Cómo trabajan en Estocolmo?

El consenso, la simplicidad y la eficacia caracterizan la forma de trabajar en los países nórdicos, influidos por el luteranisme y un clima que invita a centrarse en el trabajo

A pesar de las buenas prácticas, no todo el mundo puede trabajar con estas vistas de la ciudad de Estocolmo
A pesar de las buenas prácticas, no todo el mundo puede trabajar con estas vistas de la ciudad de Estocolmo
17 de Noviembre de 2015
Act. 18 de Noviembre de 2015
Este martes a las 20:45 horas del anochecer, las selecciones de fútbol de Dinamarca y de Suecia se enfrentarán en Copenhague por un lugar al Eurocopa del verano próximo. A pesar de que generalizar siempre comporta el riesgo de caer en el tópico, no es muy atrevido afirmar que cuando la pelota empiece a rodar ya hará horas que suecos y daneses habrán abandonado la oficina. En una época donde los estados escandinavos siempre son el ejemplo preferido a la hora de hablar de buenas prácticas, conocer cuál es su cultura empresarial resulta interesante.

Esto es el que han intentado explicar Esade Alumni, la Cámara de comercio Hispano-Sueca de Barcelona y el Círculo Empresarial Danés de Barcelona. Lo han hecho en una mesa redonda con empresarios y directivos nórdicos, así como con españoles con amplia experiencia en empresas suecas y danesas.

Obligatorio disentir...en la cultura del consenso
Javier Cucalón trae más de 20 años trabajando en una empresa danesa. "Cada tres o cuatro años hay una planificación estratégica muy organizada, va en su ADN", explica el actual director general a Ibèria de Nilfisk-Advance .

Cucalón constata que "Dinamarca se pone como ejemplo de todo, pero es que hay una auténtica democracia y esto se traslada a la empresa". La opinión de todo el mundo no sólo es valorada, sino que "es obligatorio disentir". De hecho, relata, a su empresa incluso ponen en práctica "el principio del abuelo". Este consiste en que "cualquier empleado tiene derecho a ir a la cabeza del suyo hacia mostrar su desacuerdo con alguna decisión". Por Cucalón, "esto introduce autocontrol en la gestión de las personas, evita que seas un pequeño dictador con tu equipo".

Camilla Brenchley es danesa y puerta 17 años en Barcelona, donde ejerce de consultora en gestión de empresas. "El consenso es una herramienta que se utiliza mucho y puede ser muy útil. De este modo los equipos directivos son muy fuertes y todo va alineado. No hay agendas propias", indica. Por Brenchley existe un modelo de liderazgo escandinavo que se caracteriza para saber consensuar la dirección correcta y comprometer toda la empresa. "Marcar la dirección lo saben hacer muchas culturas, pero en los países nórdicos saben planificar a muy largo plazo y crear una alma a la compañía", asegura.

Lo constata Mateo Iglesias, director sénior de Patología de Dako Diagnósticos. "No son rápidos decidiendo, pero son muy rápidos ejecutante", asegura. Por Iglesias, el hecho que todo el mundo haya podido intervenir en la decisión hace que "al final sevuelque todo el equipo".

El arte de no complicarse la vida
Enrique París es director de Securitas en Cataluña. "Trabajo en una empresa sueca desde hace más de 20 años y he comprobado que el luteranisme y el clima influyen en su manera de vivir y de trabajar", asegura. A la hora de enumerar las claves del modelo nórdico, París no duda a hablar de "sencillez, transparencia y flexibilidad".

Mateo Iglesias asegura que "la simplicidad llama mucho la atención. Los latinos somos barrocos y tendemos a complicarnos la vida". Por el contrario, destaca, "los nórdicos si lo pueden hacer en tres pasos, mejor que en cinco. Esto también los hace ser buenos planificando y ejecutante".

Si no trabajas no eres nadie
Jonas Borgh, fundador y COO de MYMobileSecurity , es sueco y hace 12 años que vive en Barcelona. "Los nórdicos somos luterans y esto nos marca. Lutero decía que si no trabajas no eres nadie". Borgh asegura que esto es muy presente en Suecia, donde "identificamos mucho a la gente por el trabajo que tienen". Dice que el primero que se preguntan es a que se dedican. En cambio, contrapone con ironía, "tengo amigos catalanes de hace años que ni saben a que me dedico". Borgh, medio en broma y medio seriamente, indica que "aquí puedes ir a la playa o a tomar un vino, pero en Suecia no! Allá nos tenemos que enfocar más al trabajo".

Mateo Iglesias está de acuerdo que "el luteranisme y el clima influyen a la sociedad, de igual manera que es muy difícil exigir trabajar duramente en 40 grados a la sombra". Sea como fuere, Iglesias pone de manifiesto el contraste entre España y los países escandinavos a la hora de asumir responsabilidades. "Cuando preguntas a una compañía cotizada española quiénes el propietario, dicen que los accionistas. Tienen muy claro que son allá para darlos satisfacciones. A las empresas nórdicas no es así, se trabaja para satisfacer el cliente", asegura.

    
Directivos y empresarios con experiencia en los países escandinavos, reunidos a Esade. PGF


Javier Cucalón añade que "se tiene en cuenta a todo el mundo, pero a la vez hay una gran exigencia y se tienen que aportar resultados". Enrique París se suma a esta reflexión. "El modelo sueco es de compromiso, descentralizado, ágil y sencillo. Pero no sólo tiene valores, sino queexige su cumplimiento".

París pone de manifiesto que los escandinavos "no admiten corrupteles ni corrupción. podrá haber, pero como la descubran...". Este punto va ligado a la reputación, que califica de "fundamental". En España, en cambio, "depende del que te hayas llevado", lamenta.

El respeto por el horario
Uno de los disparos característicos en la cultura empresarial escandinava es el respeto escrupuloso por los horarios. "A las 16h no queda nadie a la oficina. El que se queda más tarde es visto como un incompetente que no ha podido acabar el trabajo, o que tiene una vida triste sin nada a hacer", asegura Javier Cucalón.

Plegar temprano por la tarde permite hacer vida familiar y tener tiempo para hacer deporte o dedicarse al asociacionismo. Ahora bien, tal como reconoce Camilla Brenchley, a menudo muchos trabajadores completan en casa tareas pendientes un golpe los hijos ya son a la cama. "Que los niños vayan a dormir a las 19 horas quizásayuda", hace broma.

Mateo Iglesias ejemplifica el sentido del tiempo que tienen los países escandinavos con una anécdota que lo sorprendió los primeros días de estar en Copenhague. "Al parking de una empresa de 1.000 personas hay pocos coches (la mayoría de gente viene en bici). Pero los primeros que llegan aparcan a los lugares más lejanos de la puerta". Cómo se explica? "Porque si llegan los primeros es que tienen tiempos. Dejan los lugares más cercanos a la entrada por los que llegarán justos y los necesitarán más", explica.

Un tiempo que necesitarán para ser puntuales. "Las reuniones no son a las 10. Son de 10 a 11. Tienes que aprender a terminarlo", constata Javier Cucalón. Además, la puntualidad es básica. "Si llegas tarde la puerta está cerrada", concluye poniendo de ejemplo el que se encontró cuando llegó a las 8:02 horas en una reunión programada a las 8 horas.