¡Desalemos, desalemos, que el agua se acaba!

Abrumados por el discurso dominante de la austeridad y pensando que no eran infraestructuras que fueran urgentes, nadie puso en cuestión el paro de inversiones de las desalinizadoras

Planta desalinizadora en el Port de la Selva (Girona) | EP Planta desalinizadora en el Port de la Selva (Girona) | EP

En el debate parlamentario de este martes sobre la sequía hemos vuelto a escuchar la cantinela de que el gobierno no ha hecho los deberes en materia de infraestructuras para garantizar el suministro de agua habitual en caso de sequía. Resulta curioso que aquellos que casi durante los cuarenta años de autonomía han tenido la responsabilidad del tema, a través de las consejerías de Medio Ambiente o de Política Territorial y Obras públicas, con sus diversas denominaciones, y de la Agència Catalana de l'Aigua -ACA, esta mantiene el nombre imperturbable- reclamen las infraestructuras que no han llevado a cabo durante todo este tiempo.

Sin quejas por la parada de inversiones de la ACA

Si echamos un mínimo de memoria, recordaremos que la ACA se creó por el gobierno Pujol en el año 2000 y venía a aglutinar los tres organismos que hasta entonces se encargaban de las diferentes fases del ciclo del agua. Desde 1991, con el primer Plan de Saneamiento del consejero Albert Vilalta, Catalunya había comenzado a dotarse de depuradoras para mejorar el estado lamentable de buena parte de nuestros cursos fluviales. A partir del año 2000, y siguiendo las directivas europeas, se estableció el criterio de que la ACA y las inversiones en saneamiento se financiarían mediante recargos en las facturas del agua, que entonces era muy barata y quedaba más disimulado. Era también un concepto de fiscalidad ambiental: hacer pagar más a quien más uso hace.

La ACA se creó en 2000 y reunía los tres organismos que hasta entonces se encargaban de las diferentes fases del ciclo del agua

Las nuevas directrices europeas en materia de saneamiento hicieron plantear un salto adelante en este ámbito. Se había acabado de aprobar el Estatuto y una de las cosas que respetó el ribot de Alfonso Guerra fue la previsión de 700 millones de euros anuales durante siete años para compensar los déficits inversores anteriores acumulados. En este contexto, pues, se decidió que la ACA se endeudaría para completar el mapa de las depuradoras para núcleos de menos de entre 200 y 2000 habitantes a cuenta de estos ingresos extraordinarios futuros.

Pero llegó la crisis del 2010, la caída del gobierno Zapatero y, sobre todo, la sentencia del Tribunal Constitucional que establecía la no obligatoriedad de esta compensación anual, de manera que los 700 millones sólo llegaron una vez. Entonces, el autodenominado gobierno de los mejores decidió congelar todo tipo de inversiones e ir reduciendo el elevado endeudamiento asumido por la ACA con las depuradoras a través del canon hidráulico. La factura del agua, de paso, experimentó un nuevo incremento con la creación de un nuevo canon más elevado para los que consumían más, el tramo 4. Y así hemos estado hasta ahora, que nos anuncian, con la ley que debe acompañar los presupuestos del 2024, un nuevo aumento del canon de consumo para grandes consumidores.

Més info: Sequía y alimentos: no hemos sido previsores

Es importante decir que abrumados por el discurso dominante de la austeridad y pensando que no eran infraestructuras que fueran urgentes, nadie, ni desde el mundo político ni desde patronales, grupos ecologistas o colegios profesionales, cuestionó la paralización de inversiones de la ACA y menos en lo que respecta a desalinizadoras. Pero de estas hablaremos a continuación.

Desalinizadoras y otros métodos para producir agua potable

Durante la sequía del 2007-2008, solo estaba en funcionamiento la desalinizadora de la Tordera, en Blanes, destinada a proveer de agua principalmente la Costa Brava, donde la afluencia turística hacía necesario complementar las aguas de un Ter que ya alimentaba la mitad de la región metropolitana de Barcelona. A raíz de esta sequía, se duplicó la capacidad de esta desalinizadora.

