
Catalunya apuesta por colaborar con otros gobiernos para impulsar una inteligencia artificial ética desde Osaka, en un momento en que la irrupción de la IA generativa tiene un impacto creciente en la sociedad. “La idea de colaboración es central para que todo el mundo gane”, ha dicho Albert Sabaté, director del Observatorio de Ética en Inteligencia Artificial de Catalunya, en un debate sobre el futuro de la tecnología con representantes de la prefectura de Kioto. El vicedirector del Departamento de Política Comprensiva y de Medio ambiente de la prefectura de Kioto, Toshihiro Nishimura, ha reconocido que pueden aprender de “prácticamente todo” lo que está haciendo Catalunya en este ámbito, especialmente en el ámbito de la conducción autónoma.
“Japón en su conjunto está atrasado a escala mundial en cuanto a la inteligencia artificial, así que prácticamente todo lo que hace Catalunya es un aprendizaje”, ha dicho Nishimura.
Nishimura y Salamé han compartido la necesidad de avanzar en la gobernanza de esta tecnología y asegurar unas reglas comunes. Para “romper el monopolio” actual y hacer una inteligencia artificial más eficiente y en beneficio de todo el mundo, Salamé ha apostado por impulsar modelos más pequeños que sean más sostenibles.
Nishimura y Salamé han compartido la necesidad de avanzar en la gobernanza de esta tecnología y asegurar unas reglas comunes
Sabaté ha defendido que el territorio catalán está en una posición "de vanguardia” en esta tecnología, con una estrategia de inteligencia artificial y por organismos como el Observatorio de Ética.
Durante el debate, se ha presentado el manifiesto de la Alianza de Tecnologías Disruptivas y Emergentes (DETA), impulsado por una quincena de gobiernos regionales de todo el mundo y que busca aprovechar los beneficios de las tecnologías digitales disruptivas protegiendo los derechos humanos y los valores democráticos. Uno de los firmantes es, precisamente la prefectura de Kioto.