Recientemente, desde IMANcorp FOUNDATION, junto con la Universitat Autònoma de Barcelona, hemos presentado un interesante informe sobre la situación de la industria española en relación con la digitalización. Este informe se enmarca dentro del Observatori de Competències Digitals i Ocupació que impulsamos ambas entidades y se puede descargar de manera gratuita.
El primer estudio del Observatori se presentó hace ahora un año, con cifras de 2020. En él se analizaban las competencias digitales de la sociedad y como estas afectan a su ocupabilidad. La conclusión más significativa y, que nos debería invitar a la reflexión, fue que un 23,9% de la población o no tiene competencias digitales o estas son muy básicas, lo que significa que casi un 25% de las personas en edad activa de nuestro país, si este dato no revierte, dejarán de ser competitivas dentro del mercado laboral que cada vez más se desarrolla en un entorno más tecnológico.
Con esa preocupante cifra en mente, quisimos analizar la transformación digital de tres sectores clave en la economía y especialmente en el área industrial: Automoción, logística (transversal y operadores logísticos) y facility management, para poder examinar así el impacto de la digitalización en las PYMES de estos ámbitos, a fin de poder identificar nuevas competencias y necesidades formativas con la finalidad de dar a conocer a través del análisis y estudio, datos objetivos y tendencias en estos tres sectores.
El informe fue presentado en Barcelona con expertos de cada una de las áreas analizadas. Y entre las principales conclusiones a las que, tras leer el informe y escuchar a los expertos, se puede llegar es que la digitalización no ha penetrado aún todo lo que debiera en la industria española, y que cuando lo haga, si bien los puestos menos cualificados o aquellos en los que las tareas son más repetitivas pueden estar en peligro, se crearán otros puestos de trabajo ayudados, precisamente, por ese proceso de digitalización.
En la presentación de las conclusiones del informe, el doctor Rafael Merino, profesor de la UAB y responsable académico del estudio, apuntó la importancia de investigar a qué ritmo se están produciendo los cambios causados por la digitalización, y señaló que estas variaciones están siendo transversales, que no afectan solo a profesiones manuales, como podría parecer, y que el proceso está lleno de incertidumbres.
Según el doctor Merino, prever como va a ser, a medio-largo plazo, la digitalización y como esta va a afectar al mercado laboral es imposible, y es justamente la causa por la que es tan difícil planear las competencias que van a ser necesarias en el mercado, desde las instituciones formativas.
La mitad de las decisiones ya están automatizadas
Respecto a las cifras, el informe señala que cuando a las empresas se les ofrece valorar entre 0 (nada) y 10 (todas) cuántas de sus decisiones son tomadas ya por procesos automáticos, la media de respuestas se sitúa en un 5,78. Lo que implica, por tanto, que al menos la mitad de las decisiones ya están automatizadas.
Sector por sector, en los últimos 5 años, un 16% de las PYMES logísticas han sustituido personal por procesos automatizados. Además, un 17,4% de las empresas ha reducido plantillas como efecto de la digitalización, pero a su vez, un 8,7% las ha aumentado por la misma razón.
Por su parte, la digitalización en el sector del facility management español es todavía muy baja. Apenas un 20% de las PYMES del sector cuenta, por ejemplo, con almacenamiento en la nube. Es casi el mismo porcentaje que emplea en la actualidad IoT, y apenas un 15% lleva a cabo análisis de big data, inteligencia de datos o cuenta con algún tipo de robótica.
Finalmente, en el sector de la automoción, el informe señala como un 25% de las PYMES del sector del automóvil ha incorporado ya la inteligencia artificial. La digitalización básica (web o facturación electrónica) está muy implantada y la más innovadora (big data o 3D) todavía tiene recorrido.
¿Qué impacto tendrá esta creciente digitalización en los puestos de trabajo? Atendiendo a las referencias del doctor Merino, no lo sabemos. Posiblemente, habrá una desaparición de ciertos perfiles concretos, pero lejos de un escenario apocalíptico de sustitución masiva. Habrá también cambios en las tareas y competencias, siendo necesarios conocimientos de ofimática básica junto con otros, como puede ser conocimiento y aplicación del software específico de cada empresa, así como la adquisición de competencias digitales blandas.
Si bien según todos los expertos que participaron en la presentación, lo relevante no es tanto una rápida implantación de ciertas tecnologías –antes automatización, ahora Inteligencia Artificial− como que estas puedan ser asimiladas por las empresas y la digitalización se vaya incorporando hasta formar parte de la cultura empresarial. Es cierto que la digitalización implica ciertos cambios en las organizaciones y en los modelos de negocio, pero para seguir creciendo las organizaciones deben adaptarse al futuro que cada vez es más tecnológico y digital. Todas las áreas de negocio se deben involucrar, ya que de nada sirve disponer de la tecnología más puntera si las personas o no somos capaces de utilizarla o no tenemos la voluntad de hacerlo.
Entre los retos formativos que la digitalización industrial presenta podríamos señalar la necesidad de reconocer y validar las competencias digitales adquiridas en entornos de aprendizaje diferentes, incluso no reglados; y mejorar la conexión con la formación profesional inicial y continua. Además, deberíamos ver la digitalización como una oportunidad y no como una amenaza, ya que esta permitirá, en la mayoría de ocasiones, mejorar nuestra eficiencia y rendimiento.