Durante la sequía de 2007-2008, solo había en funcionamiento la desalinizadora de la Tordera, en Blanes

En aquellos momentos aún no estaba en funcionamiento la desalinizadora del Llobregat -50 hm3 de capacidad máxima anual- aunque lo estaría poco tiempo después. Como ya hemos explicado alguna vez, estas plantas tenían mala fama. Primero, porque necesitaban grandes cantidades de energía para funcionar. Y también por la gestión de las salmueras, que si se vierten demasiado cerca de la costa pueden generar desequilibrios salinos de carácter local. Y, evidentemente, resultaba bastante más cara el agua así obtenida del mar que no la de origen pluvial recogida en los embalses.

La desalinitzadora de la Tordera es va inaugurar el 2002 | ACA
La desalinizadora de la Tordera se inauguró en 2002 | ACA

De hecho, fuera del período de sequía, la desalinizadora del Prat funcionaba al mínimo para mantener las instalaciones operativas. La escasez de lluvias entre 2012 y 2013 resultó en un mayor uso de la desalinizadora del Prat. El problema surge a raíz del actual período de sequía, que hasta ahora lleva 31 meses, probablemente el más prolongado desde hace 200 años y que supera con creces los dieciséis meses de la sequía de 2007-2008.

Solo la mitad de agua que consumimos proviene de los embalses

En la actualidad, en la región metropolitana de Barcelona, la mitad del agua que consumimos no proviene de los embalses, sino principalmente de las desalinizadoras en funcionamiento y del agua regenerada de las depuradoras, que tradicionalmente se vertía a los ríos. Es importante destacar, en este último caso, que llevar la regeneración al máximo podría hacer que el agua se convirtiera prácticamente en una materia prima circular.

El problema, en cualquier caso, es que las depuradoras actuales, alrededor de 540 en todo el territorio, deben incorporar una nueva fase de depuración, la regeneración o tratamiento terciario, para convertir el agua que sale de ellas en reutilizable para usos en los que no es necesario que sea apta directamente para el consumo humano; industriales, limpieza urbana, riego de zonas verdes urbanas, de superficies agrícolas, etc. Indirectamente, en la medida en que se vierte en los ríos, y no en el mar, y hay captaciones en superficie, una vez mezclada puede ser directamente potable. Como siempre, completar estos procesos, que a menudo requieren tratamientos específicos para el nitrógeno, el fósforo o el exceso de sal, cuesta tiempo y dinero. En cualquier caso, es importante destacar positivamente la normalidad con la que la sociedad ha recibido la noticia de la incorporación del agua regenerada al ciclo del agua.

Un vaixell pot arribar a portar 20.000 o 30.000 metres cúbics d'aigua | iStock
Un barco puede llegar a llevar 20.000 o 30.000 metros cúbicos de agua | iStock

Otra fuente de abastecimiento que se ha desarrollado en los últimos tiempos es la potabilización de aguas freáticas. Dependiendo de la calidad, ya no es necesario destinarlas exclusivamente al riego o la limpieza, como en Barcelona. Después de más de 30 años de trabajo, por ejemplo, el vertedero al aire libre que era el río Besòs ya está en condiciones de ser potabilizado, al menos en lo que respecta a las aguas freáticas de su cuenca, y una nueva potabilizadora en Cardedeu está en proceso de licitación.

Finalmente, la opción de transportar agua en barcos es la más llamativa, pero en términos absolutos resulta anecdótica. En la sequía anterior, solo se llegaron a utilizar dos barcos para transportar agua. Un barco puede llegar a llevar entre 20.000 y 30.000 metros cúbicos de agua. El consumo diario en la región de Barcelona supera un hm3, es decir, un millón de m3.

La desalinizadora de Sagunto

Sin embargo, vale la pena detenerse un momento en el origen que el Ministerio del ram propone para cargar de agua los eventuales barcos que puedan llegar, que la otra vez vinieron de Tarragona -mini trasvase- y del Ródano. Ahora estaría más cerca, desde la dessalinitzadora de Sagunto, inaugurada en 2013, con una capacidad máxima de 8,4 hm3 anuales. Con un solo cliente -conseguido en 2020-, la instalación sigue funcionando bajo mínimos porque en Sagunto y en el Campo de Morvedre no necesitan el agua.

