Artes gráficas: la hora de la digitalización

La revolución digital ha cambiado la vida de la gente pero también la de los negocios más tradicionales. Este es el reto que se ha encontrado el sector de las artes gráficas, que el paso del tiempo lo ha obligado a renovarse y modernizarse. Esto ha pasado sobre todo en negocios como por ejemplo las imprentas, acostumbradas a trabajar con el papel de una manera tradicional y que se han visto a pressadesa digitalizarse para seguir visibles en el mercado. Esta actualización es el reto más importante que se ha encontrado el Gremio de la Industria y la Comunicación Gráfica de Cataluña que, con sus cinco siglos de vida, cuenta actualmente con cerca de 1.000 empresas agremiades, 300 menos en comparación con los años previos al inicio de la crisis económica. Cataluña continúa siendo en la actualidad la región líder del sector de todo España con cerca de 4.700 empresas.

Todo y las trabas de la crisis y de la llegada de la era digital, las empresas que se han actualizado constantemente han superado esta etapa. Factores tan importantes como por ejemplo la creación de aplicaciones para teléfonos móviles para facilitar la visualización de los productos gráficos al cliente, el uso de Internet para atender los pedidos o el uso de las redes sociales, son muy importantes para cualquier nuevo negocio que quiera triunfar dentro del sector. Uno de los otros aspectos a tener en cuenta para las pequeñas y medianas empresas de las artes gráficas es la apertura a los pedidos de particulares debido al descenso del trabajo para grandes firmas que desde hace unos años usan habitualmente sus propios sistemas de impresión. Con todo ello, queda claro que la supervivencia de la imprenta pasa por la digitalización.

Imprenta Badia, el paso del tiempo del papel
El año 1888 nacía Imprenta Badia, una pequeña empresa familiar situada en el centro de Barcelona que este año celebrará sus 128 años de vida. Unos años llenos de historia y de constancia durante los cuales ha sufrido los altibajos de los mercados. "Actualmente tenemos que aguantar como sea y ser lo más competitivos posible para hacer frente a las grandes superficies. Tardaremos tiempo a ser donde éramos ahora hace 15 años", explica Xavier Folch, administrador de la empresa y cuarta generación al frente del negocio. Imprenta Badia ha sufrido de lo lindo los efectos de la actual crisis, pero se ha sabido sobreponer a las circunstancias a partir de incorporar la digitalización en los servicios al cliente. Con una facturación sensiblemente superior al millón de euros anuales, la mitad de los ingresos de esta empresa, que cuenta con cinco trabajadores, llegan a partir de los trabajos hechos con la impresión digital, igualando así la imprenta clásica, conocida como offset.



En este sentido, trabajos que hacía habitualmente esta imprenta, como por ejemplo la publicidad, las cartas y otros documentos internos para negocios, ya no se llevan casi a término puesto que las emprendidas clientas que han aguantado la crisis ahora usan sus propias impresoras (excepto a la hora de hacer trabajos de grandes medidas como, por ejemplo, carteles publicitarios). Incluso la fabricación de sobra personalizados se ha reducido un 10% en comparación con hace 15 años. Por esta razón, la empresa, que es la segunda imprenta más antigua de Cataluña, ha aumentado en los últimos años el trabajo para particulares, con la fabricación de tarjetas de contacto o participaciones, entre otros.

"Estamos hablando de un sector muy conservador con empresas muy pequeñas que, las que han conseguido sobrevivir, afrontan el reto de reinventarse. Las necesidades de nuestros clientes no son las mismas que las de antes de Internet, y esto implica un cambio de modelo de negocio", asegura Iban Cid, presidente del Gremio de Industria y la Comunicación Gráfica de Cataluña, organismo que este último año 2015 ha homenajeado a, entre otros empresas, la Imprenta Badia por su recorrido y sus años de vida. "Hace ilusión y es un orgullo tener este reconocimiento que es tan poco habitual. Algo habremos hecho bien para mantenernos después de tantos años", afirma Folch, que recogió el diploma otorgado por el gremio de un sector que Cataluña lidera claramente en España como primera región y que, según datos del Ministerio de Economía y Competitividad facilitadas por Cid, da trabajo además de 29.500 personas y factura cerca de 7.000 millones de euros anuales.

