El mercado de obra nueva en Catalunya se ha mantenido estable al largo del 2022, pese al "contexto económico complejo que ha presionado nuevamente al sector promotor y a la capacidad financiera de las familias"; según el último Informe de Obra Nueva de la consultora inmobiliaria Forcadell. De hecho, contra todo pronóstico, las compraventas en este segmento se han acelerado en los últimos seis meses del año, produciéndose de manera "algo más apresurada, en términos de decisión de compra, debido a la escasez de producto existente y a la voluntad de anticiparse y esquivar un futuro escenario de financiación con condiciones más restrictivas en 2023", ha destacado el director de Inversión, suelo y obra nueva de la consultora, Christian Gracia. De hecho, esta aceleración se ha traducido en un incremento de las compraventas en el mercado residencial, tanto en el de 2ª transmisión como en el de obra nueva: en el 2022 se produjeron un 18% más de transacciones de viviendas que en el año anterior.
Forcadell destaca el volumen de transacciones registradas del sector promotor, que ha cerrado el ejercicio superando las 600.000 viviendas (según datos del INE) en el conjunto del país, "una cifra extraordinaria", indican. Eso sí, en Barcelona, la consultora denuncia "la situación particular de falta de oferta", que se ha visto agravada en los últimos años por la normativa de la ciudad de destinar el 30% de las nuevas promociones a vivienda social, establecida por el consistorio de la capital catalana.
La buena salud de la demanda la han propiciado factores como el ahorro acumulado de las familias en la pandemia, unas todavía aceptables condiciones de financiación y un mercado laboral resiliente. El origen del comprador ha seguido siendo local, mayoritariamente, aunque la cuota de perfil extranjero se ha mantenido, especialmente de origen francés, interesado principalmente en las promociones situadas cerca de la costa catalana.
Los visados de vivienda nueva en 2022 se han situado en cotas de 2008, tal como destaca el informe de Forcadell, mientras que los volúmenes de viviendas iniciadas y acabadas en Catalunya han evolucionado proporcionalmente y de forma equilibrada. “Unos costes de construcción todavía al alza -tanto mano de obra como materiales-, la crisis energética y de suministros en el marco de un contexto marcado por la guerra en Ucrania siguieron ejerciendo presión en los precios”, subraya Gracia.