¿Es que no hay sequía en la costa valenciana? Un poco menos que aquí. Pero ellos disponen de agua del Júcar, concedida como una de las compensaciones debido al conflicto que hace cuarenta años se originó por el cierre de la siderurgia de Sagunto. Dicen que pronto aprovecharán el agua para la gran factoría de baterías eléctricas que el grupo Volkswagen instalará allí. Habrá pasado más de una década desde su puesta en funcionamiento en 2013. Como siempre, unos tienen demasiado y otros demasiado poco.

Interior de la desalinizadora de Sagunto | EP
Interior de la desalinizadora de Sagunto | EP

¿Un futuro sin miedo a las sequías?

Desde la consejería del ram dicen que en el período 2027-2030, el actual consumo anual de la región metropolitana de Barcelona -400 hm3- se podrá satisfacer sin depender del agua de lluvia. Dessalinizadoras y agua regenerada serán suficientes para abastecernos. Ojalá. Siempre que haya una estabilización a la baja del consumo, que puede venir de los regadíos agrícolas que todavía se realizan a gran escala -casi la mitad en el conjunto del país, probablemente menos en la región metropolitana- y de una eficiencia más elevada en instalaciones industriales y de servicios, comenzando por los turísticos. Y siempre que no crezca la población al ritmo que lo ha hecho en los últimos veinte años, cerca de dos millones de personas. Uno de los efectos colaterales de este proyectado autoabastecimiento sería cumplir con los acuerdos que prevén disminuir sustancialmente la captación de aguas del Ter.

Més info: Cuando se acabe la sequía

Para lograr este hito, se prevé tener en marcha una nueva ampliación de la depuradora de la Tordera -que pasará de una producción de 20 a 80 hm3 anuales- y la creación de una nueva en el Foix- de 20 hm3, ampliables a 60. El Estado adelantará el dinero a cuenta de los fondos europeos, pero habrá que ir devolviéndolos con el canon del agua. Un punto no menor será la disponibilidad de energía eléctrica para las dessalinizadoras. Una parte se podrá generar prácticamente in situ, con placas fotovoltaicas. El resto deberá provenir de las conexiones con la red eléctrica general que habrá que dimensionar adecuadamente, aunque los cables de alta tensión no le gusten a nadie. Se prevé que la dessalinizadora ampliada de la Tordera consuma a pleno rendimiento el equivalente al uso doméstico de 150.000 familias, para lo cual necesitará una línea o un conjunto de líneas de alta tensión adicionales de 400 kv.

No se han explicitado las inversiones que se necesitarán para producir más agua regenerada, que debería suministrar al sistema entre 80 y 120 hm3 para cuadrar las previsiones totales. La depuradora del Prat ya puede producir por sí sola 50 hm3 de agua regenerada. Esperamos que las inversiones necesarias ya estén programadas con los recursos corrientes actuales.

El agua será más cara y esto incentivará a hacer un uso más eficiente

El agua será más cara y esto incentivará hacer un uso más eficiente. Aun así, actualmente el costo directo del agua apenas -según el consumo- llega al 20 o 30% de la factura doméstica total. Por lo tanto, un aumento proporcional de los costos de generación no debería preocuparnos mucho. El otro tema será el financiamiento de las inversiones, que aquí sí que sufriríamos más.

El mientras tanto

¿Y mientras tanto? Mientras tanto, no nos quedaremos sin agua, ya que producimos la mitad de la que consumimos. Pero sí podríamos llegar a ver bastante reducido el volumen de agua disponible. Aparte de eso, poco más que esperar que llueva. El consejero de medio ambiente en 2008 -el único hasta ese momento que no había pertenecido al partido que siempre había gestionado el ciclo del agua- confesó que, aunque no era creyente, poco antes de que volvieran las lluvias se había encomendado a la Virgen de Montserrat para que lloviera. No sabemos si en señal de agradecimiento, cuando dejó de ser consejero, igual que unos cuantos más de su cuerda, encontraron refugio profesional en... la compañía de aguas, AGBAR. ¡A ver qué pasa ahora!

Més informació
Agua regenerada, la respuesta más sostenible a la sequía
Alerta en el sector textil: un 73% de las empresas anticipan grandes pérdidas por la sequía
Frente común de patronales catalanas para afrontar el estado de emergencia por la sequía
Hoy Destacamos
Lo más leido