
La DO Empordà prevé una vendimia con una producción "normal" por la cantidad de viñas que tiene, después de "tres años de miseria" provocados por la sequía. Después de que haya "llovido lo que tocaba" los viticultores esperan cosechar entre ocho y nueve millones de kilos de uva, que además, es "de una calidad excepcional".
De este modo, el sector recupera las cifras de producción "habituales" y deja atrás unos años en que la falta de agua ha hecho disminuir la cantidad de la uva. Ahora bien, desde el sector reconocen que los calores de las últimas semanas han obligado a empezar la cosecha del fruto antes de lo que estaba previsto.
Los productores señalan la fauna cinegética como uno de los "problemas principales" que tienen y que ha obligado a cerrar algunas bodegas.