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Cinco grandes riesgos a vigilar en 2024

El panorama de riesgos para 2024 es mixto, pero todo apunta que, si lo hacemos bien, este puede ser un buen año

La inflación, la emergencia climática y la geopolítica son desafíos que pueden impactar en la economía | iStock
La inflación, la emergencia climática y la geopolítica son desafíos que pueden impactar en la economía | iStock
Oriol Amat | VIA Empresa
Catedrático de la UPF BSM y presidente del Obstervatori de la PIME de Pimec
Barcelona
25 de Enero de 2024

A principios de 2024, tenemos varios desafíos que pueden impactar significativamente en la economía y el tejidoempresarial. Analizaremos cinco de los principales riesgos que deben tenerse en cuenta:

 

Inflación y tipo de interés

La inflación, a pesar de la reciente mejora, sigue siendo un punto crítico. Aunque se observa una tendencia a la baja, y parece posible continuar disminuyendo hasta el 3% en 2024 y al 2% en 2025, es necesario mantener la vigilancia. La disminución de la inflación puede llevar a una bajada progresiva de las tasas de interés, lo que facilitaría un aterrizaje suave de la economía. Esto puede afectar muy positivamente a las empresas con préstamos y a las familias con hipotecas, ya que reducirá considerablemente las cuotas a pagar.

Emergencia climática

La crisis climática persiste como un riesgo inminente y sus impactos son cada vez más evidentes: sequías, incendios forestales, inundaciones, etc. La sostenibilidad está en peligro. Como ejemplo, podemos recordar este dato de la Organización de las Naciones Unidas (ONU): cada día desaparecen unas 150 especies de animales y plantas. Tanto los países como las empresas y las personas deben multiplicar los esfuerzos y las prácticas ambientalmente responsables para mitigar los impactos negativos y contribuir a la preservación del medio ambiente.

 

Cada día desaparecen unas 150 especies de animales y plantas

Geopolítica

Las guerras han experimentado un aumento preocupante. Desde la invasión rusa de Ucrania hasta el grave conflicto entre Israel y Hamás, así como otros conflictos, el número de muertes está aumentando considerablemente. Según los datos del International Rescue Committee, en el último año han muerto alrededor de 300,000 personas en el mundo, la cifra más alta de los últimos veinte años. En estos conflictos hay peligro de una escalada a nivel mundial. Además, hay otros focos de tensión que se van complicando (China-Taiwán, por ejemplo).

Populismos y desafíos democráticos

El incremento del populismo y el cuestionamiento de los fundamentos democráticos plantean incertidumbres. El posible regreso de figuras como DonaldTrump puede generar turbulencias. No debemos descartar escenarios en los que los principios democráticos se pongan a prueba y el populismo pueda influir en políticas económicas clave.

Inteligencia artificial

Los cambios disruptivos generados por la Cuarta Revolución Industrial (Internet, redes sociales, robotización, etc.) y la irrupción de la inteligencia artificial ofrecen oportunidades únicas, pero también riesgos para los países, empresas y personas que no se adapten al nuevo entorno tecnológico. Según el ForoEconómicodeDavos, la inteligencia artificial puede destruir el 40% de los puestos de trabajo, pero la experiencia de las revoluciones industriales anteriores nos muestra que los avances tecnológicos destruyen empleos, pero también pueden crear muchos más. Un ejemplo es el Reino Unido, donde el desempleo actual es de alrededor del 4%, prácticamente el mismo que en el siglo XVIII cuando apareció la Primera Revolución Industrial. Si lo hacemos bien, los cambios tecnológicos transformarán nuestro trabajo, pero no nos dejarán sin empleo.

La experiencia de las revoluciones industriales anteriores nos muestra que los adelantos tecnológicos destruyen puestos de trabajo, pero pueden crear muchos más

En resumen, el panorama de riesgos para 2024 es mixto. Con la inflación y las tasas de interés en una línea positiva, pero la geopolítica, la emergencia climática y los populismos con una perspectiva más incierta. La capacidad de adaptación a las posibilidades de la inteligencia artificial será determinante. Todo apunta a que, si lo hacemos bien, 2024 puede ser un buen año. En los próximos meses será necesario seguir de cerca estos riesgos para ver si podemos seguir creciendo, generando más empleo y bienestar para las personas.