A favor del desconfinamiento

Joaquim Perramon alerta de contradicciones en estadísticas oficiales de covid-19

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Atendiendo las estadísticas que los medios van obteniendo del Ministerio de Sanidad, para grupos de edad, la frecuencia ( y probabilidad) de morir una vez se ha confirmado estar infectado por la covid-19 sería la siguiente:

Coronavirus

 

No son buenas estadísticas. Son cogidas del día 26 de abril y por el número de muertos al que hacen referencia seguramente correspondiente al 8 de abril, si bien no cuadran del todo con otras estadísticas del mismo día y la misma fuente. Aun así, las podemos coger como una aproximación suficiente.

Con estos resultados podemos prever que si el virus entra en una residencia geriàtrica de 177 residentes, por ejemplo, morirán unos 36. Si hay asistencia se reducirá la mortalidad, quizás salven alguno, pero el problema sanitario es preventivo. Una vez el virus entra, mal. La prevención consiste precisamente en reducir la probabilidad de ser infectado.

"Cuáles son las medidas adecuadas de prevención? El problema para responder es que hay una gran confusión sobre cuál es la situación real de la pandemia"

La clave, pues, es la prevención. Entonces en la situación actual de la pandemia, cuáles son las medidas adecuadas de prevención? El problema para responder es que hay una gran confusión sobre cuál es la situación real de la pandemia.

Desde el día 15, la Generalitat decidió las estadísticas de muertos por covid-19 no solamente tenían que incluir las defunciones en hospitales. El día 14 teníamos información de 2.756 y el día 15 resultó que los muertos eran 7.093.

Desde entonces, por diferencias con el Gobierno español, el Departamento de Sanidad informa de las muertes en hospitales y de los muertos en conjunto.

En las informaciones del últimos días, según el Departament de Sanidad, hay más defunciones en los hospitales que en conjunto, lo que, evidentemente, es una contradicción porque el conjunto incluye los hospitales. También hay que aclarar que cuando se coge la cifra de muertos desde el día 15 de abril hasta ahora, las muertes totales superan a las hospitalarias, lo que indica que las muertes están mal datadas.

Estos problemas son comprensibles y no es el primer lugar donde pasa. Aun así, con estos datos no se va a ninguna parte. Ni se puede hacer un análisis ni se pueden tomar decisiones. Una vía alternativa para ver qué es lo que realmente está pasando es consultar las estadísticas del Centro Nacional de Epidemiología (ISCIII) que dispone de unos modelos que, con los datos de defunciones desde 2008, calcula la tendencia normal, es decir, las defunciones que serían normales en un año cualquiera, y sobre esta tendencia representa las muertes observadas en 2020 (*).

Los resultados se muestran en el gráfico y el cuadro siguientes:

Coronavirus 2

 

Coronavirus 3

Por lo que se observa, en el periodo que va de diciembre a 23 de abril, en un año normal se hubiera esperado que murieran 3.699 personas y se han observado 7650 muertos, prácticamente el doble.

En segundo lugar, se observa que a finales de abril ya se ha llegado a la normalidad. Por lo tanto, en principio, habiendo ido a la baja el problema, se puede pensar que tomando medidas, no es necesario tanto confinamiento. Las mascarillas son efectivas, igual que la reducción de aforos en lugares púbicos (escuelas, restaurantes, tiendas, centros deportivos...) combinado con el mantenimiento de distancias, el teletrabajo, los hospitales de campaña que permiten derivar los enfermos de covid-19, las APP para evitar los contagios a las salas de espera del CAP, el uso de la bicicleta, etc.

Además, cómo hemos visto, el problema está muy centrado en la población de más edad, lo que indica que podría ser muy adecuado tomar medidas de protección especial hacia estas franjas de edad.

"El confinamiento se justificaría por potenciales rebrotes pero también hay que ver que comportan riesgos"

En estos momentos, las medidas preventivas duras y generales (el confinamiento) se justificarían por potenciales rebrotes pero también hay que ver que comportan riesgos. En los meses que vienen, puede haber perfectamente una tendencia a que se reduzca la mortalidad en relación a la tendencia de un año normal porque población que estadísticamente se hubiera muerto en octubre se ha muerto el mes de marzo. También puede haber una presión al alza de la mortalidad de la población que no ha sido afectada por el COVID-19 pero que se ha visto desatendida por otros enfermedades y morirá en los próximos meses.

Y en tercer lugar, ojo con la economía porque la pobreza puede matar tanto como la covid-19. Solamente hay que ver que entre la esperanza de vida en un barrio rico y otro pobre de una misma ciudad pueden haber diez años de diferencia. El confinamiento está causando un perjuicio económico brutal y dramático en el caso de los autónomos, tiendas, economía sumergida...

"Ojo con la economía porque la pobreza puede matar tanto como la covid-19"

Por lo tanto, conviene que las autoridades ponderen bien las consecuencias de las medidas que toman y el hecho de que las estadísticas presenten errores manifiestos no es buena señal.

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