuos ganaderos a escala territorial

Por otro lado, se quiere implementar un sistema de gasificación térmica, a partir de la valorización de CSR (Combustible Sólido Recuperado, proveniente de residuos) y biomasa de origen local, produciendo un gas de síntesis que se quiere usar para producir vapor destinado al secado térmico de deyecciones ganaderas. Señalan que el uso del CSR como primera materia permitirá reducir el uso de combustibles fósiles y, en consecuencia, se reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero.

Finalmente, remarcan que se posibilita la obtención de un biofertilizante de calidad, gracias a la transformación en un granulado comercializable que, a su momento, disminuirá la necesidad de importar fertilizantes inorgánicos de países terceros y los impactos asociados a la producción y el transporte.

Las dos compañías afirman que el acuerdo demuestra el "compromiso" con la generación de riqueza para el territorio de manera "responsable y sostenible" y también el compromiso a la hora de promover la economía circular y la transición hacia un modelo sostenible, que contribuya a la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero.

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