Mujeres campesinas: la semilla del cambio

Las mujeres campesinas se han agrupado para ganar fuerza, para acompañarse, para ayudarse, para compartir, cosa que saben hacer porque llevan toda la vida haciéndolo

El 'I Congreso Mujeres del Mundo Rural', se celebrará el próximo 16 de novembre | iStock El 'I Congreso Mujeres del Mundo Rural', se celebrará el próximo 16 de novembre | iStock

Estamos a las puertas del I Congreso Mujeres del Mundo Rural, el cual se celebrará el próximo 16 de noviembre. El congreso lleva por subtítulo El motor del cambio del sector primario. Federico Mayor Zaragoza en un discurso hablaba de que la semilla del cambio la llevaban las mujeres. Él observaba la tarea de las mujeres en el tercer mundo, ellas aguantan el peso de aquello que es esencial en entornos de dificultad. Los hombres fácilmente se abocan al enfrentamiento, las mujeres tienden hacia la paz, tienen mucho más por conservar y mucho más a defender. Las mujeres son más gregarias, forman comunidad con más facilidad y aquí se encuentra su energía. Ellas son el motor del cambio.

La mujer no existe, dicen

La antropóloga Dolors Reguant, feminista de siempre, escribió un libro titulado La mujer no existe. En él nos hablaba del "desbarajuste de una civilización que ha eliminado el pasado, que no es justa con las singularidades que lo habitan y que potencia la destrucción del futuro". Palabras contundentes en representación de unas mujeres indignadas por un pasado injusto de exclusión. La mujer sí que existía, pero el hombre había impuesto un discurso de dominio. La mujer no existía en la realidad imaginada. Aun así, la fuerza de las nuevas generaciones de mujeres están consiguiendo contradecir este argumento.

Més info: Puertas abiertas a la agricultura inteligente y de precisión

Pero, si miramos de donde venimos nos quedamos estremecidos. Tuve en las manos un libro de economía agraria de final del siglo XIX. Uno de los capítulos hablaba de la mujer campesina. La entrada era impactante o, mejor dicho, aberrante: "La mujer es menos inteligente que el hombre". El autor expresaba una barbaridad científica y ética y lo decía como una obviedad. Entonces explicaba los valores "esenciales" de la mujer (madre, cuidadora, compañera sometida al marido, etcétera). A continuación explicaba que la mujer "también colaboraba" en las tareas de la explotación agraria: llevaba el huerto, la granja, la logística de mercado, etc. Es decir, casi todo. Finalmente, remataba con una frase digna de análisis freudiano: "Aun así, en situaciones complejas hay que consultar a la mujer, puesto que ellas tienen un especial ingenio para las cuestiones difíciles".

Pero, las mujeres campesinas existen

Negar la realidad había sido posible hasta ahora. A partir de ahora imposible. Las mujeres campesinas se han agrupado para ganar fuerza, para acompañarse, para ayudarse, para compartir, cosa que saben hacer porque llevan toda la vida haciéndolo. Yo las conocí pocos días antes del confinamiento. Me pidieron que les hiciera un curso diciéndome: "Queremos que nos des argumentos para defendernos". Este fue el título del curso: Argumentos para defender el mundo rural, rompemos mitos. Hablamos de muchas cosas, de la agricultura como sector singular y estratégico, de los mercados agrarios, de la agricultura catalana, de los vectores de cambio, de la ganadería, de opciones de futuro y de fake news. Aquellas campesinas estaban cansadas de vivir el rechazo en su actividad y necesitaban contradecirlo. Ahora celebran su primer congreso.

Negar la realidad había sido posible hasta ahora. A partir de ahora imposible

Hablando con ellas

Aprovechando la ocasión, desde el Col·legi d'Economistes les hicimos algunas entrevistas. Hago mención a cuatro de ellas. Las campesinas entrevistadas tienen producciones agrarias diferentes, pero todas ellas complementan su actividad agraria con agroturismo, transformación e incluso venta directa de productos trabajados con la mirada en la calidad.

Montse Cardona, es una ganadera de Olius, actividad que complementa con el turismo rural. Nos comentaba cómo todavía hoy la gente se sorprendía al ver una mujer sobre un tractor. La mentalidad urbana todavía ve el mundo agrario como un mundo esclavo, que hace mal olor y que siempre se queja, nos decía. Pero miraba al futuro: "Hay que hacer pedagogía en las escuelas. Ojalá algún día cuando le pregunten a un niño que quiere ser de mayor diga que quiere ser labrador.".

Raquel Serrat, ganadera ecológica en Pardines y vinculada a la Unió de Pagesos. Opinaba que lo que había faltado en el sector primario era autoestima. Pero... "Poco a poco nos fuimos dando cuenta de que éramos importantes, si el campo no produce, la ciudad no come. Aun así, hay una gran desconexión, cada vez mayor, entre toda la sociedad y el campesinado, se desconoce nuestro trabajo, el origen de los alimentos, el sistema de producción, las normativas que cumplimos, la importancia de nuestra aportación".

Raquel Serrat, ganadera ecológica en Pardines y vinculada a la Unió de Pagesos: "Si el campo no produce, la ciudad no come"

Maria Grau, produce agricultura ecológica, con fruta, verdura y aceite. También cria gallo del Penedès. Hace venta directa en casa y en el mercado. Ella nos hablaba desde la satisfacción al observar un cambio, puesto que se está produciendo. Los jóvenes han descubierto que el producto fresco es mucho más bueno. Lo han descubierto tarde, pero más vale tarde que nunca.

Maria Àngels Capdevila, campesina de ganado ovino, de formación economista, nos detallaba los caminos para la viabilidad de su empresa que en este caso sumaba el turismo rural a la producción de carne de cordero (cordero de Ferreres), haciendo todo el ciclo de la cadena de valor desde la producción del alimento por el ganado, el pastoreo, la producción de carne y venta directa. Esto le permite sostener unos precios competitivos y obtener una rentabilidad adecuada.

El reconocimiento

Las mujeres campesinas hoy son conocidas y reconocidas, las vemos o escuchamos a menudo en televisiones y radio. Aun así, Montse Cardona me expresó su insatisfacción, nos quieren en la televisión por la "curiosidad" de que seamos mujeres, pero nosotras querríamos hablar de los problemas del sector agrario, querríamos hablar de nuestro trabajo.

Están saliendo al mercado libros que hablan de ellas. Maria Rosa Ferré, Premio Talent Femení de l’Associació Empresarial del Penedès-Garraf, ha reunido en su libro Converses a peu de vinya a 50 viticultores del Penedès. En el libro habla, tal como dice con sus palabras, de "mujeres valientes, que llevan el tractor y todo tipo de maquinaria, que labran, emparran alambres, podan y cosechan; mujeres que salen de casa cuando todavía es oscuro para ir a la viña, al mercado o al huerto y que, además, cuidan hijos, padres, abuelos y todavía tienen tiempo para formarse, para disfrutar, para compartir y para ser felices". Heroínas anónimas a quien Ferré les ha puesto foto y palabras.

Hay varias asociaciones de mujeres campesinas. Las principales organizaciones en Catalunya son las Dones del Món Rural, las Ramaderes de Catalunya y la Associació de Dones del Mar. Mujeres que sí que existen. Ellas son empresarias que están defendiendo la viabilidad de sus empresas. Además, son mujeres.

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