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Cómo decorar tu hogar para fomentar la salud mental

Recuerda: tu hogar debe ser un reflejo de lo que quieres sentir

    Diseñar un hogar saludable no tiene por qué implicar una gran inversión | iStock
    Diseñar un hogar saludable no tiene por qué implicar una gran inversión | iStock
    Redacción VIA Empresa
    27 de Mayo de 2025 - 01:46

    Nuestro entorno tiene un papel fundamental en cómo nos sentimos día a día. Estudios científicos lo confirman: la forma en que están diseñados nuestros espacios influye en el estado de ánimo, el nivel de estrés, la concentración y hasta la calidad del sueño. 

     

    Por ejemplo, investigaciones del Journal of Environmental Psychology (Evans, 2003) y de la Universidad de Princeton (2011) demuestran que los ambientes desordenados y mal iluminados aumentan la ansiedad y disminuyen la capacidad de concentración. Por el contrario, espacios organizados, bien iluminados y con elementos naturales favorecen el bienestar psicológico. 

    Diseñar un hogar saludable no tiene por qué implicar una gran inversión: se trata de hacer elecciones conscientes para construir un refugio donde tu mente pueda descansar, enfocarse y disfrutar. Aquí te dejamos algunas claves: 

     

    1. Iluminación natural: fuente de vitalidad 

    La luz natural regula el reloj biológico, estimula la producción de serotonina (la hormona del bienestar) y mejora la calidad del sueño. Un estudio de la Universidad de Northwestern (2014) reveló que las personas que viven en espacios con mayor exposición a luz natural duermen mejor y tienen un estado de ánimo más positivo. 

    • Mantén cortinas ligeras o translúcidas. 

    • Coloca espejos cerca de las ventanas para amplificar la luz. 

    • Evita muebles voluminosos que bloqueen el paso de la luz. 

    Los ambientes desordenados y mal iluminados aumentan la ansiedad y disminuyen la capacidad de concentración

    2.  Colores que transmiten serenidad 

    La psicología del color indica que ciertas tonalidades pueden influir en nuestras emociones. Los tonos fríos como el azul claro o verde suave generan sensación de calma, mientras que los colores tierra (beige, terracota, arena) aportan confort y estabilidad emocional. 

    Los colores suaves están asociados con menores niveles de ansiedad, especialmente en entornos residenciales. 

    • Usa una paleta armónica para cada estancia. 

    • Combina colores neutros con acentos suaves. 

    • Evita saturar los espacios con colores intensos o muy contrastantes. 

    3. Elementos naturales: conexión y equilibrio 

    Tener plantas en casa no solo decora: disminuye el estrés, mejora la concentración y refuerza el vínculo con la naturaleza. Convivir con plantas puede aumentar hasta un 15% la sensación de bienestar y productividad. 

    • Elige plantas fáciles de cuidar: potus, sansevieria, cactus, lavanda. 

    • Acompáñalas con materiales como madera, ratán, lino o piedra. 

    • Un toque verde en cada estancia ayuda a mantener el equilibrio emocional. 

    4.  Mobiliario cómodo y funcional 

    La ergonomía es clave. Muebles que se adaptan a ti mejoran tu postura y reducen molestias físicas, lo cual influye directamente en el estado de ánimo.  

    • Prioriza sofás, sillas y camas que favorezcan el descanso y la postura. 

    • Evita acumular mobiliario innecesario. 

    • Favorece la movilidad: deja espacio para caminar libremente. 

    5. Orden y minimalismo: claridad mental 

    Vivir entre el desorden genera una sobrecarga sensorial y cognitiva. Un estudio de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA, 2010) reveló que los niveles de cortisol (la hormona del estrés) aumentan en personas que habitan espacios saturados de objetos. 

    • Aplica el método de Marie Kondo: quédate solo con lo que usas y te hace feliz. 

    • Usa soluciones de almacenamiento prácticas. 

    • Menos, es más: visualmente y emocionalmente. 

    6.  Armonía energética con el Feng Shui 

    Aunque no es una ciencia, el Feng Shui propone principios que coinciden con estudios sobre bienestar ambiental: orden, equilibrio, flujo de energía, iluminación adecuada y orientación del mobiliario. 

    • Despeja entradas y pasillos: permite el flujo libre de energía (y de personas). 

    • La cama debe colocarse de tal manera que puedas ver la puerta sin estar directamente alineada con ella, pero sin estar de espaldas a la puerta. 

    • Incorpora agua (fuentes), tierra (plantas), fuego (velas), madera y metal en equilibrio. 

    7. Detalles multisensoriales que reconfortan 

    Pequeños elementos que apelan a los sentidos pueden tener un gran efecto emocional. La aromaterapia, por ejemplo, ha demostrado beneficios en la reducción del estrés y la ansiedad. 

    • Usa velas o difusores con esencias relajantes como lavanda, eucalipto o cítricos. 

    • Añade texturas suaves: mantas, cojines, alfombras. 

    • Acompaña con sonidos agradables o silencios intencionales. 

    Transformar tu hogar en un espacio que cuide tu salud mental es una inversión en bienestar a largo plazo. No se trata de crear una casa de revista, sino de diseñar un entorno que te acoja, te inspire y te renueve. 

    Recuerda: tu hogar debe ser un reflejo de lo que quieres sentir. Con pequeños cambios, puedes lograr un impacto positivo profundo en tu vida diaria.