El cemento continúa en un estado crítico en Catalunya. El pasado agosto, su consumo cayó un 10,1% en comparación con el mismo mes del año pasado y se situó en 128.426 toneladas, según ha informado este viernes la patronal Ciment Català. En el acumulado de los últimos 12 meses, la tasa móvil del consumo retrocedió un 5,9%, hasta los 2,1 millones de toneladas. Los datos dan continuidad a una bajada general que se ha observado durante todo el año en este indicador, junto con las exportaciones.
De hecho, las ventas al exterior cayeron un 38,7% interanual el pasado agosto. El volumen total fue de 94.514toneladas, y en el último año este ámbito reculó un 23%, hasta los 1,5 millones de toneladas. En cambio, la producción en el octavo mes del año aumentó un 10,1%, disparándose hasta 260.974 toneladas, cosa que provoca que la tasa móvil del último año sea negativa, 2,2%, situándose en 3,28 millones de toneladas.
"Los recursos están muy por debajo del 2,2 PIB recomendable"
La patronal justifica estas cifras por "la atonía" en el sector de la construcción y destaca que "de manera muy notable y recurrente hay una carencia de inversiones en equipamientos e infraestructuras" de las administraciones públicas. Ciment Català recuerda que estos recursos están "muy por debajo del 2,2 del PIB" que recomiendan los economistas.
También critica la "desproporción entre la inversión en obra pública y las necesidades" y en este sentido, detalla que, según datos del Idescat, las carreteras se han ampliado en 24 kilómetros en 22 años, mientras que el parque de vehículos ha pasado de cuatro a 5,38 millones.