La crisis de las desigualdades y una receta incierta

La Cambra de Comerç de Barcelona presenta el "balance económico más negativo" desde que publicó la primera memoria, hace 56 años

Mònica Roca, presidenta del Cuarto de Barcelona; Pere Aragonès, presidente del Gobierno; Jaume Hacèbronca, presidente del Consejo de Cuartos; y Carme Poveda, directora de la Memòría Econòmica | Cedida Mònica Roca, presidenta del Cuarto de Barcelona; Pere Aragonès, presidente del Gobierno; Jaume Hacèbronca, presidente del Consejo de Cuartos; y Carme Poveda, directora de la Memòría Econòmica | Cedida

La crisis de la covid-19 ha sido diferentes de todas las anteriores. Los efectos, por lo tanto, tampoco han sido los habituales, y los tempos de recuperación son particulares y todavía inciertos. La Cambra de Comerç de Barcelona ha intentado analizar la situación y poner luz a los próximos meses con una nueva Memoria Económica de Catalunya, en lo referente al año 2020. Es la 56 edición que presentan y también "el balance económico más negativo de todo este tiempo", ha lamentado la presidenta del ente, Mònica Roca. "Covid, covid y covid: será la palabra más repetida de esta presentación", avisaba previamente la directora de la Memoria, Carme Poveda. La crisis que ha provocado la pandemia ha sido diferente de todo el resto también en el aumento de la desigualdad que ha supuesto: a nivel social, pero también entre sectores y territorios.

El "balance más negativo" deja una caída del PIB catalán de un 11,5% en 2020, muy por encima del 6% de la media de la zona euro, debido a "la fuerza del sector turístico, uno de los más afectados, y del menor volumen de ayudas concedidas a las empresas", según el diagnóstico de Roca. Pero si la caída ha sido de las más acusadas, la recuperación también será de las más elevadas de toda la Unión Europea: de un 12% sumando 2021 y 2022. Este repunte de la actividad financiera es una "esperanza" para la Cambra, que urge a "acelerar todavía más el ritmo de vacunación y reclamar el uso de tecnologías innovadoras". Tanto Roca como Jaume Fàbrega, presidente de la Cambra de Girona y el Consell de Cambres de Comerç de Catalunya, han aprovechado la presencia de Pere Aragonès, presidente de la Generalitat, para reclamar la esperada Llei de Cambres: "Nos hace falta una señal clara de que el Govern nos tiene en la agenda de los cambios legislativos que necesitamos".

Aragonès ha recordado que "esta pandemia provocó que se rompiera la dinámica positiva de la economía catalana de un día para otro" y que todavía afecta al día a día de toda la sociedad, no solo en el ámbito económico, sino de la vida social, la salud y el bienestar emocional de las personas. "Además, ha agravado tendencias, como el aumento de las desigualdades", ha añadido. Esta es precisamente una de las particularidades que han marcado la crisis y que ha destacado Poveda, junto con el origen de la recesión -que no ha sido económico, sino sanitario-, la respuesta "rápida y decidida" que ha tenido, la aceleración de varias tendencias que ya se divisaban antes y una recuperación intensa.

Mujeres, jóvenes, turismo, microempresas y Girona

Ha sido -y todavía es- la crisis de la desigualdad. La Memoria Económica de la Cambra destaca el impacto desigual a muchos niveles. Para empezar, las mujeres y los jóvenes han sido los más afectados. Y es que la diferencia entre las tasas de paro de hombres y mujeres se ha doblado -esta última ha llegado al 14,4%- y la de entre jóvenes y personas de más edad, también. Por sectores, el claro perjudicado ha sido el turismo, junto con el transporte y el comercio; juntos, han sufrido una caída de la actividad del 25%. Por otro lado, sectores que se han demostrado imprescindibles, como la salud y la educación, ha aumentado un 3%.

Pere Aragonès: "Esta pandemia provocó que se rompiera la dinámica positiva de la economía catalana de un día para otro"

Poveda ha querido destacar el sector industrial como una fortaleza de la economía catalana: "Se ha recuperado rápidamente; ahora, estamos en máximos históricos de exportaciones". De hecho, las ventas al extranjero fueron una debilidad en los inicios de la crisis por la restricción de la movilidad internacional, pero ahora son una robustez de cara a la recuperación. Otro punto fuerte de la industria es la inversión extranjera, puesto que continúa siendo el sector que más recibe -un 37% del total-. "Pero hay que tener en cuenta que la inversión proveniente de otros países en tecnología se ha multiplicado por 3,5 en el año de la pandemia", ha destacado Poveda.

Más desigualdades: una territorial y una de tamaño. Girona ha sido la provincia más afectada por la crisis, con una caída del PIB del 14,2%, mientras que Lleida solo lo ha reducido un 8% gracias al peso del sector agroalimentario, uno de los más resilientes de esta recesión. Las microempresas son las que más han desaparecido -un 6,7% ante el 1,9% de crecimiento del número de grandes empresas-. Este indicador se da debido a "la mayor capacidad financiera de las grandes compañías a la hora de absorber un choque imprevisto", ha explicado la directora de la Memoria.

La inversión extranjera en tecnología se ha multiplicado por 3,5 en el año de la pandemia

El parecido con la crisis de 2009

No todo son diferencias entre la crisis de la pandemia y la financiera de 2009. La mortalidad de empresas ha sido la misma, pero mucho más concentrada. Oriol Amat, catedrático de Economía y rector de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), ha presentado el informe anual de la empresa catalana. Según este, "entre 2008 y 2014 murieron un 8% de empresas; hay que destacar que entre los años 2014 y 2019 el número de compañías creció un 11,4%; pero solo en 2020, también ha desaparecido un 8% del tejido empresarial, unas 20.000 empresas; es una noticia muy negativa".

Entre 2008 y 2014, murieron un 8% de empresas y solo en 2020 también han desaparecido un 8%, unas 20.000 compañías

De hecho, todas las noticias que aporta este estudio, son negativas: el empleo ha caído un 4% y se ha perdido un 13% de valor añadido. "Al fin y al cabo, podemos hacer el mismo diagnóstico que en los años anteriores: tenemos que mejorar mucho la proactividad, la financiación del sector público, tenemos que mejorar las infraestructuras, tenemos que invertir en I+D y tenemos que apostar por la colaboración entre empresas para la internacionalización; si lo hacemos así, mejoraremos el bienestar, que es de lo que trata la economía". Y también hay que transformar digitalmente los negocios. "Tenemos que aumentar el nivel de intensidad tecnológica de empresas y administraciones con los fondos Next Generation: esto tiene que servir para revalorizar los sectores productivos que han mostrado más resiliencia durante el último año y han demostrado su importancia para un modelo justo de sociedad, sobre todo la salud, los cuidados y la alimentación", ha afirmado Aragonès.

Poveda ha puesto precisamente la llegada y gestión de las ayudas europeas como una de las claves de las que dependerá la recuperación. "Hemos hecho una estimación prudente del reparto de los recursos en función de la población y a Catalunya nos tocarían 3.000 millones de euros al año", ha indicado. El resto de factores son la recuperación de los flujos turísticos internacionales -que ahora peligra por el aumento de casos de covid-19 y la expansión de la variante delta- y el uso que hagan las familias de los ahorros que han acumulado durante los meses de paro económico. Hay que gastar, pero no de cualquier manera. Aragonès ha hecho un nuevo llamamiento a la responsabilidad de los ciudadanos para seguir las recomendaciones de seguridad ante los indicadores negativos de la pandemia. ¿Se tendrán que revisar las previsiones si no se revierte la tendencia?

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