Desahuciar la Casa Blanca

La política americana vive un mes de agosto de alta intensidad que deja el presidente Donald Trump en una situación realmente delicada

Los procesos contra Manafort y Cohen pueden hacer caer Trump Los procesos contra Manafort y Cohen pueden hacer caer Trump

La política americana ha vivido un mes de agosto de alta intensidad y que ha dejado el presidente Donald Trump en una situación realmente delicada. La guerra comercial con la Unión Europea, la China y México-Canadá ha sido la gran protagonista en política exterior a la vez que el Kremlingate lo ha estado en política interna. Michael Cohen (ex abogado personal de Donald Trump) y Paul Manafort (ex ninguno de campaña de Donald Trump) han sido declarados culpables en sus juicios e ingresarán en prisión antes de que acabe el año. La reacción del fiscal especial Robert Mueller III no se ha hecho esperar y, ante la victoria en estos dos primeros casos, su reacción ha sido fulminante: presentar más cargos contra los dos.

Un NAFTA negociado

Después de la polémica con Corea del Norte y el acuerdo con el Irán, el presidente Trump inició una cruzada contra el libre comercio y anunció aranceles en la China, la UE, Canadá y México poniendo en riesgo los tratados comerciales que los americanos habían firmado con estos territorios. Durante el mes de julio tanto la China como la UE fueron los dos principales objetivos de Trump -que acabaron con dos mesas de negociación que encara no se han resuelto-. Esta semana el gobierno americano anunció inicialmente que había renegociado el NAFTA (Canadá, México y los Estados Unidos) pero el cierto es que el acuerdo comercial que finalmente se ha anunciado es sólo con México y de carácter preliminar.

La polémica ha saltado cuando algunos analistas han afirmado que este acuerdo no es tal y que se trata sólo de una operación propagandística de Peña Nieto y Donald Trump. El cierto es que hay un poco de caos y la documentación todavía no ha sido publicada, pero independientemente de si realmente hay un acuerdo comercial o no, el relevante aquí es que el presidente Trump está abierto a negociar tratados comerciales -y por lo tanto una guerra comercial a gran escala es evitable-, puesto que no tiene problemas para celebrar en público acuerdos comerciales. Además, al ser una versión preliminar es posible que si el Canadá se incorpora, acabe siendo una versión renegociada del NAFTA. El acuerdo preliminar, de hecho, sólo trata sobre automóviles -el resto de sectores afectados es marginal-. Se establece que el 75% del vehículo se tiene que construir en los EE.UU. o México para no pagar aranceles -actualmente este porcentaje es del 62,5%-. En cuanto a la mano de obra para montar los automóviles se establece un mínimo del 40% ganando 16 dólares la hora como el mínimo para poder aplicar aranceles del 0%.

Juicios para desahuciar la Casa Blanca

El Kremlingate ha vivido un mes de agosto realmente espectacular que ha sacudido la política americana. A principios de agosto empezó el juicio a Paul Manafort donde se lo acusó de 18 delitos. El Gran Jurado necesitó 15 días para lograr un acuerdo en ocho acusaciones dejando las otras debe de sin veredicto. En los ocho casos juzgados el veredicto fue de culpable y por lo tanto Paul Manafort ingresará en prisión a finales de este año, pero antes lo espera el segundo juicio en Washington Miérc. Algunas fuentes explican que el fiscal especial todavía tiene más acusaciones para seguir presionando Manafort para que se preste a colaborar con la justicia. El juez declaró juicio nulo en las otras diez acusaciones sin veredicto -gracias al hecho que un miembro del jurado se opuso a condenar Paul Manafort- y por lo tanto el fiscal puede volver a acusar Manafort por estos delitos, cosa probable sabiendo que sólo un miembro del jurado ha tenido predisposición contraria a la condena. La gran sorpresa la supimos el mismo día que el Gran Jurado del Caso Manafort hizo público el veredicto: el fiscal especial y Michael Cohen -ex abogado personal de Donald Trump- llegaron un acuerdo sobre la imputación pendiente donde Michael Cohen se declara culpable y acepto entre tres y cinco años de prisión.

El acuerdo abrió el terreno especulativo sobre si este acuerdo implicaría a Trump, pero la misma noche el abogado de Cohen, en prime time, acusó el presidente de estar implicado en los delitos cometidos por Cohen, cosa que señala que no existe un acuerdo con Mueller y, por lo tanto, Cohen tiene interés a cerrar un acuerdo más general sobre el presidente Trump. Posteriormente el abogado de Cohen se desdijo y dejó todo el mundo un poco perplejo pero Robert Mueller III consiguió que un juez federal proporcione inmunidad a un miembro de la Fundación Trump -David Pecker- con el que probablemente pronto tendremos la tercera acusación a Cohen. Varios analistas explican que tanto Mueller cómo Cohen tienen interés en un acuerdo de largo alcance, pero quien tiene la sartén por el mango es Robert Mueller dado que ya es pública suficiente información para saber que Michael Cohen podría acabar sus días a la prisión. Y esto implica que si quiere salir, tendrá que entregar la cabeza del presidente Trump.

El cierto es que la acusación pública y la declaración de Michael Cohen ante el juez apenas antes de declararse culpable son elementos bastante fuertes para imputar y acusar Donald Trump. Además, hay causas en juego pendientes en Nueva York -donde el presidente Trump no puede indultar gracias a la iniciativa de la exfiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman y Barbara Underwood (su segunda)-. Así que hay tres estrategias posibles:

  1. Imputar Donald Trump y que debido a la inmunidad presidencial la cosa acabe al Supremo.
  2. Imputar y suspender el proceso legal hasta que Trump abandone la Casa Blanca.
  3. Imputar, acusar y desalojarlo de la presidencia a través de los tribunales.

Tanto la primera como la tercera parecen demasiado arriesgadas y con pocas perspectivas así que el sentido común dice que Mueller optará, antes o después, por la segunda. El que implica es que las midterms del próximo mes de noviembre serán decisivas, puesto que si los demócratas recuperan una de las dos cámaras, podrán bloquear la acción legislativa trumpista y si consigue las dos, podría iniciar un procedimiento de impeachment.

McCain, DEP

La otra noticia destacada ha sido la muerte del Senador John McCain. En sus últimas voluntades el Senado ha querido que George Busch y Barack Obama hagan los discursos de despedida y, además, no ha invitado el presidente Trump (a pesar de que podría ir igualmente si la familia lo invita). La muerte de McCain ha dejado un spillover inesperado: los republicanos tienen ahora 49 senadores en el Congreso y por lo tanto no podrán confirmar al nominado al Tribunal Supremo hasta después de las elecciones de noviembre, asumiendo que renovarán la mayoría que ahora tienen (51-49). Las encuestas están muy ajustadas y en muchos casos los demócratas ganan ambas cámaras. Tanto las midterms como el KremlinGate entran en dos meses vibrantes que, seguro, serán decisivos para la presidencia de Donald Trump.

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