El Grupo Griñó ha cerrado el ejercicio 2021 con una facturación de 145 millones de euros, un EBITDA de 28 millones y un beneficio neto de 7,1 millones. Estos resultados significan un crecimiento de la compañía del 20% respecto al año anterior y el quinto año consecutivo de esta cifra de crecimiento .Griñó Ecologic, la empresa del Grupo que cotiza en el BME Growth, con una capitalización bursátil de 61,2 millones de euros al cierre del ejercicio, aportó al resultado del Grupo una facturación de 53,2 millones de euros y un EBITDA de nueve millones.
El grupo empresarial, propiedad de la familia Griñó y con sede en Lleida, centra su actividad en la prestación de servicios medioambientales, el tratamiento y la gestión de residuos, la generación de energía verde, y dispone de una división de aguas y de una división dedicada a la remediación de suelos contaminados. El Grupo Griñó, que cuenta con 850 empleados y tiene presencia en España, además de Colombia, Chile y Argentina, continúa con el propósito de ser un socio estratégico en soluciones de economía circular en el sector industrial. Por este motivo, en los próximos tres años tiene previsto invertir 50 millones de euros para generar energía verde a partir de los residuos y acontecer el socio de referencia en soluciones medioambientales para la reducción y el reciclaje de residuos al sector industrial. En concreto, está desarrollando proyectos en el ámbito de los gases renovables, como por ejemplo el biogás y el biometano, para contribuir a lograr los objetivos de descarbonización y de autosuficiencia energética.
Entre los resultados destacados del ejercicio 2021, el Grupo Griñó destaca la puesta en marcha del Parque Ambiental de Recursos Renovables a Almonacid del Marquesado (Cuenca), que ya trabaja a pleno rendimiento después de haber iniciado parcialmente su actividad en septiembre del 2019. El Parque ocupa 68,8 hectáreas y dispone de una capacidad total de 20,2 millones de metros cúbicos de residuos no peligrosos, que se ejecutará en 16 fases de explotación. Actualmente, se encuentra en explotación la fase dos y en construcción la fase tres.
La planta tiene una capacidad de tratamiento de 125.000 toneladas cada año y, en una segunda fase, llegará a tratar 250.000 toneladas anuales. En la instalación, ya se produce combustible sólido recuperado, un combustible alternativo que utiliza la industria cimentera para ser valorado energéticamente como combustible de sustitución de un combustible fósil como el carbón de coque. A través del uso de este combustible, las emisiones de CO₂ se reducen en la atmósfera. El Grupo Griñó ha invertido hasta ahora más de 15 millones de euros en todo el Parque y ha generado más de 60 nuevos puestos de trabajo.
El grupo también destaca el inicio de actividad del Parque Ambiental de Recursos Renovables de Pantoja (Toledo), que tiene como objetivo implementar nuevas vías de valorización para los flujos de residuos que actualmente no son recuperados. El Parque Ambiental, que ocupa 80 hectáreas de terreno, será gestionado por el Grupo Griñó, que invertirá 10 millones de euros y creará 20 puestos de trabajo directo en la zona.
Con el objetivo de impulsar proyectos que contribuyan a la descarbonización de la actividad industrial, el Grupo Griñó ha puesto en marcha, también dentro de este año 2022, una planta de gasificación que permitirá a la empresa Lípidos Santiga S.A. (Lipsa), dedicada al tratamiento de aceites vegetales y ubicada cerca de Barcelona, dejar de consumir combustibles fósiles para su actividad sustituyendo las calderas de gas natural por una fuente sostenible y renovable de energía a partir de la valorización de biomasa y combustibles alternativos.