El camino inevitable hacia la era digital 
"Nos tenemos que poner al día y cambiar el paradigma de los negocios puesto que ya no somos a los años 80 y el modelo de cliente ha cambiado y requiere unos servicios diferentes", asegura Cid. Destaca así el importante trabajo de adaptarse a la digitalización que tiene por adelantado el sector de las artes gráficas para no estancarse y quedar al margen de la evolución de los mercados. En este sentido, el gremio trabaja para facilitar este camino en las empresas, que a menudo acuden al organismo para encontrar ayuda con nuevas herramientas para poner al día su negocio y hacer así el cambio de modelo.

El gremio ha impulsado varias iniciativas como por ejemplo un curso de formación para empresas sobre aplicaciones de realidad aumentada para productos gráficos que facilitan su visualización a Internet a partir de un teléfono móvil. Cursos de diseñadores web, community manager, servicios laborales o asesoría son algunos de los otros servicios que ofrece a menudo el gremio a sus empresas. "Actualmente, hay menos capacidad de producción instalada de la que realmente necesita el mercado. En aquets camino, ganará la batalla quien se adapte con más rapidez a las necesidades del sector, ofreciendo más cosas que no el papel imprimido, hecho que tiene poco a ver con la inversión en capacidad de producción", afirma Cid, que destaca la importancia de incluir productos comunicativos como por ejemplo las redes sociales para ganar presencia.



"Ahora mismo  debe de haber la mitad de imprentas de las que había hace 30 años, y es por culpa de la carencia de adaptación a las necesidades de la sociedad actual. Nos tenemos que espabilar, sobre todo los negocios pequeños", asegura Folch, que resalta la poca capacidad de exportación de los negocios del sector, destacando que Imprenta Badia localiza el 90% del negocio en Barcelona ciudad y el 10% restante al área metropolitana y puntualmente en otros puntos del estado. La empresa ha diversificado las tareas para todo tipos de clientes con la digitalización como prioridad de negocio. "De cara al futuro, el papel desaparecerá y los impresores ya no seremos esto, sino que tendremos otro nombre puesto que nos habremos adaptado a las demandas de los clientes", augura Folch.

Un futuro marcado por la adaptación constante 
"No sé si alguien se atreve a hacer predicciones de futuro pensante qué pasará con el sector de las artes gráficas de aquí a 25 años", asegura Folch. Vaticina un futuro "muy negro" por los negocios que no se adapten a la era digital. "Si alguien pone en marcha una nueva empresa en el sector, tiene que abrirse a cualquier tipo de asesoramiento y aspecto innovador, como por ejemplo lo la impresión digital", explica Folch. Insta también los negocios del gremio a adentrarse en otros campos que actualmente funcionan como por ejemplo la impresión de material escolar, o encontrar en los particulares las carencias que comporta trabajar actualmente para grandes empresas.

"Si obras una nueva imprenta tienes que crear un portal de Internet para recibir pedidos online. Cómo que es un sector muy conservador, si innovas puedes romper con los esquemas, y este paso lo pueden hacer los jóvenes emprendedores", asegura Cid, que apuesta para seguir creando aplicaciones de realidad aumentada para teléfonos móviles y mesitas que reconocen las imágenes gráficas. El presidente del gremio destaca una mejora del sector después de estos años de crisis y augura una mejora más consolidada gracies a la "alegría" económica que asegura que se vive recientemente. "El año 2014 ya empezó a mejorar la situación y creemos que este nuevo año seguiremos con esta tendencia ascendente", concluye Cid.