El equilibrio entre el trabajo y la vida personal sigue siendo uno de los grandes retos actuales. Así lo refleja la última encuesta sobre conciliación elaborada por InfoJobs a personas trabajadoras y empresas. Según los resultados, un 35% de los profesionales que han accedido a medidas de conciliación han sufrido consecuencias negativas. Esto representa algo más de 1 de cada 3 trabajadores encuestados. Además, un 10% ni siquiera se atreve a pedir estas medidas por miedo a posibles represalias.
4 de cada 10 niños y adolescentes en Catalunya no participan en ninguna actividad veraniega
Este 10% de trabajadores que no solicitan medidas de conciliación por miedo a sufrir consecuencias negativas necesita alternativas reales. Ahora, con el final del curso escolar, muchos padres y madres -que se lo pueden permitir económicamente- ya han tenido que asumir el coste de un campamento de verano para sus hijos, que no volverán a la escuela hasta mediados de septiembre. Esto supone casi tres meses sin actividad escolar, mientras que la mayoría de los progenitores, con suerte, solo disponen de un mes de vacaciones.
La Encuesta de participación en actividades de verano 2022, elaborada por la Alianza Educación 360, ya alertaba de las profundas desigualdades en las oportunidades educativas durante los meses de verano. Según este estudio, 4 de cada 10 niños y adolescentes en Catalunya no participan en ninguna actividad veraniega. Esta realidad genera una brecha de oportunidades que afecta especialmente a los niños en situación de vulnerabilidad económica. En el caso de los niños y niñas de familias con menos recursos, la cifra se eleva hasta 6 de cada 10 que no realizan ninguna actividad de verano.
El coste de los 'casals' de verano en Barcelona ha subido un 20% en la última década
"El precio medio de los campamentos de verano para niños y jóvenes en la ciudad de Barcelona en horario de mañana de 9 horas a 13 horas se sitúa actualmente en 74 euros por semana. Si se contrata la jornada completa, con servicio de comedor incluido, el coste se eleva hasta los 132 euros semanales". Así lo explica a VIA EmpresaAina Espona, coordinadora de la campaña de campamentos de la Fundación Pere Tarrés, quien señala un aumento significativo de los precios: “Hace 10 años, en 2015, el precio de la mañana era de 54 euros y el de todo el día, 110 euros”. Esto representa un incremento del 37% en el horario de mañana y del 20% en la jornada completa.
Espona (Fundación Pere Tarrés): “Hace 10 años, en 2015, el precio de la mañana era de 54 euros y el de todo el día, 110 euros”
Según Espona, este incremento de precios se debe principalmente a tres factores. El primero es la alimentación, que ha experimentado un aumento muy significativo. El segundo es el transporte, que también ha encarecido los costes. Y, finalmente, el tercer factor es la revisión del convenio del ocio, que se ha llevado a cabo a lo largo de estos últimos diez años. “Esta revisión ha supuesto una dignificación del trabajo en el sector y, en consecuencia, un incremento salarial durante todo este período”, apunta Espona.
Los 'casals' de verano de Barcelona suelen tener un precio más elevado que los de fuera de la capital catalana
Como curiosidad, cabe destacar que los campamentos de verano en la ciudad de Barcelona suelen tener un precio más elevado que los que se ofrecen fuera de la capital catalana. Según Espona, existe una diferencia significativa entre el coste de los campamentos en Barcelona y en el área metropolitana en comparación con los municipios pequeños y medianos, donde a menudo es la administración local quien subvenciona la actividad. “El coste de un campamento en poblaciones como Premià de Mar o Palafrugell puede estar parcialmente cubierto por el ayuntamiento, y esto hace que el precio final para las familias sea más bajo”, explica Espona.
En el caso de Barcelona, la situación es diferente. Sí que existen ayudas para las familias en forma de becas, pero el modelo funciona por homologación. Las entidades se adhieren a una campaña del Ayuntamiento, que establece unos precios máximos. "A partir de aquí, las familias que cumplen los criterios establecidos tienen acceso a becas para dos semanas, pero no para todo el campamento. En cambio, en municipios pequeños y medianos, las ayudas pueden cubrir todas las semanas del campamento y todos los niños, en el caso de ser una licitación", apunta Espona.
Principales carencias: Baja inversión pública
Según el informe La universalización del ocio educativo en Catalunya, presentado este último mes de abril, una de las principales carencias en el ámbito del ocio es la baja inversión pública. Mientras que la inversión en educación escolar formal es de 5.223 euros por niño y año, la inversión destinada al ocio educativo se calcula en solo 217,5 euros por niño y año, es decir, una cantidad aproximadamente 24 veces inferior.
El verano pasado, 37.699 niños y jóvenes participaron en las actividades de ocio organizadas por la Fundación Pere Tarrés. De estos, 6.734 pudieron acceder gracias a una beca, lo que representa casi el 18%. Según las estimaciones de la propia Fundación, este verano la cifra de becas podría aumentar, llegando a cerca de las 7.000.